sábado, 26 de octubre de 2024

EL MANDATO DE DISCIPULAR

 

Existe un texto en la palabra, que habla de la gran comisión que ordenó Jesucristo ante de partir a los cielos, y que muchas iglesias cristianas ignoran por falta de conocimiento o revelación, que es el “DISCIPULADO”.

 “Por tanto, ID, Y HACED DISCÍPULOS a todas las naciones, BAUTIZÁNDOLOS en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; ENSEÑÁNDOLES QUE GUARDEN TODAS LAS COSAS QUE OS HE MANDADO; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. Mateo 28:19-20

QUÉ ES “HACED DISCÍPULOS”

Cuando revisamos las escrituras, por lo general, no existe una explicación explicita de lo que significa discipular, por eso es tan importante pedirle al Espíritu Santo, que nos revele, nos enseñe y guie en lo que el Señor dejó como mandato, porque existen aproximaciones teóricas humanas de lo que esto representa o quiere decir, sin embargo, el discipulado no existe o se concreta hasta que se convierte en una acción, porque hay que “ir y hacer” discípulos.

Según a un estudio de Barna Group (2022), institución que se ha convertido en una fuente de referencia para obtener información sobre la fe, la cultura, el liderazgo y la vocación en diferentes generaciones de cristianos, revela que aproximadamente el 39% de los cristianos en los EEUU[1] no está haciendo discipulado, tomando en cuenta sus más de dos millones de entrevistas y la base de datos de indicadores espirituales que ellos manejan. Lo importante de esta pequeña muestra, es que muchos de los líderes de las iglesias pareciesen no importarles la gran comisión o el discipulado.

Pero, ¿Qué es discipular?, para el pastor Manuel Verde (2016)[2], el discipulado “es la acción de reproducir en una persona más, el carácter que Cristo ha llegado a desarrollar previamente en otra”; pero que significa reproducir el carácter del Señor en mí o en otra persona, pues, en una simple palabra “Conversión”, entendiendo conversión como la acción de amar, humillarse y buscar el rostro del Dios, orar e invocar su nombre, devolverse de sus malos caminos, obedecer y depender totalmente del Señor, de su Santo Espíritu, como se puede discernir de 2 de Crónicas 7:14. Para ello, es necesario tener un maestro, un líder, un acompañante que te ayude en tu proceso de conversión, quitando la ceguera espiritual, para alcanzar el carácter de Cristo que es la medida y estatura exacta que debemos lograr en el transcurrir de nuestra vida terrenal, hasta que el Señor nos llame a su compartir de su santa presencia.

Discipular forma parte de esa cadena fuerte e irrompible de vida que se extiende hacia atrás desde el tiempo de los doce apóstoles, incluyendo a Pablo, y que se proyecta hacia el futuro con la siguiente persona que será discipulada, como aclara Verde (Op. Cit.). Pablo le decía a la iglesia de Corintos y Filipos: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo” 1 Corintios 11:1; “Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros” Filipenses 3:17; el hombre en su condición natural o pecadora, que está comenzando en el evangelio o lleva mucho tiempo en letra muerta, necesita ser discipulado, primeramente, porque nadie nace aprendido y seguidamente porque el hombre es tendiente a imitar a otros lo bueno o malo, lo cual se deriva de una fundamentación espiritual muy débil, defectuosa o que está levantada sobre creencias pseudo-cristianas producto de la religiosidad de hombres que han creado toda una doctrina en base dogmas, rituales o letra muerta, que más que fortalecer en Espíritu, todo lo contrario mata o confunde.

Quien discípula es un varón temeroso de Dios, que ama y guarda todas las cosas que ha mandado el Señor, convirtiéndose en el pequeño pastor (líder) que apacienta las ovejas, un confidente de confianza que sane corazones, que cree un ambiente de respeto y seguridad, un entrenador que motive al esfuerzo del cambio, renunciando a viejos vicios o costumbres religiosas, un ejemplo a seguir en el Señor, digno de imitar, un testimonio santo y fiel, testigo de Cristo, que ayude al crecimiento y desarrollo del carácter espiritual de otros, sin ser más ni menos que nadie, haciendo uso de las enseñanzas de Jesucristo de manera viva y eficaz.

QUE HACER PARA DISCIPULAR

Para discipular, se debe estar dispuesto a compartir un tiempo valioso de calidad con los hermanos, dónde prevalezca el consejo, el conocimiento y la sabiduría adquirida en su caminar en Cristo, basado en la Palabra; que el tiempo de oración e intercesión al Padre sea como una ofrenda agradable y perfecta en adoración y alabanza, no como una cosa vana que solo satisface la carne y el ego, por ello es importante enseñar con humildad y desprendimiento, aplicando el verdadero ayuno, para romper ligaduras de impiedad y religiosidad de otros y en especial las propias, que su testimonio de santidad, arrepentimiento, conversión y fe, hable más que mil palabras, esto vivenciado en carne propia, como lo hizo Jesús al andar con sus discípulos.

Ojo, reproducir el carácter de Cristo, sólo puede ser posible a través del Espíritu Santo, ser una copia de Él en nosotros mismo no es switch, que prendes y apagas en un momento determinado, es una característica permanente que lleva su tiempo en formar o desarrollar, para poder impactar en otros a través del testimonio, por eso es importante apegarse a la Palabra, tomando lo bueno de cada líder o hermano, desechando lo malo sin llegar a cometer juicio, llevando esto último a los pies del Señor, en oración.

El discipulado es la obra producto del entrenamiento constante para alcanzar el modelo Perfecto e Inmutable del Señor Jesús en nuestra vida, ejecutándolo sin distracciones ni retrasos, entendiendo que debemos fijar siempre la mirada de su esencia divina, del mismo modo en que el artista mira constantemente el paisaje o modelo que desea reproducir en su obra.

CARACTERÍSTICAS DE UN DÍSCIPULO.

Un Discípulo es aquella persona, que recibió el llamado del Cristo, lo aceptó como su Dios, Señor y Salvador, y está dispuesto a negarse a sí mismo, coger su cruz y seguirlo de manera voluntaria sin interés alguno dando mucho fruto, es involucrarse y ofrecer de su tiempo sin desfallecer; valorando, meditando y reflexionando cada palabra o enseñanza recibida. Discípulo es aquel que escucha, procesa y acepta el consejo de parte del Señor por muy duro que sea, siendo valientes, diligentes y sobrios para confrontarse frente al espejo de la palabra (la verdad), utilizando a líderes o pequeños pastores (hombres con defectos) para alcanzar los propósitos del Padre; “la meta” es convertirnos en un hacedor más que oidor, en un siervo útil más que un activista inútil,  es decir, hacer carne lo que se aprende en Espíritu y verdad, eliminando la corrupción y el pecado, transformándose en el hijo que Dios en el cual Él tiene complacencia, poniendo primeramente a Dios sobre todas las cosas, sin quitar la mirada en Cristo.

REFLEXIÓN

“Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido”. Apocalipsis 2:5.

“Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti”. Apocalipsis 3:3.

CONCLUSIÓN

“De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros”. Juan 13:35.

“Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos”. Juan 15:8.

“Entonces llamó a la multitud y a sus discípulos. —Si alguien quiere ser mi discípulo —les dijo—, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz y me siga”. Marcos 8:34.

“Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: —Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”. Juan 8:31-32.

Entonces, cumplamos el mandato de Jesucristo: “Id y Haced Discípulos”. ¡Amén!!!

Bendiciones.



[1] https://biteproject.com/el-39-de-cristianos-no-hace-discipulos/

[2] https://discipulados.com/about/

sábado, 2 de marzo de 2024

REVISANDO MI CONVERSIÓN

 


Muchos cristianos creemos que una persona convertida es aquella que ha hecho la oración de fe y ha sido ganada para que profese su fe en Cristo, sin embargo, la palabra dice: Mateo 7:21-23 “No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: «Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?». Y entonces les declararé: «Jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad»”; de estos versículos podemos discernir que la conversión es mucho más de lo que se nos ha enseñado, porque no solo hay que hacer la oración de fe, profesar de Cristo, echar demonios o hacer milagros, sino que: (1) hay que hacer la voluntad del Padre, (2) darnos a conocer al Padre, (3) no practicar la iniquidad, ya que la conversión, no son palabras sino hechos.

“JAMÁS OS CONOCÍ”

El hecho que el Señor nos diga que jamás nos conoció significa que, “Nosotros no quisimos conocerle a Él de corazón” en espíritu y verdad, ya que Él lo conoce todo; esto se puede confirmar en Isaías 29:13 “Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado”; Dios conoce nuestro corazón, por eso no le podemos engañar, Convertirse es una acción genuina de conocerle con todo nuestro corazón, amarle sin restricciones, ponerlo en el lugar que le corresponde, disponerse a obedecerle y hacer su voluntad, sin desechar la palabra, ni pisotear su sangre. Oseas 4:6 “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos”. ¿Cuántos de nosotros somos buenos hijos? ¿Cuántos de nosotros nunca hemos pisoteado la sangre de Cristo? Marcos 10:18 “Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios”.

Antes de seguir profundizando en las santas escrituras al respecto, es necesario nos sea revelado por el Espíritu Santo el significado real de Conversión, por lo tanto vamos a partir desde el punto de vista terrenal o epistemológico: La palabra "con-vers-ión", se dice que viene del latín y significa "acción y efecto de hacer algo diferente”, “cambiar de religión", aquí es donde se origina la confusión, porque no se trata de cambiar de religión sino de condición, decir que son “cristianos” y se comportan como hombres naturales tirando a demonios, es tomar el nombre de Dios en vano; muchas personas piensan que recibir a Cristo, es el único requisito para ser salvos por gracia, sin embargo, “No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos”, entonces pareciera contradictorio, pues, se nos tiene que revelar que esto es solo el principio, porque falta el final y todo lo del medio, es decir, que sin cambio de condición, sin conversión, todo trabajo es en vano, porque apartado de Señor nada podemos hacer.

Separemos en partes sus componentes para entenderlo: El prefijo con- (junto, completamente), versus- (dar la vuelta, cambiar de sentido, girar), más el sufijo -sión (acción y efecto). Convertirse (1) es invertir o cambiar de rumbo, es devolverse de sus malos caminos; (2) es poner animadversión contra la maldad, o lo que lo mismo, enemistad contra la iniquidad; (3) es sufrir un proceso de transformación o de metamorfosis donde somos hombres nuevos sin la levadura vieja, donde dejamos de arrastrarnos en el pecado para volar en santidad en el Señor; (4) es recibir y honrar el sacrificio, la salvación y la vida eterna que Cristo nos regaló en la cruz, evitando pisotear su sangre; (5) es restaurar y renovar nuestro templo personal, viviendo en obediencia; (6) conversión es mucho más que arrepentimiento y perdón, es el nivel más elevado de la estatura de Cristo.

¿DÓNDE ESTÁ EL FUNDAMENTO DE ESTAS AFIRMACIONES?

Todo hijo de Dios, que sigue a Cristo, debe pasar todos sus pensamientos y acciones por el tamiz de la palabra (la biblia), y este no será la excepción, entonces preparémonos para lo que el Señor quiere hoy revelarte a ti, amado hermano:

1.        2 Crónicas 7:14 “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. ¿Quién es el pueblo de Dios? Nosotros, ¿Quiénes invocan su nombre, oran y buscan de su rostro?, si la lógica no me falla, nosotros; entonces ¿Quiénes se deben humillar y convertir? Pues, nosotros, así que hijo de Dios no trate de justificar su pecado, es hora de cambiar de rumbo, devuélvase de sus malos caminos, no lo piense más.

2.        Mateo 12:30 “El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama”. Si no nos sometemos al Espíritu Santo, cometemos el error de colocarlos del lado del mundo, la carne y el mal, por lo tanto desparramamos convirtiéndonos en enemigo de Dios. Santiago 4:4-5 “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?”.

3.        Efesios 4:22-24 “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”. Hay hijos de Dios que son recurrentes y reiterativos en un mismo pecado, porque no se han despojado de los viejos vicios, se dejan arrastrar por ese deseo engañoso, no han sido renovados de alma, cuerpo y espíritu, ya que se resisten vivir en santidad. Y que dice el Señor al respecto en Hebreos 10:26-27 “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios”.

4.        Tito 2:11-14 “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras”. Quien se niega a renunciar a la impiedad, a sus deseos mundanos y no vive sobria, justa y en santidad pisotea al hijo de Dios, pisotea la sangre derramada en la cruz, contrista al Espíritu Santo que mora en nosotros, así que está palabra es para quienes caemos en estas cosas: Hebreos 10:29 “¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?”.

5.        Zacarías 6:12 “Y le hablarás, diciendo: Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotará de sus raíces, y edificará el templo de Jehová”. Obedecer no es una imposición sino una decisión, es la acción más genuina de agradar al Señor, es derribar mi altivez y argumentos para purificarme ante Dios. 2 Corintios 10:5 “Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”; 1 Pedro 1:22-23 “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre”.

6.        Hechos 3:19-20 “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado”. Estas palabras iban dirigida al pueblo de Dios, y ¿Quién es el pueblo de Dios en estos tiempos?, pues nosotros, que tenemos que llegar a la unidad, conocimiento y santidad de Jesucristo a través de la conversión de cada área de nuestras vidas. Efesios 4:13 “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”.

REFLEXIÓN FINAL

El Señor no desea que ninguno de sus hijos se pierda, por eso ha prolongado su misericordia, dando tiempo para el arrepentimiento y la conversión genuina. 2 Pedro 3:9 (BLP) “No es que el Señor se retrase en cumplir lo prometido, como algunos piensan; es que tiene paciencia con vosotros y no quiere que nadie se pierda, sino que todos se conviertan”; Ezequiel 18:32 “Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis”.

La conversión es un proceso, no un acontecimiento, que se inició con el nuevo nacimiento, cuando recibimos a Cristo, 1 Juan 5:4-5 “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?”; y finaliza cuando hayamos vencido en Cristo, en tal sentido, un hijo de fe es un hijo convertido, uno que venció el pecado huyendo de la tentación, se fortaleció y lavó a diario su ropa espiritual en la presencia del Espíritu, santificándose con obras dignas de arrepentimiento, guardando, haciendo y obedeciendo la palabra del Señor: Apocalipsis 22:14 “Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad”; Apocalipsis 2:11 “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte”; Apocalipsis 2:26 “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones”; Apocalipsis 3:5 “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”.

 

Nosotros somos el reflejo de lo que hay en nuestro corazón, el testimonio habla por sí solo, si decimos que somos hijos de Dios, y en nuestras acciones son contrarias, es porque el Espíritu Santo no gobierna nuestras vidas, no hemos vencido, por eso no reflejamos la luz de amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza entre otras cosas; somos címbalos resonantes, que lo único que hacemos es ruido y no nos hemos convertido. El Señor, hijo de Dios, te exhorta a convertirte, si piensas que ya lo hiciste, gloria Dios, mantente firme; sino lo has hecho, gloria a Dios, porque estamos a tiempo para arrepentirnos y enderezar nuestro camino, porque el tiempo se acaba y los tiempos de gracia dejaran de ser y ya no habrá oportunidad para quienes lo ignoren. Esforcémonos y seamos valientes ¡Dios te bendiga!

sábado, 2 de septiembre de 2023

EL ARMA DE DESTRUCCIÓN MASIVA

 

Juan 10:10ª “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir;…”

Muchas veces cuando escuchamos las palabras hurtar, matar o destruir y sus sinónimos, generalmente le achacamos esos verbos a factores externos, porque es muy difícil reconocer que nosotros somos fuentes de perversidad, codicia, ambición o maldad y que hacemos daño a otros con nuestras acciones; pero esto no es nuevo, en la historia de la humanidad, hemos visto como el hombre ha ido destruyendo poco a poco la creación de Dios con armas inventadas por él, amén de que el maligno también tiene lo suyo.

Pero, ¿Cuál es el arma más poderosa que se ha inventado que busca destruir a las personas?

Se podría pensar que la bomba atómica de los norteamericanos, la bomba racimo de los rusos, un virus u organismo patógeno de los chinos, la cámara de gases de los alemanes, entre otros; tratando de ponerle nacionalidad, pero lo que sí es una verdad que es el hombre.

Un ejemplo, el pasado 6 de agosto de 1945 señala la historia que los EEUU bombardearon la población de Hiroshima y tres días después la de Nagasaki, trayendo como consecuencia destrucción y muerte en esas provincias de la nación Japonesa. Es importante resaltar, que si no lo hubiesen lanzado ellos, seguramente los alemanes o rusos lo hubiesen hecho; por qué ya estaba sembrado en el corazón del hombre, a sabiendas de que era un arma de destrucción masiva.

Solamente en Hiroshima, murieron al menos 70.000 personas en la explosión inicial, mientras que otras 70.000 más murieron a causa de la exposición a la radiación. El total de muertos en cinco años puede haber alcanzado o incluso superado los 200.000, debido al cáncer y a otros efectos a largo plazo, según las estadísticas del Departamento de Energía del Proyecto Manhattan.

Su efecto fue tan destructivo, que al dejar caer la segunda bomba sobre Nagasaki, mató a más 80.000 personas, estimándose que murieron más de 500.000 personas por su acción nefasta, por lo cual Japón incondicionalmente acordó aceptar los términos de la rendición el 14 de agosto; muchos de nosotros, cuando cae una bomba de desgracia en nuestras vidas, por lo general, nos rendimos ante la frustración, depresión, desolación, decepción, rencor, venganza, permitiendo que estos efectos nos consuman y destruyan, llevándonos muchas veces a la muerte.

Espiritualmente hablando también existen Armas de Destrucción Masiva, cuyo principal componente es el pecado, que han sido utilizadas convenientemente por el enemigo o ladrón (Satanás, mundo o la carne) para destruirnos. Cuando separamos en dos la palabra masiva se nos revela lo siguiente:

MAS IVA = + IVA

La palabra dice lo siguiente en Romanos 6:23a: “porque la paga {rendición} del pecado es muerte…”; el pecado es el Arma de destrucción y el IVA adjuntado es la muerte, pero acá se refiere a la muerte espiritual, porque la muerte física es un hecho.

Entonces, recordemos que el ladrón solo vino para hurtar, matar y destruir., por eso Pedro advertía en 1 Pedro 5:8 “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”.

Es obvio que el diablo no es el único adversario que tenemos, ni el más peligroso, porque el más dañino ha sido nosotros mismos, por eso es tan importante identificar cuales son las armas que el ladrón usa para poder neutralizar su efecto con la ayuda del Señor y evitar exponernos a su acción destructora.

¿CUÁLES SON ESAS ARMAS DEL LADRÓN?

1.    EL CELULAR: Es una herramienta de este último siglo usada por el rey de este mundo para adormecer, enfriar, distraer o enceguecer al hombre, el cual se ha sembrado en nuestro corazón como la cizaña para robar nuestro tiempo de comunión con el Señor.

El celular va destruyendo el matrimonio, las relaciones familiares, amistosas o de trabajo, matando poco a poco nuestra vida en especial el alma y el espíritu. Mateo 13:25 “Pero mientras dormían los hombres {no velaban}, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue”; Mateo 13:39a “El enemigo que la sembró es el diablo;…”.

El celular es un instrumento que ha idiotizado a la sociedad como decía Einstein, en especial a los hijos de Dios;  tal adicción los mantiene sumergido en un mundo virtual, surrealista, en un meta verso que nos aparta del amor, del camino, la verdad, de la oración, la alabanza, la presencia, la comunicación con Dios, la iglesia, los hermanos y familia.

La palabra dice: Romanos 12:2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”; esta exhortación del Señor, nos hace un llamado a renovar el entendimiento, sin embargo, el celular ha creado una adicción en nosotros tan fuerte que nos aparta de Dios, haciéndonos dependientes de las redes sociales, el chisme, las mentiras, la pornografía, la perversidad, la codicia, etc. alimentando nuestras vidas de basura; por eso debemos vencer tal adicción con la ayuda del Espíritu Santo, de lo contrario nada podemos hacer.

Para muchos es enfermizo quedarse sin baterías del celular o sin saldo, que se lo roben o pierda, porque entran en un estado ansiedad, depresión o ira tal, que denota que tan esclavos somos de la tecnología y de los designios del enemigo, sus demonios y asechanzas.

Ojo, este aparato tecnológico ha concentrado en uno solo sitio todo el poder de destrucción, manipulación e impiedad del teléfono fijo, la televisión, la computadora, el reloj, la cámara, la radio, la linterna, el espejo, el periódico, las revistas, los libros, los videos juegos, la billetera, la pornografía, la infidelidad, perversidad, maldad, etc., haciéndonos inmundos o llenos de mundo, es por ello que se considera un arma de DESTRUCCIÓN + IVA o un arma de destrucción y muerte.

2.    LA DESOBEDIENCIA: Es tan adictiva como el celular; basta con decirle a una persona que no haga esto o aquello, e inmediatamente pareciera que se le siembra el anhelo de hacer lo contrario por su naturaleza pecaminosa; por eso obedecer al Señor es de vital importancia, ya que es la única manera de mantenernos resguardados del maligno, en especial cuando nos revestimos de la Armadura de Dios, porque Cristo es nuestro escudo, castillo, libertador, cualquier otra cosa, lugar, sentimiento o acción es necedad, rebeldía, insensatez o imprudencia, que originará en nuestras vidas destrucción y muerte espiritual.

Juan 14:23 “Le contestó Jesús: -El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en él”; Salmo 18:2 “Señor, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio”; Efesios 5:17 “Así pues, no seáis necios {desobedientes, rebeldes, insensatos, imprudentes}, sino entended cuál es la voluntad del Señor”.

Tiene que quedar claro que sólo se puede entender la voluntad de Dios cuando estamos en obediencia, por eso para muchos de nosotros entenderla es muy difícil, porque somos desobedientes, parece ser que someternos a la palabra no es una opción y por supuesto trae consecuencias.

Santiago 1:22, 25 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”; “Mas el que hubiere mirado atentamente en la perfecta ley, que es la de la libertad, y perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho”; 1 Corintios 2:14 “Pero el hombre natural {desobediente} no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente {en obediencia al Señor}”.

Por este motivo la desobediencia es un arma de DESTRUCCIÓN + IVA, ya que muchas almas se han perdido o han sido desechadas por no querer someterse a los designios del Señor. Mateo 7:23 “Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”.

3.    LAS TENTACIONES: La tentación es un arma utilizada por satanás a través del mundo para hacerlos caer en sus redes, lazos o trampas, con el objetivo de destruirnos, cobrando sus impuestos e intereses de muerte. Cada vez que pecamos producto de las tentaciones, nos debilitamos e introducimos oscuridad y muerte a nuestras vidas, le damos fuerza al enemigo para que haga y deshaga en nosotros, le abrimos la puerta para que entre, hurte, mate y destruya.

Santiago 4:7 “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”; Mateo 26:41 “Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil”.

Si por fe nos sometemos al Señor, resistiremos y huiremos de la tentación venciendo, al no caer, así como Cristo venció al mundo, de lo contrario seremos blanco fácil de los dardos del enemigo que busca apartarnos de su protección y santidad, destruyendo nuestra vida espiritual.

Efesios 6:16 “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno”; 2 Timoteo 2:22 “Huye de las malas pasiones de la juventud, y esmérate en seguir la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con los que invocan al Señor con un corazón limpio”.

Existen muchas otras armas de DESTRUCCIÓN + IVA tales como: La manipulación, la estafa, la injusticia, el ego, la soberbia, la avaricia, la idolatría, el homosexualismo, la ira, la envidia, el adulterio, la fornicación, las borracheras, etc., instrumentos que utiliza el enemigo para tratar de oscurecer, entenebrecer y matar nuestra vida espiritual, de acá se desprende el esfuerzo y tener la valentía de asumir una vida en serio en el Señor, es decir vivir en integridad, sobriedad y santidad.

1 Corintios 6:9-10 “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores heredarán el reino de Dios”.

CONCLUSIÓN

Las armas espirituales de DESTRUCCIÓN + IVA tienen el objetivo de robar el alma de los hijos de Dios, matar su vida espiritual y destruir la obra del Señor; porque el enemigo, como mal perdedor, ha utilizado desde siempre la debilidad del hombre para tratar de destruirnos a través de nuestros ojos, nuestro entendimiento o nuestra voluntad, haciéndonos esclavos de él, afectando nuestra salud mental, emocional y espiritual, queriendo exterminar esta y la próxima generación.

Romanos 6:16 “¿O no sabéis que a quien os presentáis a vosotros mismos como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?”

REFLEXIÓN

Habacuc, fue un hijo de Dios que nunca tuvo miedo a estas armas de destrucción de su tiempo en Babilonia, dónde reinaba el poder humano (militar), político (ideológico y religioso) y económico (dinero); él sabía, en Espíritu, que vivir y morir en Cristo era la solución, es por ello que nunca se cansó de velar y estar atento a las maquinaciones del enemigo, cumplir la voluntad de Dios era su meta y convertirse de sus malos caminos era prioridad, ya que era ganancia.

El apóstol Pablo decía que él tenía todo por basura por amor a Cristo, perder en el Señor era ganar salvación y vida eterna, por eso a Habacuc le fue revelado este versículo:

Habacuc 3:17-18 “Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación”.

La exhortación hoy es que luchemos contra las armas de DESTRUCCIÓN + IVA, manteniéndonos en santidad; que oremos y demos gracias al Señor por todo. Vistámonos de la armadura de Dios en el día malo, porque la lucha no es contra carne ni sangre, y sobretodo no perdamos la oportunidad de disponer nuestro corazón en amor y obediencia a cumplir la voluntad del Padre, sin dudas ni limitaciones, y veremos la gloria de Dios, porque Él es bueno y para siempre es su misericordia. Amén.

Efesios 6:10-11 “Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo”; Efesios 6:13 “Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza”; Efesios 6:18 “Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alertas y perseveren en oración por todos los creyentes”.

viernes, 21 de julio de 2023

MI CURRICULUM VITAE

“Mejor es el buen nombre que el buen ungüento,…” Eclesiastés 7:1a 

El término curriculum procede del latín (su raíz es la de cursus y currere). En la Antigua Roma se hablaba del cursus honorum, que significa la suma “de los honores” que iba acumulando el ciudadano romano a medida que iba desempeñando sucesivos cargos políticos, religiosos o militares, durante el transcurso de su vida (o vitae). El término de curriculum se utilizaba para significar lo que había sido su carrera en años. En el idioma actual, se bifurca en dos sentidos: por un lado, se refiere al recorrido o curso de la vida (Reputación), y el otro, los logros obtenidos en ella (Resultados). 

Generalmente nosotros hacemos el esfuerzo por presentar nuestro mejor curriculum, uno donde se muestra todo lo bueno, las capacidades y competencias que hemos adquiridos durante nuestro caminar por la vida. ¿Quién de nosotros en su curriculum ha colocado qué ha sido: injusto, fornicario, idólatra, adúltero, ladrón, avaro, borracho, maldiciente, estafador, entre otras cosas? ¿Qué tanto se esfuerza usted por presentar el mejor curriculum ante el Señor? 

El curriculum se construye generalmente en base a una buena reputación, sin embargo, esto no es totalmente cierto, hay quienes creen que tener una buena reputación no es necesario para tener un excelente curriculum, hay quienes tienen llena las paredes de su casa con títulos, reconocimientos por haber pasado por algún cargo importante o certificados por haber ejercido poder en diferentes áreas laborales, sociales, políticas, religiosas, etc., públicas o privadas, sin embargo, nadie recuerda su curriculum, a menos que los resultados obtenidos hayan transcendidos de acuerdo a los propósitos de Dios, para bien o para mal, por ejemplo tenemos el caso de Pablo, su curriculum le precedía, y muchas personas le tenían miedo, a pesar de, eso no fue un impedimento para Dios, ya que en su soberana voluntad limpió su curriculum, su prontuario, y fue a partir de ese momento donde se empezó a escribir una nueva hoja de vida, un nuevo curriculum: Hechos 9:13 “Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre {Saulo}, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén”; Hechos 23:11 “A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma”. 

Ganarse el prestigio o la reputación (honor y honra) demanda de un arduo trabajo, porque se requiere demostrar evidencias o resultados tangibles, que la mayoría de las veces depende del testimonio que damos ante otro. La reputación es, por lo general, lo que se pone en evidencia, y esta considerada como la opinión o estima que tienen los demás sobre alguien o algo. Por ejemplo: «Voy a invitarte a un restaurante que tiene muy buena reputación»; «El delantero llegó al equipo precedido por su mala reputación en lo referente a la conducta y el apego a las normas»; «El Dr. Vargas no debería actuar de esa forma: está en juego su reputación y su futuro profesional». 

Dependiendo del contexto, el término de reputación puede ser utilizado con una connotación negativa o positiva, es decir, está relacionada con las características a destacar de la persona; y la opinión pública es importante dentro de su dimensión; he escuchado como muchos hijos de Dios dicen que no les importa lo que otros hablen de ellos, sin embargo, al evaluar encontramos que, la mayoría se mueren o se les retuercen las entrañas cuando escuchan, creen o sospechan que alguien desprestigia su nombre, porque son seres humanos que sienten y se ven afectados, con ciertas palabras o acciones de personas de su entorno, tanto así que son capaces de cambiar su semblante ante esta situación, inclusive pueden agredir, quitar el habla, maldecir en su corazón o tratar de arremeter contra aquellos que los ponen en evidencia porque esto les duele en su alma (Mente, emociones, sentimientos). 

Lucas 6:27-29 “Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra;…”; Génesis 4:4-7 “Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó {enojó} Caín en gran manera, y decayó su semblante. Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado {enojado}, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él”. 

Muchos hijos de Dios, que andan o no en pecado, dicen en la carne y sin temor del Señor, que no les importa lo que la gente del mundo o los hermanos hablen de ellos, sólo les importa lo que Dios diga, y se basan en que la misericordia y el amor de Dios es para siempre, para justificar la mancha de su curriculum; pero existe un pequeño detalle (explicado en Mateo 13:37-39), si nosotros somos la semilla de trigo, la semilla buena del campo, y somos Hijos de Dios es porque los deseos del Padre queremos hacer, entonces ¿Por qué alimentamos la cizaña, con la altivez? ¿Por qué no nos humillamos ante el Señor, e inclusive ante los hombres? Pues, por orgullo, soberbia y altivez, producto de falta de conversión y entendimiento. 

Juan 8:44-45 “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y a mí {Jesucristo}, porque digo la verdad, no me creéis”. 

Me pregunto: ¿Usted es capaz de decir que no les importa lo que otros opinan de su persona? ¿Cree que Dios aprobaría este tipo pensamiento o conducta?; pues, yo lo pensaría dos veces, observemos lo que dice palabra en: Romanos 3:10-12 “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”; Romanos 3:23 “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios”, entonces “NO DIGA ESA BARBARIDAD”; más bien todo lo contrario piense que: 1 Timoteo 3:7 “Debe gozar también de una buena reputación entre los de afuera {de la iglesia, sus vecinos, la comunidad, su trabajo}, para que no caiga en descrédito y en el lazo del diablo”; Marcos 9:42 “Y cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase al mar”; Hebreos 10:26 “Porque si pecamos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por el pecado”; Es necesario dar un buen testimonio de que somos hijos de Dios, ya que Cristo vive en nosotros y Él debería ser nuestra reputación. 

CÓMO ARMAR NUESTRO MEJOR CURRICULUM 

Todo curriculum está construido en base la reputación. La reputación de un creyente es su testimonio, construir o armarla no es una tarea fácil porque debe haber disposición y conversión de corazón, es decir debemos vencer al pecado con obras dignas de arrepentimiento; No es fácil, pero tampoco es imposible, sólo hay que ser valiente y esforzarse diligentemente, porque no basta con ser oidores, sino hacedores de la palabra. Para hacer esto debemos: 
1. Someternos al Espíritu Santo. Juan 15:26-27 “Cuando venga el Consolador, a quien yo enviaré del Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre, Él dará testimonio de mí, y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio”; pero ¿Está seguro que el Espíritu Santo, mora en Usted? ¿Quién está dispuesto a presentar su pecado, su hoja oscura? Y testificar cómo Cristo ha convertido cada área de su vida, presentando los testigos. 
2. Negarnos a nosotros mismo, velando por nuestra vida espiritual, orando y humillándonos en todo tiempo, para sanar nuestra alma. Mateo 26:41 “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”; Lucas 9:23 “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”; 2 Crónicas 7:14 “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. 
3. Ser obedientes, guardando sus mandamientos. Deuteronomio 28:1 “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra”. 
4. Amar de corazón, sin ningún interés, y servir a otros con espíritu ferviente mostrando bondad y benevolencia, como si fuera para el Señor. Romanos 12:10-11 “Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor”; Colosenses 3:23 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”. 
5. Renovar nuestros pensamientos para poder entender la voluntad del Padre que es buena, agradable y perfecta, sin titubeos. Romanos 12:2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”; Lucas 10:20 “No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo”. 

SIN CONVERSIÓN NO HAY CURRICULUM QUE VALGA

Muchos pensamos que haber sido Jefes, Gerentes, Directores, Apóstoles, Pastores, Ministros, o haber predicado, orado y alabado en tarima, profetizado, sacado demonios, sanado enfermos, diezmado, etc., es suficiente para nuestro curriculum; pero lean detenidamente esta perla: Mateo 7:22-23 “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”; ¿Por qué será que Jesús les dijo que nunca los conoció? ¿Será que eran hacedores de maldad? O más bien ¿Los deseos del diablo querían hacer (Mentira, vanagloria y poder)? 

Pues déjeme decirles que estas cosas también las hacen los políticos, los militares, los impíos, los apóstatas, los religiosos y hasta los brujos. Cómo hijos de Dios, si no nos humillamos ni existe una verdadera conversión no habrá curriculum, ni prestigio, ni mucho menos reputación que valga la pena; seremos apartados de la presencia del Señor, entonces no se crea que porque alaba, adora, predica, lleva una iglesia, un ministerio, un grupo de oración, etc., es suficiente, sin obediencia ni conversión, nada de esto vale, solo es aflicción del espíritu; por eso es tan importante cuidar de nuestro testimonio y vivir en santidad. Eclesiastés 1:16-17 “Hablé yo en mi corazón, diciendo: He aquí yo me he engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia. Y dediqué mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu”. 

Aprendamos de nuestro Señor Jesucristo, que siendo Dios, se despojó de sí mismo para venir a morir por nuestros pecados, solo por amor a nosotros, cosa que no merecíamos, y cuando caminó entre nosotros se dedicó a honrar y exaltar al Padre, no perdía la oportunidad de llevar una palabra de aliento, de salvación y esperanza a los pobres, a los desechados, a los enfermos, a los pecadores, porque a los suyos vino, sin embargo, por la necedad de nuestro corazón no quisimos escucharlo a pesar de su testimonio, aún en estos tiempos. Filipenses 2:7 “…se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres”; Lucas 23:4 “Y Pilato dijo a los principales sacerdotes, y a la gente: Ningún delito hallo en este hombre”; Juan 1:11 “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron”. 

REFLEXIÓN 

Hoy el Señor nos quiere limpiar nuestro curriculum espiritual, Gracias a Él, podemos tener su testimonio en nuestras vidas, es decir, el ticket de entrada al reino de Dios, pero para entrar debemos dar el paso, requisito suficiente para ingresar, queda de parte nuestra convertirnos, y dar testimonio a otros (gozar de la buena reputación que Cristo nos da). 

Saque cuenta, ya deberíamos haber vencido al mundo, si tiene dudas de esto, es hora de que se revise, para no convertirnos en cizañas, hijos de satanás, seres inmundos o hijos llenos de mundo. 

Ojo, el tiempo se agota, por lo tanto, dispongamos nuestro corazón y renunciemos al pecado, a nuestra torpe manera de pensar, a la doble vida, que nuestro Curriculum sea la hoja intachable escrita en el libro de la vida, que da honor y gloria al Cordero; que nos ha dado, da y dará la oportunidad de estar en su presencia. 

Este refrigerio que trae hoy el Señor, por la cual le damos alabanza y gloria, es para usted y para mí. Demos gracias al Padre, al Hijo y a su santo Espíritu por no cansarse de esperar por nosotros, no merecemos tanto, es hora de vencer; Joel 3:10b “…Diga el débil: Fuerte soy”; Que nuestro curriculum esté lleno de obras dignas de arrepentimiento y santidad: 

Apocalipsis 21:27 “Y jamás entrará en ella nada inmundo, ni el que practica abominación y mentira, sino sólo aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero”; 

Apocalipsis 3:5 “Así el vencedor será vestido de vestiduras blancas y no borraré su nombre del libro de la vida, y reconoceré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles”. Amén…

sábado, 29 de abril de 2023

EL TALENTO DE IGNORAR LOS TALENTOS

 

Foto Cortesía de Guillermo Almea

El mundo es un manojo de contradicciones, se puede observar cómo existen sociedades desarrolladas que anhelan o sueñan tener lo que las sociedades menos aventajadas poseen (aquellas denominadas del tercer mundo), y por otro lado vemos como estas sociedades envidian las mieles que los primeros presumen. Sin embargo, a cada región, país, nación, sociedad o a cada persona, Dios le dio bendiciones, en forma de dones y talentos, que muchas veces nos empeñamos en invisibilizar, corromper, oscurecer, empañar, manipular o pervertir, solo por el hecho de satisfacer un deseo o interés personal, alimentar el ego o las necesidades más básicas, que no nos permiten avanzar y crecer espiritualmente.

A sus 33 años, dos días antes de la pascua, Jesús les había dicho a sus discípulos, que el tiempo de ser entregado y crucificado había llegado; el tiempo en que las naciones lo reconocerían cómo Señor y Salvador; previamente a esto les había dejado como enseñanza tres cosas importantes: La primera era la parábola de las 10 vírgenes donde resaltaba el valor que tenía desarrollar y preservar los dones de espíritu, ser un hombre íntegro que dependa del Espíritu Santo, cuidar el aceite con que la luz de Cristo brilla en nuestras vidas es fundamental para la eternidad; la segunda la parábola de los talentos, esos talentos dados por Dios a todos, pero que muchos desconocen que los tienen; y tercero el anunció del juicio en los últimos tiempos a los hijos obedientes y desobedientes; el cual muchos no han comprendido porque su fe es débil; Mateo 26:1-2 “Cuando hubo acabado Jesús todas estas palabras, dijo a sus discípulos: Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado”. Aclaro, hay detalles que no son visibles a simple vista, no es coincidencia que estas tres cosas tuviese ese orden, y se puede leer Mateo 25, pero Dios tiene un propósito para todo, y nada es casualidad; sin embargo, no debemos olvidar que existe una causalidad que se deriva de nuestras acciones, la cual será tomada en consideración a la hora de dar cuentas en el momento que Dios así lo decida.

En otro orden de ideas, para un hijo de Dios, todos los días deberían ser días de pascua, ya que deberíamos ser liberados y sanados por Dios a cada momento, como lo hizo con el pueblo de Israel en Egipto; y así mismo, tomar el camino incierto del desierto, confiados de que Dios va delante de nosotros por lo cual no hemos de temer; sin embargo, muchos tenemos el talento de desperdiciar los talentos, es por ello que la reflexión de hoy trata sobre EL TALENTO DE IGNORAR LOS TALENTOS, basándome en la Parábola de los talentos; un tema muy trillado, pero que tendemos a mirar con simpleza y rapidez porque pensamos que ya lo sabemos todo al respecto, acarreando muchas veces confusión cuando no se escudriña en profundidad la palabra: Mateo 25:14-30 “Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos”.

Iniciemos nuestra reflexión trayendo acotación lo siguiente: TALENTO proviene del latín talentum y este del griego tálanton que significa “Préstamo”; en el tiempo antiguo los préstamos se hacían, entre otras cosas, con la finalidad de ir probando la honestidad, diligencia y corazón de cada hombre, por lo tanto poner su honor como garantía de pago era algo serio y más común de lo que podemos suponer, quien no cumplía con los compromisos e intereses, pagaba con la muerte.

Ahora bien, observemos como en ambas lenguas se le llamaba “Talento” a cierta moneda de oro, la cual era la unidad monetaria de mayor valor de ese entonces porque era pesada y fabricada de oro; decir que se tenía un talento, era decir hoy en día, que se es un hombre rico; lo más preciado, monetariamente hablando, era el talento.

Cuando el Señor Jesucristo resucitó, y reunió a los discípulos, les entregó el mayor de los tesoros que poseía en ese momento en calidad de préstamo (prueba), sus talentos; ¡Ojo! por mucho que podamos esforzarnos no nos pertenecen porque son de Dios: entre ellos se encuentra su palabra, su Espíritu, sus enseñanzas, su testimonio y su iglesia, entendiendo por iglesia al grupo de personas que le seguían; de acá es donde se deriva que los talentos son aquellas dotes (capacidades prestadas) que deben ser aprovechadas para el servicio del Señor y no para servicio personal.

DIFERENCIA ENTRE DON Y TALENTO

Según la RAE, un talento es la capacidad o competencia que tiene una persona para realizar una determinada actividad o tarea. Cuando hablamos de talento, nos referimos a la capacidad especial o la facilidad que tiene una persona para aprender o ejecutar una determinada tarea. Por ejemplo: Aprender el oficio de la carpintería, la medicina, la ingeniería, la música, etc. Hoy se podría preguntar ¿Cuál es mi talento? ¿Qué habilidad he aprendido que se me hace fácil de ejecutarla? ¿Piense en qué talento posee?

Muchas veces negociamos con nuestros talentos, para ganar dinero, lo cual es lícito; pero muy pocos son los que ponen sus talentos al servicio de quien se los dio en calidad de préstamo, observen lo siguiente: Mateo 25:16-18 “Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció {aprovechó, dialogó, ganó, utilizó, comercializó} con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó {enterró, escondió, ocultó, disfrazó, contuvo} en la tierra, y escondió el dinero de su señor”.

Es bien conocido que un Don es un regalo o dádiva que Dios nos da para manifestarse y operar cuando Él lo desee, y tiene la finalidad de glorificar su nombre, un ejemplo es el don de sanidades, el cual no necesita ser doctor para sanar una persona, sino por la manifestación o poder del Espíritu Santo puede sanar, como lo hizo el apóstol Pedro con el paralítico. Este regalo dado por Dios es una capacidad espiritual que se inserta en nuestro ser desde nuestra concepción o nacimiento espiritual, para servirle, y que define nuestra genética espiritual. Sin embargo, ¿UN DON SERÁ UN TALENTO?

Hay una línea muy delgada que los separa, sin embargo, eso no depende de usted ni de mí, sino del Señor; pues, “…Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Filipenses 2:13). Lo que si queda claro es que el Talento puede aprenderse, obtenerse o desarrollarse a través de la diligencia de cada persona o la enseñanza de terceros, siempre y cuando el Señor así lo permita, gracias a su buena voluntad; Proverbios 22:6 “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”; en cambio, el don está presente en nuestro ser desde el nacimiento, es por ello que escucha exclamaciones cómo: ¡Nació con ese don!.

Hay talentos que pueden ser entregados o desarrollados por los hijos de Dios, pero no necesariamente son dones espirituales, sino que, por su disposición, fidelidad, servicio y obediencia han hecho que el Señor se los otorgue, y por ellos darán cuenta recibiendo bendición y gozo en el Señor: Mateo 25:19-23 “Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”; hay quienes no entienden que cuando uno pone sus talentos al servicio del Señor recibe el título de “SIERVO BUENO Y FIEL” y este viene acompañado de bendición y gozo, una vez Jesús regrese por sus hijos.

Pero que pasa, con los negligentes, perezosos, necios, apáticos, indolentes, cobardes, incrédulos, sordos, ciegos, malos, etc.,   Mateo 24:24-30 “Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”; Pues, este también recibirá un título, el de “SIERVO MALO; NEGLIGENTE E INÚTIL”, nos guste o no, se puede apreciar levemente que aún sus dones y talentos le serán quitado, es decir, el Espíritu de Dios. Por ese motivo el salmista dice en el Salmo 51:11 PDT: “No me alejes de ti; ni me quites tu santo Espíritu”; la pregunta sería ¿Quién se aleja de quién?

¿QUÉ QUISO DECIR JESUCRISTO CON LOS TALENTOS?

Existen muchas interpretaciones sobre esta parábola y todas conducen al mismo lugar, sin embargo, le recomiendo que ore y pida dirección al Espíritu Santo para lo que está a punto de leer le sea revelado y no tenga miedo a ser confrontado, ya que lamentablemente tenemos el talento de ignorar los talentos, eso sí, de hacerlo, no lo haga para crear un sentimiento de culpa, sino para fortalecerse en espíritu y verdad:

1.    CREA Y TENGA LA CAPACIDAD: Juan 1:12 “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad {Capacidad, el poder} de ser hechos hijos de Dios”; cuando dice “a los que creen” me refiero a dos verbos: Creer (de fe, de certeza, de confianza) y Crear (de hacer, de arrepentirse, de convertirse); ambos muy utilizado en la jerga religiosa, pero solo sirve para soterrar el talento, decida a creer y crear en Cristo, Dios ha dado la capacidad, solo tiene que desarrollarlo.

2.    ESTÉ APTO, RENUNCIE AL PECADO: Lucas 9:62 “Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios”; Seamos aptos, superemos el PASADO a través del perdón,  y renuncie al PECADO; estos dos son lastres que no nos permiten despegar y volar como las águilas, nos mantiene en una zona de confort de muerte que nos impide dar el paso definitivo a Cristo.

3.    SEA AYUDA IDÓNEA, ESFUÉRCESE: 2 Timoteo 2:1-2 “Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”; Sea un hijo fiel, la ayuda idónea que necesita Jesucristo para seguir levantando su iglesia, no desperdicie su tiempo, si tiene que trabajar, pues hágalo, pero en su trabajo siembre en otros la palabra y verá la gloria de Dios manifestada en cada amigo, familiar o compañero.

4.    ILUMINE SU ENTENDIMIENTO, QUE SU TESTIMONIO HABLE: Santiago 3:13 “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre”; Los talentos puestos al servicio de Dios serán el mejor testimonio que podemos tener, no importa que sea uno o cinco, eso no es lo trascendental, sino la disposición de hacerlo de corazón, entendiendo lo que representa Jesucristo para nuestra vidas.

5.    SEA CONSCIENTE DE DÓNDE PROVIENEN SUS TALENTOS: 2 Corintios 3:5-6 “No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, más el espíritu vivifica”; Entienda que los talentos son un préstamo de Dios, y como tal, no se jacte ni ufane, porque eso es pecado, sea humilde de corazón y Dios lo recompensará.

6.    EDIFIQUE CON SABIDURÍA E INTELIGENCIA: Proverbios 24:3-4 “Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará; y con ciencia se llenarán las cámaras, de todo bien preciado y agradable”; Proverbios 3:13 “Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia”; Tener conocimiento no es sabiduría, la sabiduría es saber qué hacer con ese conocimiento y la inteligencia es la acción, para glorificar al Padre, el Señor se lo dijo a los discípulos y hoy te lo dice a ti y a mí, pon tus talentos al servicio de Dios y recibiremos mucho más de lo que esperamos.

7.    ACTÚE CON SENSATEZ Y PRUDENCIA: Proverbios 19:11 (BJ) “El hombre sensato domina su ira y tiene a gala pasar por alto la ofensa”; Proverbios 2:11-13 (H)  “La sensatez cuidará de ti y la prudencia te protegerá; te apartará del mal camino y de quienes hablan con maldad; de los que abandonan los senderos rectos y andan por caminos sombríos”; Mateo 7:24 “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca”; Siempre estaremos tentados a desviarnos de los propósitos Divinos, cuando somos autosuficientes gracias a nuestros talentos, títulos, grados o poder es cuando somos más débiles y susceptibles a perder nuestra alma; recuerde que todo talento soterrado es efímero; Dios está probando nuestros corazones para ver de qué material estamos hechos, dele gracias al Señor si usted hoy puede respirar y tiene un talento, porque le está dando la oportunidad de enderezar su camino, seguirle y postrarse a sus pies como señal de arrepentimiento, reconocimiento y gloria; sea obediente y no evada, la recompensa es grande.

REFLEXIÓN

Cuidemos nuestra vida espiritual, un talento que no está dirigido, gobernado o edificado por el Espíritu de Santo es un desperdicio, es trabajo en vano, que no tiene ningún valor, es el talento soterrado que se esconde para después excusarse como lo quiso hacer el siervo malo con el Señor; ¡Ojo!, “NO” echemos a perder el fruto de nuestro trabajo.

Salmos 127:1 “Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia”; 2 Juan 1:8 “Cuídense de no echar a perder el fruto de nuestro trabajo; procuren más bien recibir la recompensa completa”.

Que cada día, sea como los tiempos de pascua, tiempos de libertad, reflexión y arrepentimiento, para presentarnos como hijos santos, fieles, talentosos, limpios de corazón, hacedores de la palabra, obedientes a los mandamientos del Señor y que nuestro testimonio sea para su honra y edificación de la iglesia, pidámosle al Padre celestial que derrame el poder de su Espíritu y nos permita entrar en el gozo de su presencia, disponiendo de nuestros talentos como ofrenda viva, santa y  agradable. Amén!!!

2 Timoteo 2:15 “Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad”; Mateo 5:8 “Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios”; Romanos 12:1 “Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Éste es el verdadero culto que deben ofrecer”.