miércoles, 16 de diciembre de 2015

¡HABLANDO DE PAZ!


Una vez un famoso y sabio rey prometió un gran premio a aquella persona que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas reconocidos lo intentaron. El rey observó y admiró cada obra presentada, pero solo seleccionó dos que realmente le gustaron.

¡ESTOY SALADO!


Esta es una expresión que utilizamos mucho cuando las cosas no nos salen bien o como nosotros queremos, es tener una mala racha o una cadena de eventos desafortunados. Por Ejemplo: Una vez escuche que estaban en un almuerzo la familia de Pepe y el hijo le dice a la mamá: ¡Caramba mami, esta gallina sí que está salada! Y ella, mujer muy sabia y pueblerina le contesta: Pues claro hijo, no va estar salada si de sesenta (60) gallinas que había en el corral fue la única que maté. Así son las cosas, como diría el difunto Oscar Yánez. 

lunes, 14 de diciembre de 2015

EN TIEMPO DE TEMPESTAD, VOLVER AL PADRE


Es imposible para un cristiano diferenciar en la carne, lo santo de lo que no lo es. He observado como nosotros los hijos de Dios vivimos desgastando nuestras vidas en oraciones carnales, pidiendo a toda hora “bendiciones” terrenales y descuidando nuestra vida espiritual, que es realmente donde, se encuentran los verdaderos regalos que el Señor tiene preparados para los que le buscan de corazón y someten sus vidas a la potestad del Espíritu Santo, sin reservas ni restricciones.


EL HERMOSO PERRO


En estos días, me encontraba despidiendo frente a mi casa al queridísimo Pastor de mi amada iglesia, que me hacía una visita informal de las tantas que hemos tenido en este año, cuando de repente el vecino del frente sacó a pasear SU HERMOSO PERRO, un cachorro pastor alemán gigantesco, de brillante pelaje marrón y negro, el cual lo llevaba a arrastras por la fuerza y el tamaño que poseía, que si no fuera por el correaje que abrazaba su cuerpo y el esfuerzo que ejercía mi amigo con su humanidad, este podría salir desboscado, se apreciaba que el precioso animal estaba feliz de hacer lo que le ordenaba su regalidísima gana.