jueves, 26 de marzo de 2020

¿QUÉ ESTÁ PASANDO: NUEVO ORDEN MUNDIAL?



Mateo 24:7-8 “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores”.

La expresión Nuevo Orden Mundial se ha utilizado para referirse a diferentes períodos de la historia, donde se ha pretendido, de algún modo, cambiar o transformar drásticamente el mundo en base a estratagemas, pensamientos o acciones ideológicas, políticas, religiosas, económicas haciendo uso de la fuerza, diplomacia o coacción, con un deseo real de dominación, control y poder sobre voluntades humanas. En tal sentido, surgen diversas teorías, entre ellas la de conspiración, que muchos utilizan para explicar, confundir, amedrentar, sembrar miedos u odios entre personas, razas, naciones o culturas basados en relatos apocalípticos de diferentes autores y tendencias que al final están relacionadas con las profecías de las santas escrituras; sin embargo, la palabra es clara, la ambición del hombre no tiene límites, su naturaleza animal, terrenal y diabólica, ha hecho que líderes quieran mantener a la gran mayoría sometidos y trabajando en provecho de si, sin importar sus vidas espirituales, que al final es el gran objetivo de la maldad, por lo cual tratará de imponer una potestad mundial (la del anticristo); Daniel 11:36 “Y el rey hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo determinado se cumplirá”; Daniel 11:44 “Pero noticias del oriente y del norte lo atemorizarán, y saldrá con gran ira para destruir y matar a muchos”; Daniel 11:17a “Afirmará luego su rostro para venir con el poder de todo su reino”; 1 Juan 2:18 “Hijitos, es la última hora, y así como oísteis que el anticristo viene, también ahora han surgido muchos anticristos; por eso sabemos que es la última hora”.

Mi reflexión no trata de estas cosas, ni mucho menos hacer un análisis de la economía mundial o  si existe una conspiración con el covid-19 para que cambie el orden mundial, definitivamente no tiene nada que ver con eso, ya que lo que está ocurriendo en el mundo no tiene nada de “ORDEN”, ni de “NUEVO”, simplemente es el cumplimiento de lo que está escrito en la palabra para los últimos tiempos, y se está ejecutando al pie de la letra, cada palabra, y me llama poderosamente la atención, que nosotros como hijo de Dios, no estamos preparados espiritualmente para recibir por segunda vez a nuestro Señor Jesucristo y no hacemos nada para estarlo. Entonces, comencemos... 

EL VIEJO DESORDEN MUNDIAL

Desde los tiempos de Noé, hay un desorden de los hombres que Dios no aprueba; conocemos que el mundo fue destruido porque la maldad del hombre se había multiplicado tanto, en especial la corrupción del alma y la violencia, que el olor fétido de la carne o muerte llegaba a los cielos, y me refiero a muerte por pecado, espiritualmente hablando, razón suficiente para que el Señor decidiera acabar con la existencia del hombre. Génesis 6:5-7 “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho”.

Sin embargo, hubo un hombre justo que halló gracia ante sus ojos, perfecto en su generación, y fue suficiente para que se moviera a misericordia y ya ustedes conocen la historia. Génesis 6:8 “Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová”; Génesis 6:9b “Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé”. Pues, el hombre retomó el viejo camino, el desorden que lo ha llevado por siglos por caminos de perdición, observándose cosas como estas: La aprobación de la eutanasia (suicidio autorizado), el aborto (muerte de inocentes), los matrimonios entre mismo sexo (homosexualismo), el consumo drogas (legal), la igualdad de géneros (inclusive la generación LGB), la idolatría (hombres, imágenes, demonios), la apostasía (falsos profetas, pastores, apóstoles), la libertad de cultos (satánicos, brujería y santería), la prohibición de las enseñanzas bíblicas en las escuelas, la impunidad de delitos, la condenación de inocentes, entre otras tantas. Y entonces vociferamos y quejamos de qué Dios nos está castigando; sin embargo, a quién queremos engañar, estamos recibiendo de lo que hemos sembrado, el desorden producto de nuestro pecado. Gálatas 6:7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”.

Otro ejemplo histórico, se puede apreciar con el mismo pueblo de Israel, la generación que salió de Egipto, esa que fue escogida y libertada por Dios y la llamó nación “santa”, pero en su rebeldía, desobediencia, idolatría y dura cerviz fue desechada porque no quiso convertirse de corazón en su largo peregrinar por el desierto de Sinaí (40 años de cuarentena); Éxodo 15:24 “Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?”; Éxodo 16:2 “Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto”; Éxodo 16:20a “Mas ellos no obedecieron a Moisés”; Éxodo 32:1a “Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros”; Éxodo 32:9-10 “Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz. Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación grande”; Oseas 4: 6 “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos”.

Si no fuera por nuestro Señor Jesucristo, no hubiese redención ni perdón de pecados, fue a través de Él que fuimos benditos por amor, al subir a la cruz y morir por nosotros nos adoptó como hijos suyos, siendo aceptos por pura gracia y voluntad del Padre; Efesios 1:3-6 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado”. 

Sin embargo, que hemos hecho nosotros como hijos suyos, menospreciamos este hecho, pisoteamos su sangre, nos llenamos de incredulidad, frustración y miedo antes las circunstancias del mundo, nos dejamos arrastrar por las dudas, las falsas creencias porque no le conocemos realmente, no oramos lo suficiente, no obedecemos fielmente, no servimos como obreros, no hacemos lo que Él nos mandó, nos conformamos con ser simples oidores de su palabra, necios, insensatos, vanos, sin testimonio del Cristo vivo por falta de conversión, aunque conozcamos mucha palabra, letra muerta, ya que no se hace una realidad en mí, son frases que suenan bonitas, pero se convierten en una carga porque son duras de cumplir; no hay disposición ni revelación en mi corazón. Gálatas 3:3-4 “¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que realmente fue en vano”.

EL ORDEN DE DIOS

Mateo 24:13 dice: “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”; quiere decir que debería mantenerme en santidad a cada momento, actual en “TODO” decentemente y con orden, con mucha perseverancia y diligencia para poder tener la garantía de ser salvo, así se entiende y no requiere mayor explicación, nuestro Señor es un Dios de Orden, y por eso ordenó la creación, quién se salga de las fronteras celestiales pagará caro su osadía y lo ha dicho, dibujado y exhortado miles de veces y maneras, pero nos negamos a someternos a su dominio, entonces quedo bajo el dominio de otros: carne, mundo y maldad. 1 Corintios 14:40 “pero hágase todo decentemente y con orden”; Santiago 1:12Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman”; Deuteronomio 4:9 “Por tanto, cuídate y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; sino que las hagas saber a tus hijos y a tus nietos”; 1 Timoteo 4:15-16 “Reflexiona sobre estas cosas; dedícate a ellas, para que tu aprovechamiento sea evidente a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza; persevera en estas cosas, porque haciéndolo asegurarás la salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan”; 1 Corintios 10:12 “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga”; 2 Corintios 7:1  “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”; Efesios 5:27 “a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha”; Filipenses 2:14-16a “Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida”.

REFLEXIÓN

Seguir es esta condición de pecado y rebeldía traerá juicio para mi vida, porque la justicia de Dios es inmutable, no alcahueta; el llamado es hacer las cosas con orden y diligencia, ser píos, es decir, santos en el Señor, vivir en santidad y nos librará de la aflicción, del miedo, por la paz que Él trae a nuestras vidas; 2 Pedro 2:9 “Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio”; Juan 14: 27 “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”.

Si estamos pasando por tiempo de castigo, producto de nuestro desorden espiritual, no nos quejemos ni menospreciemos su corrección, alabemos y demos gracias, entandamos que el Señor nos ama, quiere que seamos hijos a la estatura del varón perfecto, del Cristo, y nos convirtamos en mejores creyentes, dispuestos a serles obedientes, esforzados y dependientes de Él. Proverbios 3:11-12 “No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, Ni te fatigues de su corrección; Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere”.

Quien quiera conocer el Orden de Dios, debe morir al viejo hombre y nacer de nuevo, apropiarse de la palabra de Dios, caminarla y tendrá morada en los cielos, porque el conocimiento, el principio de la sabiduría comienza por el temor reverente a Dios y la obediencia; 2 Timoteo 3:16-17 “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”; Juan 14:23 “Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él”. Amén

lunes, 16 de marzo de 2020

CUARENTENA: VIRUS CON CORONA


Esto de la crisis mundial por el Coronavirus, me ha puesto a meditar y reflexionar profundamente sobre las señales de los últimos tiempos y la actitud del hombre, en especial la de los hijos de Dios, con respecto a la segunda venida del Señor. Cuando la maldad se ha multiplicado, Dios ha actuado con contundencia; está reflexión espero que nos ayude a discernir, que la peor enfermedad que puede tener la humanidad es la corrupción del alma y del espíritu, que ha sido extendida por causa de la carne; el pecado que nuestra alma (voluntad) ha consentido, la ha propagado como una pandemia desde la caída de Adán, y hoy por hoy, es una potestad que ha traído oscuridad o muerte espiritual a la vida del hombre, convirtiéndose en un VIRUS CON CORONA que está sentado en el trono de nuestra vida para gobernarnos sin control, por falta de conversión, temor y conocimiento del Señor. Oseas 4:6a “Mi pueblo perece por falta de conocimiento”; Proverbios 1:7 “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza”; Isaías 5:13 “Por tanto, mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento; y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed”; Isaías 5: 20 “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!”; Gálatas 6:8a “Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción”.
He visto muchas personas, que se hacen llamar hijos de Dios, pueblo escogido, nación “santa”, entrando en intensas y estériles diatribas religiosas con hermanos, hombres naturales o ateos, sobre la fe, quienes han de ser salvos, cual es la verdadera iglesia de Cristo, que si María esto o aquello, que si hay o no idolatría en las imágenes o en los hombres, etc., tratando de asumir el rol del Espíritu Santo que no nos corresponde; descuidando realmente lo importante, la oración, la conversión y la obediencia, es como estar deambulando por las calles en tiempos de cuarentena cuando lo correcto es resguardarse. Confiar en Dios, sabiendo que Él hará la obra, eso es fe, pero nosotros tenemos que hacer lo que nos corresponde, más que por precaución por obediencia al Padre, como lo hizo Jesús al subir a la cruz; Cuando Cristo inició su ministerio, primero estuvo orando y ayunando 40 días en el desierto para enfrentar la prueba, es decir preparándose para lo que había de venir, y como no había pecado en Él por su santidad, el diablo no lo pudo hacerlo caer en sus tentaciones.
QUEDARSE SIN DEFENSAS
Hay veces que no nos damos cuenta que “el pecado”, el virus con corona, está profundamente insertado en nuestro ser, y si no nos colocamos la vacuna (Recibir y aceptar a Cristo), con arrepentimiento y perdón, permitiendo que haga su efecto, entrar en cuarentena (Trato con el Espíritu Santo), no podremos ver la manifestación y sanidad milagrosa que todos esperamos (Poder del Padre), motivado a que todo se debe a la decisión de creer o no, de obedecer o seguir en rebeldía, de apreciar o menospreciar su palabra; Dios no obliga a nadie, pero tampoco alcahuetea. Mateo 4:1-2 “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre”; Gálatas 6:7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”.
Lo que sí es un hecho y que todas las personas coinciden que “por todo daremos cuenta”, y que “el pecado nos está matando”; este virus nos ha apartado de todas las defensas (Padre, hijo y Espíritu Santo) que tenemos, por eso no hemos podido erradicarlo por falta de arrepentimiento genuino y nuestras obras nos así lo confirman (nos delatan), lo que demuestra que tenemos poca fe, voluntad, disposición y temor de Dios; sacando a la luz nuestra real naturaleza adánica: la bestial, animal y diabólica, para asombro de muchos. Romanos 7:19-25 “Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?”; Romanos 6:23a “Porque la paga del pecado es muerte”; Ezequiel 18:32 “Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis”.
EL CORAZÓN DEL HOMBRE
Muchos son los ejemplos (prestemos mucha atención a esto): Cuando se está llegando a una propagación de 200.000 personas a nivel mundial y casi 7000 fallecidos por el Coronavirus, hasta el 15 de Marzo de 2020 [Fuente: Universidad Johns Hopkins (Baltimore, EEUU)], han sido millones de mensajes por las redes sociales haciendo fiesta o chistes de la peste sin importar el dolor de otros, hay familias que lloran la pérdida de un ser querido por tan lamentable suceso, que pudiera ser nuestros padres, hijos o hermanos, eso demuestra la maldad en el corazón del hombre, no hay amor al prójimo cuando es un mandamiento de Dios; por otro lado la cantidad de mensajes magnificando y manipulando el problema creando pánico, desinformación o menosprecio a la situación, posiblemente por un interés oscuro o particular que solo Dios sabe, póngale usted el adjetivo; así mismo, los aprovechadores de oficio que sacan lo más vil y despreciable de su corazón haciendo dinero a costilla de la necesidad del prójimo, la codicia los carcome, parecen depredadores hambrientos, sabiendo que recibiremos paga por cada cosa que hagamos, por cada persona que se contagie por nuestras malas acciones; y la cereza del pastel que faltaba, los diferentes líderes llenos de altivez utilizando la palabra de Dios para ganar afectos o seguidores, cuando en su vida han leído, practicado u obedecido las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo, aprovechándose de la debilidad emocional y espiritual de muchos incrédulos, sobre todo los que sobran en las iglesia cristianas, por la falta de firmeza sobre la roca, oraciones sin esencia, ni presencia del Espíritu Santo. Mateo 17:20-21 “Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. Pero este género no sale sino con oración y ayuno”; Ojo, si en nosotros prevalece el virus mortal del pecado, el gigante que nos atemoriza nos vivirá asechando como Goliat al pueblo de Israel, por eso es necesario que entremos en cuarentena.
ES NECESARIA LA CUARENTENA
La cuarentena no tiene un origen científico, sino bíblico; para algunos religiosos el número 40 representa “cambio”, “prueba” o “juicios”; pero le dan más importancia a la numerología, que a su significado correcto por falta de revelación, tanto así, que ya la convirtieron en una ciencia, como tratando de encontrar un significado especial detrás de cada número, como si Dios nos llamara a buscar significados secretos, mensajes ocultos o códigos en las santas escrituras, cuando en  realidad nos exhorta a estar preparados; 2 Timoteo 3:17 “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir (convertirnos), para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto (sanos), enteramente preparado (limpios) para toda buena obra”.
Cuando estamos en cuarentena, el Espíritu Santo, el consolador, el guía, maestro, médico y enfermero por excelencia, nos muestra y conduce por caminos de presencia (amor), revelación, alabanza (gozo) y adoración (paz), oración, clamor y suplica, esperanza (paciencia), fortalecimiento (fe), muerte, mengua y humillación (mansedumbre), limpieza (benignidad), purificación, sanación (bondad), preparación y conversión (templanza), pero debe haber disposición genuina de corazón, para que el poder de Dios se manifieste en mi vida, sustentándome, manteniéndome firme en la debilidad, porque es en su fuerza donde seré librado y no la mía, sobre todo cuando el enemigo me asecha con todas sus armas para robar mi vida, destruirme o matarme.
En tiempos de cuarenta, Dios ha utilizado diferentes instrumentos para vacunar al hombre, por ejemplo el agua, la uso para destruir todo mal en la tierra, hizo llover cuarenta días y cuarenta noches y eliminó el virus con corona (pecado) que estaba esparcido por toda la humanidad; Génesis 7:12, 21 “Y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches…Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra, así de aves como de ganado y de bestias, y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todo hombre”; sin embargo el hombre volvió a sus andanzas, ¿Sabe por qué? por falta de conversión.
El pueblo de Israel por no querer convertir su corazón estuvo en cuarentena por 40 años, hasta que el virus del pecado de la generación perversa, corrupta, egipcia que salió de la esclavitud de Egipto muriera en el desierto, porque Él no quería que la contaminación entrara a la tierra prometida donde fluía leche y miel; Números 32:13 “Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los hizo andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fue acabada toda aquella generación que había hecho mal delante de Jehová”; sin embargo, eso no fue suficiente, porque el hombre no ha querido someterse ni sujetarse al Señor, mientras el alma siga consintiendo el pecado, el virus mutará en algo más abominable cada día hasta acabarnos, si no nos esforzamos a edificar con Cristo será imposible salir del atolladero en que estamos metidos, es necesario destronar el pecado y dar al Señor el lugar que se merece, el trono de nuestras vidas, y permitamos que nos corone con su gracia, misericordia y amor.
REFLEXIÓN
Es necesario muchas veces pasar por tiempos de aflicción para probar nuestra fe, develar en quien estamos fundamentados, que hay en nuestro corazón, a quien obedecemos y tememos; oro porque nunca el Señor me suerte, aunque yo quiera hacerlo, deberíamos arrepentirnos, anhelar su santidad y morir al pecado, para que vengan a nosotros los tiempos de refrigerios, bendición y gozo; entremos en tiempos de cuarentena, de presencia y ministración del Espíritu Santo, la creación completa está esperando la manifestación de nosotros los hijos de Dios. Bendito sea el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Amén. Deuteronomio 8:2 “Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos”; 1 Pedro 1:7 “para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo”; Hechos 3:19 “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”.

viernes, 13 de marzo de 2020

¡PELIGRO, HIJO TÓXICO!


Hay una tendencia generalizada a colocarles el calificativo de “tóxica” a aquellas personas que tienen una mentalidad pesimista o negativa, con ciertos comportamientos dañinos o perjudiciales hacia las personas próximas a su entorno social, incluyéndose ellas mismas. Por definición, un elemento tóxico, es aquella sustancia, persona, potestad o cosa peligrosa capaz de causar trastornos: físicos, neurológicos, psíquicos, moral, espiritual o muerte a consecuencia de un contaminante (venenoso), de efecto dañino; es menester resaltar que, la reflexión que se va abordar trata sobre los factores que nos llevan a desarrollar, como hijos de Dios, relaciones o matrimonios tóxicos que dañan nuestra vida y nuestro entorno; pero les invito, antes de entrar en tema, a orar profundamente, es importante que lo hagan de corazón: Señor, te pido que quites el velo que tengo en mis ojos, permite abrir mi corazón, romper mis esquemas mentales de tal manera que pueda identificar a través de tu Espíritu donde estoy siendo tóxico para mi prójimo o hermanos y puedas restaurarme con tu poder sanador, medicinal, sacando el veneno que fluye por todo mi ser y llegue a ser el hombre o mujer que tú quieres que yo sea, en el nombre de tu hijo amado Jesucristo ¡Amén!.
Ahora sí, es más común de lo que parece qué en los diferentes tipo de relaciones humanas, sean matrimoniales, familiares, vecinales, laborales, etc., y especialmente con los hijos de Dios, una o ambas partes se sientan incomodas, infelices, tristes, iracundas o ansiosas por una sencilla razón, nos comportamos como personas tóxicas, es decir vivimos bajo el control de la carne, mucho más si pasamos la mayor parte del tiempo una con la otra en esta condición, dedicados al mundo o a nuestros deleites, independientemente del ambiente que nos encontremos, sea cuál sea el caso; somos más una fuente de sufrimiento que de bendición, convirtiéndonos en un yugo difícil de llevar que oscurece nuestro entorno y no da testimonio de quien es nuestro Señor, por la corrupción que emanamos; Gálatas 6:8a “Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción”.
Si conocemos de la palabra o hemos tenido cierta revelación, y no somos capaces de ceder o cambiar ciertas conductas ya sea por rebeldía de carácter, ego, soberbia, altivez o por falta de fe, es porque somos hijos tóxicos, que no queremos someternos ni sujetarnos al Espíritu Santo. Por ejemplo: Pedro se le reveló el Cristo y aun así lo negó tres veces, por su inestabilidad de carácter y falta de fe, el mismo Jesús lo llegó a llamar “Satanás” por quererse salir del plan de Dios, era hijo de Dios con corazón tóxico por falta de conversión, y eso se evidenció aún, mucho después, cuando Pablo lo exhortó a definirse: Gálatas 2:14 “Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?”; Gálatas 3:3 “¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?”.
Este tipo de actitudes tóxicas, tienen su origen oculto en ciertas conductas, sentimientos, pecados, culpas, traumas familiares, inseguridades, necesidades insatisfechas, vacíos, abusos, miedos que no han sido tratados por el Señor, y han sido los detonantes o catalizadores para exteriorizar todo el veneno y la malicia que atesora nuestro corazón y con la cual hemos actuado siempre; por eso, es imperiosamente necesario morir a nuestro yo, menguar y dejar que Cristo viva en mí, dejar que el Señor atienda con carácter de urgencia mi vida espiritual, si es queremos sanar nuestra alma, cuerpo o espíritu; Romanos 8:9 “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él”; o por el contrario, continuaremos deteriorando progresivamente nuestras vidas hasta llegar a un punto de no retorno, donde será demasiado tarde, donde pagaremos las consecuencia de lo sembrado.
Al conversar con nuestros amigos o revisar las redes sociales, nos damos cuenta qué hay una gran cantidad de actitudes tóxicas, que llegan a términos patológicos y que ocupan un espacio importante en el hombre, por la cantidad de mensajes o memes que se han generado y podemos apreciar, por ejemplo: “Este año quiero hacer dieta evitando o eliminando las personas tóxicas”; “dejar ir a las personas tóxicas no es egoísmo, es amor propio”; “Cuando una persona tóxica no pueda controlarte, buscará controlar la forma en como otros te ven”; “¿Cómo pretendes volar?, si no te alejas de los que te arrancan las plumas?”; “Nunca sabrás qué tan tóxica es una persona hasta que no respires un poco de aire fresco”; “Querida persona tóxica: Después de todo el daño que has hecho, he sentido las ganas de que te pase algo malo. Después pienso… ¡Para qué! Si lo malo ya lo llevas por dentro”;  pero, qué tal si esa persona tóxica soy “yo”, ¿Cómo la elimino?, ¿Cómo la dejo ir?, ¿Y si no me puedo controlar o alejar? Como muchos sugieren, ¿Cómo puedo respirar aire fresco si yo soy quién contamino?, ¿Y si mi maldad es la que domina y me ha hecho tanto daño todo este tiempo?; pues, necesito quebrantar mi alma y mi espíritu, para que el Señor habite en mí. Isaías 57:15 “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados”.  
Hay especialistas que explican que las personas tóxicas tienen la capacidad de manipular a su prójimo, limitando sus acciones y su desarrollo personal, además de provocar emociones negativas continuamente (sentimiento de culpa, decepción, miedo, ira, etc.); evaluemos si nosotros tenemos esta condición y porque somos así; pidámosle al Espíritu Santo que nos revele donde estamos fallando y nos sane y enseñe del amor de Cristo, el amor que no deja de ser; clamemos para que nos sane si somos esposos sumamente celosos, pidamos perdón si somos padres o hijos altamente controladores o autoritarios; si hemos sido piedra de tropiezo entre mis amigos o hermanos débiles en la fe, si emocionalmente he sido una persona envidiosa o mezquina. Hay evidencias científicas que los ambientes más tóxicos son el trabajo, mi comunidad, los hogares, las iglesias donde Dios no es primero, y donde prevalece la carne; imaginemos este escenario: una iglesia donde exista competencia o envidia por liderazgo, afecto, autoridad, poder o privilegio, sobre todo si creemos que nos lo merecemos por lo que soy o por nuestras obras, como algo impositivo y no por la gracia de Dios. Efesios 2:8-9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”.
CARACTERÍSTICAS DE UN HIJO TÓXICO DE DIOS
1.  Trata de manipular con la palabra, es mentiroso, apostata de la fe, vive en ocultismo, buscar engañar a Dios y a los hombres para su beneficio propio. Mateo 24:11-13 “Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”.
2.  Responsabiliza a otros de lo que le ocurre, a su pareja, a los hijos, a los suegros, a los padres, a los hermanos, al diablo, al mundo, en fin, a los demás, es almático por excelencia. No le gusta reconocer su pecado, ni someterse o sujetarse al Señor. Gálatas 6:7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”.
3.  Critican o descalifican cualquier actuación o idea que venga de la iglesia, un hermano o su prójimo, desconfían del poder restaurador del Cristo, tienden a cercenar la vida espiritual de los más débiles, creando, con o sin querer, dolor, sentimiento de menosprecio e vileza entre los creyentes. Mateo 18:6 “Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar”.
4.  No tiene temor de Cristo, su debilidad espiritual, falta de fe, lo lleva a prevaricar y pecar recurrentemente. Proverbios 8:13 “El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco”.
5.  Su lengua es fuente amarga, maldice y bendice a la vez, no cesa de encender la creación, es chismoso por excelencia, va sembrando cizaña y propagando rumores negativos sobre la obra, los fieles y los siervos de Dios, juzga porque se cree justo y bueno. 1 Corintios 6:5-7 “Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos, sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos? Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?”.
6.  Es egocéntrico, le falta humildad, se cree muy espiritual, no soporta que le lleven la contraria, es altivo, soberbio, siempre da lecciones sobre cómo se tienen que hacerse las cosas, pero su testimonio no es de Cristo, está lejos de lo que predica, sus frutos lo delatan. Mateo 23:12 “Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”.
REFLEXIÓN
Es necesario reconocer y aceptar que soy una persona tóxica, porque he actuado en mi carne, y he dejado heridas abiertas en otros, pues, no hay ni uno solo bueno dijo Jesús; dar el primer paso para “el arrepentimiento”, es conseguir la puerta del perdón, esa es la clave, entonces quebrante su alma, su orgullo, su altivez, humíllese y conviértase al Señor pero de verdad, que no sea algo emocional, muera a su yo, póstrese ante la presencia del Señor y cambie su forma de caminar y actuar con la ayuda del Espíritu Santo y sane sus heridas, en especial las más profundas, las del alma y espíritu. Gálatas 6:8 “Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna”.
No se identifique con su terca manera de pensar, nuestro ego nos separa del resto de las personas desde el interior de nuestro corazón, no lo convierta en el refugio de su maldad o inseguridades, entrégueselo al Señor, y crea que Él va lo va a sanar de la toxicidad de su alma y crea que lo va a limpiar y purificar; lea la palabra, desenfunde la espada para defenderse de todos los dardos y tentaciones del enemigo, de los deseos engañosos y la corrupción de nuestra carne, sea más que un vencedor en Cristo y deje de estar prevaricando. Proverbios 4:23 “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”.
Es hora de sembrar en el espíritu por el Espíritu, nada, absolutamente nada, nos separará de su amor del Señor; la oración sea nuestro escudo, el abrigo y calor permanentemente de mi vida; dejemos que la acción poderosa del Altísimo se manifieste trayendo el fruto de su Espíritu en mi como testimonio vivo, y que la toxicidad de mis enemigos (carne, mundo y diablo) huya, porque no podrán hacerme daño; dice la palabra que si tomase una serpiente en mis manos o bebiese cosa mortífera, no me harán daño porque Él está conmigo; y los enfermos (los tóxicos) sanarán y tendrán temor al ver que el Dios todo poderoso ilumina mi vida y me guarda de todas mis maquinaciones. Jeremías 15:19 “Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos”. Amén.