martes, 26 de julio de 2022

LA EXCUSA PERFECTA

 


Antes de conocer al Señor, muchas personas están convencidas que la adversidad o situación que están viviendo es el peor castigo que le puede estar pasando a un ser humano en la tierra y que Dios se la mandó, sin reconocer que puede ser consecuencia de su pecado; y creen que esos tiempos de aflicción son muy difíciles de cambiar, por no decir imposible, tanto así que entran en un estado de desesperación, afán, tristeza, angustia incontrolable, sumergiéndose en un cuadro clínico de depresión, haciendo de cada cosa una queja, un drama o una novela. Romanos 6:23a “Porque la paga del pecado es muerte,…”.

Otros tantos por el contrario, conscientes de su situación pecadora, tratan de buscar un cambio de vida en su propia fuerza para agradar a Dios, pero se consiguen que a pesar del arduo y difícil esfuerzo no obtienen los efectos deseados, siendo en vano su faena, entonces empiezan a buscar la solución en psicólogos, terapeutas, amistades, astrólogos, brujos, la religión, videntes, etc. sólo por sobrevivir en la vida terrenal, olvidándose de la salvación y la vida eterna. Salmo 127:1 “Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia”.

Muchas veces, a sabiendas de nuestra fragilidad, aprendemos mecanismos defensivos que actúan como paños de agua tibia, y llegamos a exclamar: ¡Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer! A esto muchos científicos lo llaman la “Zona de Confort”, pero claramente se ve que es un “autoboicot” a nuestra vida espiritual, es decir un autogol, porque estamos colocando “LA EXCUSA PERFECTA” para eludir nuestras responsabilidades ante Dios y los hombres; justificando mi rebeldía, desobediencia, terquedad, soberbia, mentiras, mal testimonio, idolatría, malcriadez, ira, impiedad, critica, groserías, pleitos, juicios, odio, etc., siendo la mayoría de las veces piedra de tropiezo para muchos no creyentes y aún para hermanos en Cristo.

El verbo “Excusar” proviene del latín “EXCUSARE”; el prefijo “EX” entre tantas concepciones, significa “Hacia” o “Por fuera” es decir del “Exterior”; más “CUSARE”, que refiere a “Causa”, motivo u origen, de lo que se deriva que la causa proviene de afuera eludiendo la responsabilidad de quien la ocasiona. Si usted observa a un cristiano, echando la culpa a otros de sus acciones o justificando ciertas actitudes por causas de otros, ese es un Hijo Rebelde y Desobediente como lo fue Adán.

La primera excusa registrada en la palabra, la dijo Adán cuando desobedeció al Señor, y este le preguntó en Génesis 3:11-12 “… ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí”; se puede apreciar claramente que Adán creó “LA EXCUSA PERFECTA” para justificar su pecado, pues, argumentó su excusa con la mujer, y no solo eso; sino hasta con el mismísimo Dios, cuando insinuó que la mujer se le había dado “Él” como compañera.

¿CUÁL ES EL RESULTADO DE LAS EXCUSAS COMO LAS DE ADÁN?

La rebeldía manifiesta, cosa que no podrá ocultarse por mucho tiempo, porque tarde o temprano saldrá a la luz y por la cual tendremos que dar cuentas. Observemos cual fue la consecuencia de “La Excusa Perfecta de Adán”, nada más y nada menos, que maldición a la tierra, vergüenza, dolores, sufrimiento, trabajo, muerte y expulsión del huerto del Edén, hasta que nuestro Señor Jesucristo nos redimió con su sacrificio en la cruz.  Génesis 3:16-23  “A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado”.

Nosotros como hijos de Dios, por no obedecer la palabra del Señor, el no ejercer la autoridad de Cristo y no controlar o someter la carne, el mundo y a satanás, nos exponemos a continuar con esta cadena de maldición, porque conociendo la verdad, nos llenamos de impiedad, oscuridad e iniquidad, trayendo vergüenza, dolor, sufrimiento, enfermedad y muerte a nuestras vidas, tanto así que podemos ser expulsados del reino por falta de conversión: Mateo 7:21-23 “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”; Mateo 22:11-13 “Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció. Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”.

ALGUNAS EXCUSAS PERFECTAS

1.   “Yo soy así, así nací, y el que me quiera me debe querer como soy”, cuando el Señor a través de Pablo enseña en Efesios 4:22-23 “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente”.

2. “Perdono, pero no olvido”, contrario a lo que decía Jesucristo en Mateo 6:14-15 “Si ustedes perdonan a los otros sus ofensas, también su Padre celestial los perdonará a ustedes. Pero si ustedes no perdonan a los otros sus ofensas, tampoco el Padre de ustedes les perdonará sus ofensas”; si Dios borro nuestros pecados con el derramamiento de la sangre de Jesús y nos perdonó, quienes somos nosotros para no perdonar, Isaías 43:25 “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados”.

3. “Yo no sé evangelizar, no soy bueno en eso”, una excusa utilizada por muchos, cuando el Señor nos encomendó en Mateo 28:19 “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.

4. “No tengo tiempo para orar”, pero si tengo tiempo para otras cosas, entonces busque el tiempo como lo hacía David, Salmo 63:1 “Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré…”; no dejemos de orar porque es la forma de mantenernos en sintonía con el Señor, 1 Tesalonicenses 5:17 “Orad sin cesar”.

5. “Así hablamos en mi casa, en Japón, Venezuela, Caracas, Maracaibo o Valencia”, hay quienes no quieren dejar las groserías, obscenidades, ofensas, vulgaridades, porque así hablan en su pueblo, pero Pablo, hombre de duro hablar, aprendió que Efesios 4:29 “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”.

6. “Dios es bueno y me perdonará este pecadito, esta mentirita; robo por necesidad y Él lo sabe”, no se engañe, esto es un autogol, Hebreos 10:26 dice “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados”.

7. “Pastor no fui el domingo a la iglesia porque tuve que trabajar, o decidimos ir a la playa a tomar un descanso”, otra excusa muy común, pero la palabra dice en Deuteronomio 5:12-14 “Guardarás el día de reposo para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo a Jehová tu Dios…”.

8. “A mí nadie me manda, solo Diosito”, esta es la excusa perfecta, pero el mismo Dios le dice en Efesios5:21 “Someteos unos a otros en el temor de Dios”.

9.   “Soy Cristiano, pero hay cosas que no las hago porque el pastor no me cae bien”, no se trata de caer, sino de obedecer y el Señor lo confirma en Hebreos 13:17 “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso”.

Hay muchas otras tantas cosas a lo cual nosotros como hijos de Dios, no queremos obedecer por rebeldía, y le ponemos excusas, pídale al Señor que le muestre y arrepiéntase, empiece el proceso de conversión para complacencia del Padre, si de verdad usted quiere ser llamado hijo de Dios. Salmo 16:3 “Para los santos que están en la tierra, Y para los íntegros, es toda mi complacencia”.

Si usted quiere dar una excusa, dé la excusa perfecta, diga: “Yo soy hijo de Dios, y por amor a Cristo, no puedo aceptar tal ofrecimiento, prefiero ganar en Cristo y recibir de su gracia, que perderme por las migajas que me ofrece el mundo”. Filipenses 1:21 “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia”.

REFLEXIÓN

La palabra del Señor está dada al pueblo de Dios para guiarnos, meditar, reflexionar, pensar y repensar, hacerla y convertirnos. No permita que las limitaciones que le impiden ser obedientes y sujetos al Espíritu de Dios, sea una excusa, porque un día nos quedaremos sin ellas.

El llamado y la exhortación de hoy es al arrepentimiento y la conversión, que no sea de los dientes para afuera, sino de corazón, para que venga a nosotros tiempos de bendición y refrigerio, renunciemos a las excusas para que las adversidades dejen de ser afanes, y lo veamos como oportunidades para buscar y reencontrarnos con nuestro Señor en su santa presencia. Hechos 3:19 “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”.