viernes, 21 de abril de 2017

LA LEVADURA QUE ESTOY USANDO


En días reciente un estimado amigo me invitó a comer pizza en su casa, con toda la familia; fue una velada espectacular, tanto por la comida como por la enseñanza, ya que aprendí, a través su destreza culinaria, el secreto para hacer la masa de tan delicioso manjar, acordándome lo que decía Gálatas 5:9 “Un poco de levadura leuda toda la masa”. Así que me puse a investigar sobre la levadura, ya que me llamaba la atención de cómo una pequeña cantidad de ese polvo leudante (dos cucharaditas) generaba un efecto grandioso en casi un kilogramo de harina de trigo.
Los conocedores denominan levadura o fermento, de manera general, a los diferentes hongos microscópicos y unicelulares, que se reproducen gracias a una división desigual o gemación, el cual consiste en la formación de prominencias sobre la célula del hongo progenitor, y que al crecer y desarrollarse, origina nuevos seres que pueden separarse del organismo parental o quedar unidos a él, inician así una colonia, y que producen ciertas enzimas que generan la fermentación de los hidratos de carbono y por caso producen diferentes sustancias.
Entre las levaduras más conocidas y extendidas se destaca la Saccharomyces cerevisiae o levadura de cerveza, que es un hongo unicelular que se obtiene de la descomposición del gluten de la malta o cebada y se emplea para producir productos de amplio consumo como el pan, vino y la cerveza, cosa que desconocía.
De acuerdo al tipo de levadura y la fermentación que producen, existen dos tipos de levaduras según las santas escrituras:
1. LA LEVADURA DE LA CARNE, EL MUNDO Y EL MAL:
a. Esta levadura es la que daña nuestro ser en las tres áreas que lo conforman como son el alma, el cuerpo y el espíritu; y tal es su efecto que produce un sabor u olor desagradable a Dios, una sensación a putrefacción o descomposición, es decir a muerte solo perceptible en el Espíritu, por lo que debe ser desechado o resucitado a través del Cristo.
b. Cuando la palabra es leudada con ella, es porque no hay la presencia de Espíritu Santo y existe manipulación, es letra muerta que no vivifica, trae confusión, es pan que sabe bien para el gusto del hombre carnal, pero su efecto es dañino espiritualmente ya que trata de satisfacer necesidades humanas, puras vanidades, intereses llenos de iniquidad, impiedad y corrupción engordando con sus azucares tóxicos, llevándonos a un coma diabético, espiritualmente hablando.
c. Sube los niveles de soberbia, religiosidad, hipocresía, mentira, engaño, maldad, violencia, dureza; los fariseos  por ejemplo, eran conocedores de la palabra, se jactaban de llamarse pueblo escogido de Dios (por derecho divino), nación santa, sin embargo sus acciones estaban muy lejos de lo que el Señor esperaba, tenían un corazón endurecido, eran de dura cerviz, eran pueblo rebelde, desobediente, que buscó poner a Dios a su estatura, en vez de procurar ellos estar a la estatura de Dios, del Cristo resucitado, todo esto porque no tenían de la presencia del Espíritu Santo. Marcos 8:15 “…Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos, y de la levadura de Herodes”; 1 Corintios 5:6 “No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?”; Lucas 12:1 “…Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía”.
d. Hace que decaiga nuestro semblante, producto de la efervescencia de maldad en nuestra vida, así como la de Caín y Herodes que leudando sus vidas con ira, celos, malicia, adulterio y muerte se transformaron en seres despiadados, crueles, de intraficable severidad e inconmovible ante el prójimo, sin considerar a Dios. Ezequiel 2:4 “Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón;…”; Génesis 4:5 “pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante”; Mateo 2:16 “…se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores…”; Oseas 7:4 “Todos ellos son adúlteros; son como horno encendido por el hornero, que cesa de avivar el fuego después que está hecha la masa, hasta que se haya leudado”.
2. LA LEVADURA DE DIOS:
a. Produce nutrientes para fortalecerme y mantenerme firme en mí caminar con Dios.
b. Preserva mi testimonio, da un sabor especial de sal que sala.
c. Hace uso del poder de Dios a través de la oración, para transformar y convertir mi vida.
d. Crea las condiciones adecuadas para que los elementos indeseables del enemigo no me puedan tocar.
e. Inhibe el crecimiento del mal en mi vida.
f. Por su fermentación, de la leche no adulterada (la palabra), se obtienen los más deliciosos manjares celestiales que el Señor tiene preparado para quienes le aman.
g. Me enriquece espiritualmente, mi alma empieza a prosperar, se empieza a revelar los misterios ocultos, dándole un sabor, un aroma y una textura sublime a mi vida.
h. Detoxifica mi alma (elimina sustancias tóxicas, la corrupción de la carne y del corazón), trayendo paz y santidad.
i. Disminuye y acelera los tiempos de conversión, viene la prueba.
Pero, para que el Señor ponga la nueva levadura es necesario que limpiemos nuestra vida de manera sincera y de verdad, verdad sin hipocresía ni engaños; que la limpiemos de toda vieja levadura de pecado, con arrepentimiento y conversión genuina, que seamos aprobados y pasados por fuego, para no pisotear la sangre del cordero que fue derramada en la cruz por nuestro Señor Jesucristo: 1 Corintios 5:7-8 “Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad”.
Leudémonos las tres medidas de masa (alma, cuerpo y espíritu) con Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, para que el Reino de los cielos sea sembrado con buena semilla y no sea arrancado el trigo cuando haya que recoger la cizaña para ser quemada. Mateo 13:33 “Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado”.

El Señor espera que tales adoradores le alaben en Espíritu y verdad, que mi cuerpo sea una ofrenda grata a los pies del Señor y estoy confiado que el mismo Dios me santificará por completo, llevándome de su mano a moradas de bendición, que pueda yo guardarme irreprensible para su venida, ofreciéndome voluntariamente como sacrificio de alabanza con el pan leudado de mi vida en Dios. Amén... Amos 4:5 “Y ofreced sacrificio de alabanza con pan leudado, y proclamad, publicad ofrendas voluntarias, pues que así lo queréis, hijos de Israel, dice Jehová el Señor”. 

miércoles, 5 de abril de 2017

ADULTERO EN FLAGRANCIA

Mucho se ha dicho sobre el adulterio, por lo general está referido a la relación sentimental que una persona mantiene con otra, es decir un(a) tercero(a), aún y a pesar que uno o ambos se encuentren casados y son parte de una agrupación familiar, pero poco se conoce al respecto de sus consecuencias; hay teorías humanas que avalan que el adulterio es algo "excitante y necesaria" para mantener matrimonios “felices”, inclusive hay personas que conociendo el estado de infidelidad de su pareja prefieren callar, ya sea por costumbre, por interés o por miedo de perder ciertos beneficios.