sábado, 2 de septiembre de 2023

EL ARMA DE DESTRUCCIÓN MASIVA

 

Juan 10:10ª “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir;…”

Muchas veces cuando escuchamos las palabras hurtar, matar o destruir y sus sinónimos, generalmente le achacamos esos verbos a factores externos, porque es muy difícil reconocer que nosotros somos fuentes de perversidad, codicia, ambición o maldad y que hacemos daño a otros con nuestras acciones; pero esto no es nuevo, en la historia de la humanidad, hemos visto como el hombre ha ido destruyendo poco a poco la creación de Dios con armas inventadas por él, amén de que el maligno también tiene lo suyo.

Pero, ¿Cuál es el arma más poderosa que se ha inventado que busca destruir a las personas?

Se podría pensar que la bomba atómica de los norteamericanos, la bomba racimo de los rusos, un virus u organismo patógeno de los chinos, la cámara de gases de los alemanes, entre otros; tratando de ponerle nacionalidad, pero lo que sí es una verdad que es el hombre.

Un ejemplo, el pasado 6 de agosto de 1945 señala la historia que los EEUU bombardearon la población de Hiroshima y tres días después la de Nagasaki, trayendo como consecuencia destrucción y muerte en esas provincias de la nación Japonesa. Es importante resaltar, que si no lo hubiesen lanzado ellos, seguramente los alemanes o rusos lo hubiesen hecho; por qué ya estaba sembrado en el corazón del hombre, a sabiendas de que era un arma de destrucción masiva.

Solamente en Hiroshima, murieron al menos 70.000 personas en la explosión inicial, mientras que otras 70.000 más murieron a causa de la exposición a la radiación. El total de muertos en cinco años puede haber alcanzado o incluso superado los 200.000, debido al cáncer y a otros efectos a largo plazo, según las estadísticas del Departamento de Energía del Proyecto Manhattan.

Su efecto fue tan destructivo, que al dejar caer la segunda bomba sobre Nagasaki, mató a más 80.000 personas, estimándose que murieron más de 500.000 personas por su acción nefasta, por lo cual Japón incondicionalmente acordó aceptar los términos de la rendición el 14 de agosto; muchos de nosotros, cuando cae una bomba de desgracia en nuestras vidas, por lo general, nos rendimos ante la frustración, depresión, desolación, decepción, rencor, venganza, permitiendo que estos efectos nos consuman y destruyan, llevándonos muchas veces a la muerte.

Espiritualmente hablando también existen Armas de Destrucción Masiva, cuyo principal componente es el pecado, que han sido utilizadas convenientemente por el enemigo o ladrón (Satanás, mundo o la carne) para destruirnos. Cuando separamos en dos la palabra masiva se nos revela lo siguiente:

MAS IVA = + IVA

La palabra dice lo siguiente en Romanos 6:23a: “porque la paga {rendición} del pecado es muerte…”; el pecado es el Arma de destrucción y el IVA adjuntado es la muerte, pero acá se refiere a la muerte espiritual, porque la muerte física es un hecho.

Entonces, recordemos que el ladrón solo vino para hurtar, matar y destruir., por eso Pedro advertía en 1 Pedro 5:8 “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”.

Es obvio que el diablo no es el único adversario que tenemos, ni el más peligroso, porque el más dañino ha sido nosotros mismos, por eso es tan importante identificar cuales son las armas que el ladrón usa para poder neutralizar su efecto con la ayuda del Señor y evitar exponernos a su acción destructora.

¿CUÁLES SON ESAS ARMAS DEL LADRÓN?

1.    EL CELULAR: Es una herramienta de este último siglo usada por el rey de este mundo para adormecer, enfriar, distraer o enceguecer al hombre, el cual se ha sembrado en nuestro corazón como la cizaña para robar nuestro tiempo de comunión con el Señor.

El celular va destruyendo el matrimonio, las relaciones familiares, amistosas o de trabajo, matando poco a poco nuestra vida en especial el alma y el espíritu. Mateo 13:25 “Pero mientras dormían los hombres {no velaban}, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue”; Mateo 13:39a “El enemigo que la sembró es el diablo;…”.

El celular es un instrumento que ha idiotizado a la sociedad como decía Einstein, en especial a los hijos de Dios;  tal adicción los mantiene sumergido en un mundo virtual, surrealista, en un meta verso que nos aparta del amor, del camino, la verdad, de la oración, la alabanza, la presencia, la comunicación con Dios, la iglesia, los hermanos y familia.

La palabra dice: Romanos 12:2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”; esta exhortación del Señor, nos hace un llamado a renovar el entendimiento, sin embargo, el celular ha creado una adicción en nosotros tan fuerte que nos aparta de Dios, haciéndonos dependientes de las redes sociales, el chisme, las mentiras, la pornografía, la perversidad, la codicia, etc. alimentando nuestras vidas de basura; por eso debemos vencer tal adicción con la ayuda del Espíritu Santo, de lo contrario nada podemos hacer.

Para muchos es enfermizo quedarse sin baterías del celular o sin saldo, que se lo roben o pierda, porque entran en un estado ansiedad, depresión o ira tal, que denota que tan esclavos somos de la tecnología y de los designios del enemigo, sus demonios y asechanzas.

Ojo, este aparato tecnológico ha concentrado en uno solo sitio todo el poder de destrucción, manipulación e impiedad del teléfono fijo, la televisión, la computadora, el reloj, la cámara, la radio, la linterna, el espejo, el periódico, las revistas, los libros, los videos juegos, la billetera, la pornografía, la infidelidad, perversidad, maldad, etc., haciéndonos inmundos o llenos de mundo, es por ello que se considera un arma de DESTRUCCIÓN + IVA o un arma de destrucción y muerte.

2.    LA DESOBEDIENCIA: Es tan adictiva como el celular; basta con decirle a una persona que no haga esto o aquello, e inmediatamente pareciera que se le siembra el anhelo de hacer lo contrario por su naturaleza pecaminosa; por eso obedecer al Señor es de vital importancia, ya que es la única manera de mantenernos resguardados del maligno, en especial cuando nos revestimos de la Armadura de Dios, porque Cristo es nuestro escudo, castillo, libertador, cualquier otra cosa, lugar, sentimiento o acción es necedad, rebeldía, insensatez o imprudencia, que originará en nuestras vidas destrucción y muerte espiritual.

Juan 14:23 “Le contestó Jesús: -El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en él”; Salmo 18:2 “Señor, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio”; Efesios 5:17 “Así pues, no seáis necios {desobedientes, rebeldes, insensatos, imprudentes}, sino entended cuál es la voluntad del Señor”.

Tiene que quedar claro que sólo se puede entender la voluntad de Dios cuando estamos en obediencia, por eso para muchos de nosotros entenderla es muy difícil, porque somos desobedientes, parece ser que someternos a la palabra no es una opción y por supuesto trae consecuencias.

Santiago 1:22, 25 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”; “Mas el que hubiere mirado atentamente en la perfecta ley, que es la de la libertad, y perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho”; 1 Corintios 2:14 “Pero el hombre natural {desobediente} no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente {en obediencia al Señor}”.

Por este motivo la desobediencia es un arma de DESTRUCCIÓN + IVA, ya que muchas almas se han perdido o han sido desechadas por no querer someterse a los designios del Señor. Mateo 7:23 “Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”.

3.    LAS TENTACIONES: La tentación es un arma utilizada por satanás a través del mundo para hacerlos caer en sus redes, lazos o trampas, con el objetivo de destruirnos, cobrando sus impuestos e intereses de muerte. Cada vez que pecamos producto de las tentaciones, nos debilitamos e introducimos oscuridad y muerte a nuestras vidas, le damos fuerza al enemigo para que haga y deshaga en nosotros, le abrimos la puerta para que entre, hurte, mate y destruya.

Santiago 4:7 “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”; Mateo 26:41 “Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil”.

Si por fe nos sometemos al Señor, resistiremos y huiremos de la tentación venciendo, al no caer, así como Cristo venció al mundo, de lo contrario seremos blanco fácil de los dardos del enemigo que busca apartarnos de su protección y santidad, destruyendo nuestra vida espiritual.

Efesios 6:16 “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno”; 2 Timoteo 2:22 “Huye de las malas pasiones de la juventud, y esmérate en seguir la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con los que invocan al Señor con un corazón limpio”.

Existen muchas otras armas de DESTRUCCIÓN + IVA tales como: La manipulación, la estafa, la injusticia, el ego, la soberbia, la avaricia, la idolatría, el homosexualismo, la ira, la envidia, el adulterio, la fornicación, las borracheras, etc., instrumentos que utiliza el enemigo para tratar de oscurecer, entenebrecer y matar nuestra vida espiritual, de acá se desprende el esfuerzo y tener la valentía de asumir una vida en serio en el Señor, es decir vivir en integridad, sobriedad y santidad.

1 Corintios 6:9-10 “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores heredarán el reino de Dios”.

CONCLUSIÓN

Las armas espirituales de DESTRUCCIÓN + IVA tienen el objetivo de robar el alma de los hijos de Dios, matar su vida espiritual y destruir la obra del Señor; porque el enemigo, como mal perdedor, ha utilizado desde siempre la debilidad del hombre para tratar de destruirnos a través de nuestros ojos, nuestro entendimiento o nuestra voluntad, haciéndonos esclavos de él, afectando nuestra salud mental, emocional y espiritual, queriendo exterminar esta y la próxima generación.

Romanos 6:16 “¿O no sabéis que a quien os presentáis a vosotros mismos como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?”

REFLEXIÓN

Habacuc, fue un hijo de Dios que nunca tuvo miedo a estas armas de destrucción de su tiempo en Babilonia, dónde reinaba el poder humano (militar), político (ideológico y religioso) y económico (dinero); él sabía, en Espíritu, que vivir y morir en Cristo era la solución, es por ello que nunca se cansó de velar y estar atento a las maquinaciones del enemigo, cumplir la voluntad de Dios era su meta y convertirse de sus malos caminos era prioridad, ya que era ganancia.

El apóstol Pablo decía que él tenía todo por basura por amor a Cristo, perder en el Señor era ganar salvación y vida eterna, por eso a Habacuc le fue revelado este versículo:

Habacuc 3:17-18 “Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación”.

La exhortación hoy es que luchemos contra las armas de DESTRUCCIÓN + IVA, manteniéndonos en santidad; que oremos y demos gracias al Señor por todo. Vistámonos de la armadura de Dios en el día malo, porque la lucha no es contra carne ni sangre, y sobretodo no perdamos la oportunidad de disponer nuestro corazón en amor y obediencia a cumplir la voluntad del Padre, sin dudas ni limitaciones, y veremos la gloria de Dios, porque Él es bueno y para siempre es su misericordia. Amén.

Efesios 6:10-11 “Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo”; Efesios 6:13 “Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza”; Efesios 6:18 “Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alertas y perseveren en oración por todos los creyentes”.