sábado, 18 de febrero de 2023

¿QUÉ ESTÁS ESPERANDO?

 


Hechos 16:31 “Ellos dijeron: cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”.

A ti te han preguntado alguna vez en la vida si: ¿Crees en Dios? ¿Crees que Cristo es Dios? ¿Crees que el Padre, el Hijo y Espíritu Santo son un sólo Dios?, y seguramente la respuesta sería “si”, o dirías con cierto recelo yo creo que “si”, pues, a todo cristiano, se le ha hecho por lo menos una vez en la vida las mismas preguntas desde los tiempos de Jesús; una vez Santiago, hermano de Jesús, pastor de la iglesia de Jerusalén escribió al pueblo de Dios: Santiago 2:19a “Tú crees que Dios es uno; bien haces”; e hizo una observación inmediatamente en Santiago 2:19b “También los demonios creen, y tiemblan” ¿Cuál sería la razón por la cual lo diría?.

Algunos piensan que sólo es necesario creer y temblar para obtener la salvación, entonces ¿Por qué los demonios no son salvos? Lucas 8:27-33 “Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros. Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose a sus pies exclamó a gran voz: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes. (Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; y le ataban con cadenas y grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los desiertos.) Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían entrado en él. Y le rogaban que no los mandase ir al abismo. Había allí un hato de muchos cerdos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y les dio permiso. Y los demonios, salidos del hombre, entraron en los cerdos; y el hato se precipitó por un despeñadero al lago, y se ahogó”.

Primeramente, la mayoría relacionan que la palabra “Cree” tiene que ver con el verbo creer, la cual posee dos concepciones:

1.       Considerar una cosa como verdadera o segura o pensar que existe, sin tener pruebas de su certeza o un conocimiento directo de la misma.

2.       Considerar una cosa como posible o probable, sin llegar a tener una certeza absoluta de ello.

Para ambas concepciones, “Creer” no tiene la certeza, las pruebas ni la seguridad, entonces, se presenta una incertidumbre, creer es un requisito sine qua non para ser salvo, pero, creer no te garantiza la salvación, ¿y por qué?, porque creer es según se entiende es una probabilidad, por eso es probable de que usted y yo no seamos salvos solamente con creer, ya que falta algo más.

QUÉ ENSEÑA LA IGLESIA

La doctrina cristiana, nos habla de que hay que “Creer y recibir a Cristo” para poder tener la potestad de ser hijo de Dios, Juan 1:12 “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”;

Sin embargo, no todos los que se hacen llamar hijos de Dios serán salvos, las evidencias se pueden apreciar en la misma palabra: Filipenses 2:12-13 “Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”; Mateo 7:21-23 “No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: «Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?». Y entonces les declararé: «jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad»”.

Está claro que quien no se ocupe de su salvación, deje de hacer la voluntad del Padre y practique iniquidad, el Señor los apartará de sí. Entonces ¿QUÉ ESTAMOS ESPERANDO?

Muchos podrían decir y pensar que la biblia se contradice, pues si la miramos con revelación y entendimiento nos daremos cuenta que “no”, porque la fe en Jesucristo hace la diferencia, entendiendo por fe como la obediencia, confianza, la fidelidad y la certeza en nuestro Señor, solamente qué, por no haber aprendido a escuchar y obedecer con humildad estamos entre dos aguas y más perdidos que Adán el día de las madres, lo que ha traído como consecuencia que  nuestros afanes nos hayan obligado a poner la mirada en los problemas y las razones del mundo, y no en Jesucristo nuestro Señor, Hebreos 12:2a “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe,...”.

NO BASTA CON CREER, SINO CREAR

Ahora bien, invocando la ayuda del Espíritu Santo, escudriñemos en la profundidad de Hechos 16:31a, palabra en la cual se fundamenta la enseñanza de hoy:

1. Cuando leemos “cree en el Señor Jesucristo”, no basta con creer, sino de crear en Cristo. el verbo “crear”, muchos hermanos y religiosos lo relacionan con el poder de Dios manifestado en su creación, en su obra majestuosa y buena, lo cual es correcto, sin embargo, se olvidan que crear también significa: hacer, componer (creatividad), diseñar, construir, parir, obedecer, instituir, establecer, criar, fundar o fundamentar, libertar, y ojo, va acompañado de la máxima expresión “en el Señor Jesucristo”; quiere decir que todo que hagamos, hay que hacerlo en el nombre del Señor, pero al decir esto, nuestras acciones deben estar acompañadas de santidad porque son para el Señor; así debería pasar con cada una de esas características, por ejemplo: si quiero construir, debo construir en el hombre del Señor, empezando por mi vida espiritual, y así sucesivamente. Hebreos 11:8-10 “Por la fe Abraham {ponga su nombre}, siendo llamado, obedeció {creó} para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió {se activó} sin saber a dónde iba. Por la fe habitó {se estableció} como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando {criando} en tiendas con Isaac y Jacob {ponga los nombres de su esposa, hijos o nietos}, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos {en la roca, Jesucristo}, cuyo arquitecto y constructor es Dios”.

2. “Crear” es un verbo de acción y de activación, no de reacción, muchos hijos de Dios dentro de las iglesias, están esperando que “Dios les hable” o “les diga” que hacer o peor aún le piden consejo al hombre, al pastor, al apóstol o al profeta, para que les diga que hacer para activarse como si estuviesen consultando a un brujo, cuando ni siquiera han orado, doblado rodillas, ayunado, leído la palabra, etc. y se les olvida que Jesús nos dijo hace 2000 años atrás que estaría con nosotros hasta el final de nuestros días, “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,…” (Mateo 28:19a), entonces ¿QUÉ ESTAMOS ESPERANDO? por qué todavía hay hijos de Dios que no se activan. Qué están esperando, que se le presente de frente en carne y les hable y les diga “actívate hijo de Dios”, pues, ojo, todos veremos a Cristo cuando tengamos que dar cuentas.

La mayoría de los cristianos pasan toda la vida esperando la voz o la señal para activarse y mueren, o inventan miles de excusas y justificaciones, en especial los líderes dentro de las iglesias, para no hacer y cumplir el mandamiento divino que les corresponde ordenado por Jesús, prefieren que otros lo hagan; como consecuencia de esta inacción, las almas se pierden sin que nadie se conduela por ellas; a veces se cree que eso es responsabilidad exclusiva de los pastores, sin embargo los pastores son parte de un cuerpo y el cuerpo es uno sólo en el Señor, si hay que cargarlos para llevar el arca a la tierra prometida, se hará, no podemos seguir esperando porque estamos en los últimos tiempos, y para eso Dios les concedió dones especiales a cada uno de nosotros para que creamos, del verbo crear.

Asimismo, hay quienes se conforman con ingresar a una iglesia de manera light, un club religioso, ministerio o grupo chévere de cristianos para satisfacer sus propias necesidades o intereses, y deciden quedarse allí estancados por amor a sí mismos, sin darse la oportunidad de sembrar ni crecer en espíritu y verdad, porque no quieren pagar el precio.

Llega un momento que hasta se olvidan de Dios o lo utilizan para como algo místico para llamar la atención a sus nuevos creyentes e incrementar los socios del club, los cuales tarde o temprano abren los ojos, se fastidian o se decepcionan, conocen la piedra de tropiezo, el verdadero testimonio de los líderes y vuelven al mundo en peores condiciones. 2 Timoteo 3:1-5 “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita”.

REFLEXIÓN

La palabra dice en Santiago 2:14 “Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?”; es decir, de qué aprovecha creer y no crear, ¿Podrá la fe salvarle?, pues la fe sin obras es muerta, creer sin crear en el Señor, es trabajo en vano. Santiago 2:17 “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”; si usted dice creer y  tener fe, entonces se debe reflejar en su actuar, su hacer, en su testimonio, creando para el Señor en santidad, dando honor y gloria a su nombre, sino es un fariseo, un hipócrita de la palabra.

No se conforme solamente con el título de hijo de Dios porque eso no le garantiza la salvación, hay quienes se hacen llamar pastores, apóstoles, profetas, etc., y han hecho del evangelio un negocio, pisoteando la sangre de Cristo, ellos tendrán el justo pago cuando vayamos a dar cuentas ante el Señor porque de la justicia divina nadie se escapa, lo importante es preguntarse: ¿Cómo estoy yo con el Señor? ¿Qué estoy esperando?

Si quieres ser “salvo, tú y tu casa”, no basta con creer, debemos hacer y dejar de coartar el poder del Espíritu de Dios en nosotros, empecemos por construir (crear en) nuestra vida espiritual, convirtiéndonos realmente a Cristo, porque si no estaremos a nivel de demonios, que creen y tiemblan, pero hasta allí, convirtiéndonos en hacedores de iniquidad nada más.

Qué sabroso y bueno es estar en una iglesia grande y hermosa, nadie lo niega, una que esté llena de multitudes que amen al Señor, donde existan muchas personas a quien compartir la palabra, nuestro testimonio de vida, sin embargo, mejor es utilizar nuestro poder creativo, dones, habilidades para construir una iglesia grande en Cristo que se ocupe de su salvación y la de otros, temerosa más no temblorosa, obediente más no mal oliente, que haga la voluntad del padre;

¡NO ESPERE MÁS! viva en santidad, se necesitan hijos que den testimonio real de que Jesucristo es su Señor, que estén vestidos de lino fino, sin arrugas ni manchas; que sus obras sean dignas de arrepentimiento, y sus acciones glorifiquen el nombre del Señor, y así, estaremos convencidos, por fe, que seremos salvos, usted y su casa, ya que nada ni nadie lo separará del amor de Dios, porque seremos “más que vencedores”. 

Romanos 8:37-39 “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.