Al entrar a la Sala de
Observación del Hospital, postrado en una cama se encontraba mi amigo JD, que
al verme con ojos aguarapados, tratando de no soltar una lágrima, exclamó:
¡HERMANO BENDÍCEME, PORQUE ESTOY VIVO!; esas fueron sus emotivas palabras que
me llegaron al corazón, todo esto luego de haber sufrido un arrollamiento indirecto
en un accidente de tránsito aparatoso, donde se vieron involucrados trece (13)
vehículos, los cuales se vieron afectados por la poca visibilidad que provocó
un incendio en plena autopista, de tipo vegetal presente en lugar, derivado del
monte seco no atendido a los lados de la carretera, el verano y el elemento de
ignición que fue la basura (botellas, latas, plásticos, etc.) que muchos tenemos
por costumbre tirar por la ventana a manera irresponsable.