Foto Cortesía de Guillermo Almea |
El mundo es
un manojo de contradicciones, se puede observar cómo existen sociedades
desarrolladas que anhelan o sueñan tener lo que las sociedades menos
aventajadas poseen (aquellas denominadas del tercer mundo), y por otro lado
vemos como estas sociedades envidian las mieles que los primeros presumen. Sin
embargo, a cada región, país, nación, sociedad o a cada persona, Dios le dio bendiciones,
en forma de dones y talentos, que muchas veces nos empeñamos en invisibilizar, corromper,
oscurecer, empañar, manipular o pervertir, solo por el hecho de satisfacer un deseo
o interés personal, alimentar el ego o las necesidades más básicas, que no nos permiten
avanzar y crecer espiritualmente.
A sus 33
años, dos días antes de la pascua, Jesús les había dicho a sus discípulos, que
el tiempo de ser entregado y crucificado había llegado; el tiempo en que las
naciones lo reconocerían cómo Señor y Salvador; previamente a esto les había dejado
como enseñanza tres cosas importantes: La primera era la parábola de las 10
vírgenes donde resaltaba el valor que tenía desarrollar y preservar los dones
de espíritu, ser un hombre íntegro que dependa del Espíritu Santo, cuidar el
aceite con que la luz de Cristo brilla en nuestras vidas es fundamental para la
eternidad; la segunda la parábola de los talentos, esos talentos dados por Dios
a todos, pero que muchos desconocen que los tienen; y tercero el anunció del
juicio en los últimos tiempos a los hijos obedientes y desobedientes; el cual
muchos no han comprendido porque su fe es débil; Mateo 26:1-2 “Cuando hubo
acabado Jesús todas estas palabras, dijo a sus discípulos: Sabéis que
dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será
entregado para ser crucificado”. Aclaro, hay detalles que no son visibles a
simple vista, no es coincidencia que estas tres cosas tuviese ese orden, y se
puede leer Mateo 25, pero Dios tiene un propósito para todo, y nada es casualidad;
sin embargo, no debemos olvidar que existe una causalidad que se deriva de
nuestras acciones, la cual será tomada en consideración a la hora de dar
cuentas en el momento que Dios así lo decida.
En otro orden
de ideas, para un hijo de Dios, todos los días deberían ser días de pascua, ya que
deberíamos ser liberados y sanados por Dios a cada momento, como lo hizo con el
pueblo de Israel en Egipto; y así mismo, tomar el camino incierto del desierto,
confiados de que Dios va delante de nosotros por lo cual no hemos de temer; sin
embargo, muchos tenemos el talento de desperdiciar los talentos, es por ello
que la reflexión de hoy trata sobre EL TALENTO DE IGNORAR LOS TALENTOS, basándome
en la Parábola de los talentos; un tema muy trillado, pero que tendemos a mirar
con simpleza y rapidez porque pensamos que ya lo sabemos todo al respecto, acarreando
muchas veces confusión cuando no se escudriña en profundidad la palabra: Mateo
25:14-30 “Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó
a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y
a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad;
y luego se fue lejos”.
Iniciemos
nuestra reflexión trayendo acotación lo siguiente: TALENTO proviene del latín
talentum y este del griego tálanton que significa “Préstamo”; en el tiempo
antiguo los préstamos se hacían, entre otras cosas, con la finalidad de ir
probando la honestidad, diligencia y corazón de cada hombre, por lo tanto poner
su honor como garantía de pago era algo serio y más común de lo que podemos
suponer, quien no cumplía con los compromisos e intereses, pagaba con la muerte.
Ahora bien,
observemos como en ambas lenguas se le llamaba “Talento” a cierta moneda de oro,
la cual era la unidad monetaria de mayor valor de ese entonces porque era
pesada y fabricada de oro; decir que se tenía un talento, era decir hoy en día,
que se es un hombre rico; lo más preciado, monetariamente hablando, era el
talento.
Cuando el
Señor Jesucristo resucitó, y reunió a los discípulos, les entregó el mayor de
los tesoros que poseía en ese momento en calidad de préstamo (prueba), sus
talentos; ¡Ojo! por mucho que podamos esforzarnos no nos pertenecen porque son
de Dios: entre ellos se encuentra su palabra, su Espíritu, sus enseñanzas, su
testimonio y su iglesia, entendiendo por iglesia al grupo de personas que le seguían;
de acá es donde se deriva que los talentos son aquellas dotes (capacidades
prestadas) que deben ser aprovechadas para el servicio del Señor y no para
servicio personal.
DIFERENCIA ENTRE DON Y TALENTO
Según la RAE,
un talento es la capacidad o competencia que tiene una persona para realizar
una determinada actividad o tarea. Cuando hablamos de talento, nos referimos a
la capacidad especial o la facilidad que tiene una persona para aprender o
ejecutar una determinada tarea. Por ejemplo: Aprender el oficio de la
carpintería, la medicina, la ingeniería, la música, etc. Hoy se podría
preguntar ¿Cuál es mi talento? ¿Qué habilidad he aprendido que se me hace fácil
de ejecutarla? ¿Piense en qué talento posee?
Muchas veces
negociamos con nuestros talentos, para ganar dinero, lo cual es lícito; pero
muy pocos son los que ponen sus talentos al servicio de quien se los dio en
calidad de préstamo, observen lo siguiente: Mateo 25:16-18 “Y el que había
recibido cinco talentos fue y negoció {aprovechó, dialogó, ganó, utilizó,
comercializó} con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había
recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó
{enterró, escondió, ocultó, disfrazó, contuvo} en la tierra, y escondió el
dinero de su señor”.
Es bien
conocido que un Don es un regalo o dádiva que Dios nos da para manifestarse y
operar cuando Él lo desee, y tiene la finalidad de glorificar su nombre, un
ejemplo es el don de sanidades, el cual no necesita ser doctor para sanar una
persona, sino por la manifestación o poder del Espíritu Santo puede sanar, como
lo hizo el apóstol Pedro con el paralítico. Este regalo dado por Dios es una
capacidad espiritual que se inserta en nuestro ser desde nuestra concepción o
nacimiento espiritual, para servirle, y que define nuestra genética espiritual.
Sin embargo, ¿UN DON SERÁ UN TALENTO?
Hay una línea
muy delgada que los separa, sin embargo, eso no depende de usted ni de mí, sino
del Señor; pues, “…Dios es el que en vosotros produce así el querer como el
hacer, por su buena voluntad” (Filipenses 2:13). Lo que si queda claro es que
el Talento puede aprenderse, obtenerse o desarrollarse a través de la
diligencia de cada persona o la enseñanza de terceros, siempre y cuando el
Señor así lo permita, gracias a su buena voluntad; Proverbios 22:6 “Instruye al
niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”; en cambio,
el don está presente en nuestro ser desde el nacimiento, es por ello que
escucha exclamaciones cómo: ¡Nació con ese don!.
Hay talentos
que pueden ser entregados o desarrollados por los hijos de Dios, pero no necesariamente
son dones espirituales, sino que, por su disposición, fidelidad, servicio y
obediencia han hecho que el Señor se los otorgue, y por ellos darán cuenta recibiendo
bendición y gozo en el Señor: Mateo 25:19-23 “Después de mucho tiempo vino el
señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que había
recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco
talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos
sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre
poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos
me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. Su señor
le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre
mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”; hay quienes no entienden
que cuando uno pone sus talentos al servicio del Señor recibe el título de “SIERVO
BUENO Y FIEL” y este viene acompañado de bendición y gozo, una vez Jesús
regrese por sus hijos.
Pero que
pasa, con los negligentes, perezosos, necios, apáticos, indolentes, cobardes,
incrédulos, sordos, ciegos, malos, etc., Mateo 24:24-30 “Pero llegando también el que
había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que
siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve
miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que
es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente,
sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto,
debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo
que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que
tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al
que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil
echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de
dientes”; Pues, este también recibirá un título, el de “SIERVO MALO; NEGLIGENTE
E INÚTIL”, nos guste o no, se puede apreciar levemente que aún sus dones y
talentos le serán quitado, es decir, el Espíritu de Dios. Por ese motivo el
salmista dice en el Salmo 51:11 PDT: “No me alejes de ti; ni me quites tu santo
Espíritu”; la pregunta sería ¿Quién se aleja de quién?
¿QUÉ QUISO DECIR JESUCRISTO CON
LOS TALENTOS?
Existen
muchas interpretaciones sobre esta parábola y todas conducen al mismo lugar,
sin embargo, le recomiendo que ore y pida dirección al Espíritu Santo para lo
que está a punto de leer le sea revelado y no tenga miedo a ser confrontado, ya
que lamentablemente tenemos el talento de ignorar los talentos, eso sí, de
hacerlo, no lo haga para crear un sentimiento de culpa, sino para fortalecerse
en espíritu y verdad:
1.
CREA Y TENGA LA CAPACIDAD: Juan 1:12 “Más a
todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad
{Capacidad, el poder} de ser hechos hijos de Dios”; cuando dice “a los que creen”
me refiero a dos verbos: Creer (de fe, de certeza, de confianza) y Crear (de
hacer, de arrepentirse, de convertirse); ambos muy utilizado en la jerga
religiosa, pero solo sirve para soterrar el talento, decida a creer y crear en
Cristo, Dios ha dado la capacidad, solo tiene que desarrollarlo.
2.
ESTÉ APTO, RENUNCIE AL PECADO: Lucas 9:62 “Y
Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es
apto para el reino de Dios”; Seamos aptos, superemos el PASADO a través del
perdón, y renuncie al PECADO; estos dos
son lastres que no nos permiten despegar y volar como las águilas, nos mantiene
en una zona de confort de muerte que nos impide dar el paso definitivo a Cristo.
3.
SEA AYUDA IDÓNEA, ESFUÉRCESE: 2 Timoteo 2:1-2
“Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has
oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos
para enseñar también a otros”; Sea un hijo fiel, la ayuda idónea que necesita
Jesucristo para seguir levantando su iglesia, no desperdicie su tiempo, si
tiene que trabajar, pues hágalo, pero en su trabajo siembre en otros la palabra
y verá la gloria de Dios manifestada en cada amigo, familiar o compañero.
4.
ILUMINE SU ENTENDIMIENTO, QUE SU TESTIMONIO
HABLE: Santiago 3:13 “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por
la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre”; Los talentos puestos al
servicio de Dios serán el mejor testimonio que podemos tener, no importa que
sea uno o cinco, eso no es lo trascendental, sino la disposición de hacerlo de
corazón, entendiendo lo que representa Jesucristo para nuestra vidas.
5.
SEA CONSCIENTE DE DÓNDE PROVIENEN SUS TALENTOS: 2
Corintios 3:5-6 “No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo
como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual
asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino
del espíritu; porque la letra mata, más el espíritu vivifica”; Entienda que los
talentos son un préstamo de Dios, y como tal, no se jacte ni ufane, porque eso
es pecado, sea humilde de corazón y Dios lo recompensará.
6.
EDIFIQUE CON SABIDURÍA E INTELIGENCIA: Proverbios
24:3-4 “Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará; y con
ciencia se llenarán las cámaras, de todo bien preciado y agradable”; Proverbios
3:13 “Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la
inteligencia”; Tener conocimiento no es sabiduría, la sabiduría es saber qué
hacer con ese conocimiento y la inteligencia es la acción, para glorificar al
Padre, el Señor se lo dijo a los discípulos y hoy te lo dice a ti y a mí, pon
tus talentos al servicio de Dios y recibiremos mucho más de lo que esperamos.
7.
ACTÚE CON SENSATEZ Y PRUDENCIA: Proverbios 19:11
(BJ) “El hombre sensato domina su ira y tiene a gala pasar por alto la ofensa”;
Proverbios 2:11-13 (H) “La sensatez
cuidará de ti y la prudencia te protegerá; te apartará del mal camino y de
quienes hablan con maldad; de los que abandonan los senderos rectos y andan por
caminos sombríos”; Mateo 7:24 “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y
las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca”;
Siempre estaremos tentados a desviarnos de los propósitos Divinos, cuando somos
autosuficientes gracias a nuestros talentos, títulos, grados o poder es cuando
somos más débiles y susceptibles a perder nuestra alma; recuerde que todo talento
soterrado es efímero; Dios está probando nuestros corazones para ver de qué
material estamos hechos, dele gracias al Señor si usted hoy puede respirar y
tiene un talento, porque le está dando la oportunidad de enderezar su camino,
seguirle y postrarse a sus pies como señal de arrepentimiento, reconocimiento y
gloria; sea obediente y no evada, la recompensa es grande.
REFLEXIÓN
Cuidemos
nuestra vida espiritual, un talento que no está dirigido, gobernado o edificado
por el Espíritu de Santo es un desperdicio, es trabajo en vano, que no tiene
ningún valor, es el talento soterrado que se esconde para después excusarse
como lo quiso hacer el siervo malo con el Señor; ¡Ojo!, “NO” echemos a perder
el fruto de nuestro trabajo.
Salmos 127:1
“Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si
Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia”; 2 Juan 1:8 “Cuídense de
no echar a perder el fruto de nuestro trabajo; procuren más bien recibir la
recompensa completa”.
Que cada día,
sea como los tiempos de pascua, tiempos de libertad, reflexión y
arrepentimiento, para presentarnos como hijos santos, fieles, talentosos,
limpios de corazón, hacedores de la palabra, obedientes a los mandamientos del
Señor y que nuestro testimonio sea para su honra y edificación de la iglesia, pidámosle
al Padre celestial que derrame el poder de su Espíritu y nos permita entrar en
el gozo de su presencia, disponiendo de nuestros talentos como ofrenda viva,
santa y agradable. Amén!!!
2 Timoteo
2:15 “Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de
qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad”; Mateo 5:8 “Bienaventurados
los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios”; Romanos 12:1 “Por tanto,
hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes
mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Éste es el verdadero culto
que deben ofrecer”.
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