sábado, 29 de abril de 2023

EL TALENTO DE IGNORAR LOS TALENTOS

 

Foto Cortesía de Guillermo Almea

El mundo es un manojo de contradicciones, se puede observar cómo existen sociedades desarrolladas que anhelan o sueñan tener lo que las sociedades menos aventajadas poseen (aquellas denominadas del tercer mundo), y por otro lado vemos como estas sociedades envidian las mieles que los primeros presumen. Sin embargo, a cada región, país, nación, sociedad o a cada persona, Dios le dio bendiciones, en forma de dones y talentos, que muchas veces nos empeñamos en invisibilizar, corromper, oscurecer, empañar, manipular o pervertir, solo por el hecho de satisfacer un deseo o interés personal, alimentar el ego o las necesidades más básicas, que no nos permiten avanzar y crecer espiritualmente.

A sus 33 años, dos días antes de la pascua, Jesús les había dicho a sus discípulos, que el tiempo de ser entregado y crucificado había llegado; el tiempo en que las naciones lo reconocerían cómo Señor y Salvador; previamente a esto les había dejado como enseñanza tres cosas importantes: La primera era la parábola de las 10 vírgenes donde resaltaba el valor que tenía desarrollar y preservar los dones de espíritu, ser un hombre íntegro que dependa del Espíritu Santo, cuidar el aceite con que la luz de Cristo brilla en nuestras vidas es fundamental para la eternidad; la segunda la parábola de los talentos, esos talentos dados por Dios a todos, pero que muchos desconocen que los tienen; y tercero el anunció del juicio en los últimos tiempos a los hijos obedientes y desobedientes; el cual muchos no han comprendido porque su fe es débil; Mateo 26:1-2 “Cuando hubo acabado Jesús todas estas palabras, dijo a sus discípulos: Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado”. Aclaro, hay detalles que no son visibles a simple vista, no es coincidencia que estas tres cosas tuviese ese orden, y se puede leer Mateo 25, pero Dios tiene un propósito para todo, y nada es casualidad; sin embargo, no debemos olvidar que existe una causalidad que se deriva de nuestras acciones, la cual será tomada en consideración a la hora de dar cuentas en el momento que Dios así lo decida.

En otro orden de ideas, para un hijo de Dios, todos los días deberían ser días de pascua, ya que deberíamos ser liberados y sanados por Dios a cada momento, como lo hizo con el pueblo de Israel en Egipto; y así mismo, tomar el camino incierto del desierto, confiados de que Dios va delante de nosotros por lo cual no hemos de temer; sin embargo, muchos tenemos el talento de desperdiciar los talentos, es por ello que la reflexión de hoy trata sobre EL TALENTO DE IGNORAR LOS TALENTOS, basándome en la Parábola de los talentos; un tema muy trillado, pero que tendemos a mirar con simpleza y rapidez porque pensamos que ya lo sabemos todo al respecto, acarreando muchas veces confusión cuando no se escudriña en profundidad la palabra: Mateo 25:14-30 “Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos”.

Iniciemos nuestra reflexión trayendo acotación lo siguiente: TALENTO proviene del latín talentum y este del griego tálanton que significa “Préstamo”; en el tiempo antiguo los préstamos se hacían, entre otras cosas, con la finalidad de ir probando la honestidad, diligencia y corazón de cada hombre, por lo tanto poner su honor como garantía de pago era algo serio y más común de lo que podemos suponer, quien no cumplía con los compromisos e intereses, pagaba con la muerte.

Ahora bien, observemos como en ambas lenguas se le llamaba “Talento” a cierta moneda de oro, la cual era la unidad monetaria de mayor valor de ese entonces porque era pesada y fabricada de oro; decir que se tenía un talento, era decir hoy en día, que se es un hombre rico; lo más preciado, monetariamente hablando, era el talento.

Cuando el Señor Jesucristo resucitó, y reunió a los discípulos, les entregó el mayor de los tesoros que poseía en ese momento en calidad de préstamo (prueba), sus talentos; ¡Ojo! por mucho que podamos esforzarnos no nos pertenecen porque son de Dios: entre ellos se encuentra su palabra, su Espíritu, sus enseñanzas, su testimonio y su iglesia, entendiendo por iglesia al grupo de personas que le seguían; de acá es donde se deriva que los talentos son aquellas dotes (capacidades prestadas) que deben ser aprovechadas para el servicio del Señor y no para servicio personal.

DIFERENCIA ENTRE DON Y TALENTO

Según la RAE, un talento es la capacidad o competencia que tiene una persona para realizar una determinada actividad o tarea. Cuando hablamos de talento, nos referimos a la capacidad especial o la facilidad que tiene una persona para aprender o ejecutar una determinada tarea. Por ejemplo: Aprender el oficio de la carpintería, la medicina, la ingeniería, la música, etc. Hoy se podría preguntar ¿Cuál es mi talento? ¿Qué habilidad he aprendido que se me hace fácil de ejecutarla? ¿Piense en qué talento posee?

Muchas veces negociamos con nuestros talentos, para ganar dinero, lo cual es lícito; pero muy pocos son los que ponen sus talentos al servicio de quien se los dio en calidad de préstamo, observen lo siguiente: Mateo 25:16-18 “Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció {aprovechó, dialogó, ganó, utilizó, comercializó} con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó {enterró, escondió, ocultó, disfrazó, contuvo} en la tierra, y escondió el dinero de su señor”.

Es bien conocido que un Don es un regalo o dádiva que Dios nos da para manifestarse y operar cuando Él lo desee, y tiene la finalidad de glorificar su nombre, un ejemplo es el don de sanidades, el cual no necesita ser doctor para sanar una persona, sino por la manifestación o poder del Espíritu Santo puede sanar, como lo hizo el apóstol Pedro con el paralítico. Este regalo dado por Dios es una capacidad espiritual que se inserta en nuestro ser desde nuestra concepción o nacimiento espiritual, para servirle, y que define nuestra genética espiritual. Sin embargo, ¿UN DON SERÁ UN TALENTO?

Hay una línea muy delgada que los separa, sin embargo, eso no depende de usted ni de mí, sino del Señor; pues, “…Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Filipenses 2:13). Lo que si queda claro es que el Talento puede aprenderse, obtenerse o desarrollarse a través de la diligencia de cada persona o la enseñanza de terceros, siempre y cuando el Señor así lo permita, gracias a su buena voluntad; Proverbios 22:6 “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”; en cambio, el don está presente en nuestro ser desde el nacimiento, es por ello que escucha exclamaciones cómo: ¡Nació con ese don!.

Hay talentos que pueden ser entregados o desarrollados por los hijos de Dios, pero no necesariamente son dones espirituales, sino que, por su disposición, fidelidad, servicio y obediencia han hecho que el Señor se los otorgue, y por ellos darán cuenta recibiendo bendición y gozo en el Señor: Mateo 25:19-23 “Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”; hay quienes no entienden que cuando uno pone sus talentos al servicio del Señor recibe el título de “SIERVO BUENO Y FIEL” y este viene acompañado de bendición y gozo, una vez Jesús regrese por sus hijos.

Pero que pasa, con los negligentes, perezosos, necios, apáticos, indolentes, cobardes, incrédulos, sordos, ciegos, malos, etc.,   Mateo 24:24-30 “Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”; Pues, este también recibirá un título, el de “SIERVO MALO; NEGLIGENTE E INÚTIL”, nos guste o no, se puede apreciar levemente que aún sus dones y talentos le serán quitado, es decir, el Espíritu de Dios. Por ese motivo el salmista dice en el Salmo 51:11 PDT: “No me alejes de ti; ni me quites tu santo Espíritu”; la pregunta sería ¿Quién se aleja de quién?

¿QUÉ QUISO DECIR JESUCRISTO CON LOS TALENTOS?

Existen muchas interpretaciones sobre esta parábola y todas conducen al mismo lugar, sin embargo, le recomiendo que ore y pida dirección al Espíritu Santo para lo que está a punto de leer le sea revelado y no tenga miedo a ser confrontado, ya que lamentablemente tenemos el talento de ignorar los talentos, eso sí, de hacerlo, no lo haga para crear un sentimiento de culpa, sino para fortalecerse en espíritu y verdad:

1.    CREA Y TENGA LA CAPACIDAD: Juan 1:12 “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad {Capacidad, el poder} de ser hechos hijos de Dios”; cuando dice “a los que creen” me refiero a dos verbos: Creer (de fe, de certeza, de confianza) y Crear (de hacer, de arrepentirse, de convertirse); ambos muy utilizado en la jerga religiosa, pero solo sirve para soterrar el talento, decida a creer y crear en Cristo, Dios ha dado la capacidad, solo tiene que desarrollarlo.

2.    ESTÉ APTO, RENUNCIE AL PECADO: Lucas 9:62 “Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios”; Seamos aptos, superemos el PASADO a través del perdón,  y renuncie al PECADO; estos dos son lastres que no nos permiten despegar y volar como las águilas, nos mantiene en una zona de confort de muerte que nos impide dar el paso definitivo a Cristo.

3.    SEA AYUDA IDÓNEA, ESFUÉRCESE: 2 Timoteo 2:1-2 “Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”; Sea un hijo fiel, la ayuda idónea que necesita Jesucristo para seguir levantando su iglesia, no desperdicie su tiempo, si tiene que trabajar, pues hágalo, pero en su trabajo siembre en otros la palabra y verá la gloria de Dios manifestada en cada amigo, familiar o compañero.

4.    ILUMINE SU ENTENDIMIENTO, QUE SU TESTIMONIO HABLE: Santiago 3:13 “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre”; Los talentos puestos al servicio de Dios serán el mejor testimonio que podemos tener, no importa que sea uno o cinco, eso no es lo trascendental, sino la disposición de hacerlo de corazón, entendiendo lo que representa Jesucristo para nuestra vidas.

5.    SEA CONSCIENTE DE DÓNDE PROVIENEN SUS TALENTOS: 2 Corintios 3:5-6 “No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, más el espíritu vivifica”; Entienda que los talentos son un préstamo de Dios, y como tal, no se jacte ni ufane, porque eso es pecado, sea humilde de corazón y Dios lo recompensará.

6.    EDIFIQUE CON SABIDURÍA E INTELIGENCIA: Proverbios 24:3-4 “Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará; y con ciencia se llenarán las cámaras, de todo bien preciado y agradable”; Proverbios 3:13 “Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia”; Tener conocimiento no es sabiduría, la sabiduría es saber qué hacer con ese conocimiento y la inteligencia es la acción, para glorificar al Padre, el Señor se lo dijo a los discípulos y hoy te lo dice a ti y a mí, pon tus talentos al servicio de Dios y recibiremos mucho más de lo que esperamos.

7.    ACTÚE CON SENSATEZ Y PRUDENCIA: Proverbios 19:11 (BJ) “El hombre sensato domina su ira y tiene a gala pasar por alto la ofensa”; Proverbios 2:11-13 (H)  “La sensatez cuidará de ti y la prudencia te protegerá; te apartará del mal camino y de quienes hablan con maldad; de los que abandonan los senderos rectos y andan por caminos sombríos”; Mateo 7:24 “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca”; Siempre estaremos tentados a desviarnos de los propósitos Divinos, cuando somos autosuficientes gracias a nuestros talentos, títulos, grados o poder es cuando somos más débiles y susceptibles a perder nuestra alma; recuerde que todo talento soterrado es efímero; Dios está probando nuestros corazones para ver de qué material estamos hechos, dele gracias al Señor si usted hoy puede respirar y tiene un talento, porque le está dando la oportunidad de enderezar su camino, seguirle y postrarse a sus pies como señal de arrepentimiento, reconocimiento y gloria; sea obediente y no evada, la recompensa es grande.

REFLEXIÓN

Cuidemos nuestra vida espiritual, un talento que no está dirigido, gobernado o edificado por el Espíritu de Santo es un desperdicio, es trabajo en vano, que no tiene ningún valor, es el talento soterrado que se esconde para después excusarse como lo quiso hacer el siervo malo con el Señor; ¡Ojo!, “NO” echemos a perder el fruto de nuestro trabajo.

Salmos 127:1 “Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia”; 2 Juan 1:8 “Cuídense de no echar a perder el fruto de nuestro trabajo; procuren más bien recibir la recompensa completa”.

Que cada día, sea como los tiempos de pascua, tiempos de libertad, reflexión y arrepentimiento, para presentarnos como hijos santos, fieles, talentosos, limpios de corazón, hacedores de la palabra, obedientes a los mandamientos del Señor y que nuestro testimonio sea para su honra y edificación de la iglesia, pidámosle al Padre celestial que derrame el poder de su Espíritu y nos permita entrar en el gozo de su presencia, disponiendo de nuestros talentos como ofrenda viva, santa y  agradable. Amén!!!

2 Timoteo 2:15 “Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad”; Mateo 5:8 “Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios”; Romanos 12:1 “Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Éste es el verdadero culto que deben ofrecer”.