Para
muchas personas es un deber ser ejemplo de moral y ciudadanía ante los demás, en especial los
padres, porque muchos piensan que esto ayudará al correcto desarrollo
psicológico, físico y emocional de los hijos, formando una conciencia social, fundamentada en un sistema de creencias y valores, el cual es imposible de
mantener o manejar por el pecado y el grado de descomposición que cada uno
posee.
Aunque
esto es una realidad, Dios diseño un plan perfecto basado en la gracia, el amor a Cristo, la
misericordia del Dios Padre y el poder del Espíritu para poder arrepentirnos, perdonar,
convertirnos y ser testimonio de su gloria, sin embargo, esto no termina allí, es
necesario que nos GUARDEMOS para aprovechar el tiempo para la eternidad.
Efesios 5:15-16 “Mirad, pues, con
diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el
tiempo, porque los días son malos”.
Andar con
diligencia es conducirse con sabiduría, es estar prestos a actuar y crecer con rapidez,
prontitud o celeridad, atendiendo nuestra vida espiritual porque los tiempos de
gracia están terminando; es necesario que nos accionemos y guardemos las
enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo; cualquier otra cosa se convierte en
necedad o pérdida de tiempo, en especial cuando el Señor no está de primero ni presente
en nuestra manera de proceder. Velar y guardarnos aprovechando el tiempo en
Cristo traerá bendición y momentos de gozo.
Guardar
significa defender, proteger, velar, cubrir, prevenir, preservar, reservar, acatar,
cumplir, obedecer, respetar, seguir, atesorar, vigilar, atender, asegurar,
conservar, mantener; quizás en nuestros momentos de lectura de la palabra, nos hemos
encontrado con algunos de estos verbos, que nos invitan a la acción más que a
la reacción; por eso es tan importante renunciar a la pasividad; podemos leer, meditar
y reflexionar en su palabra, pero si no la guardamos como especial tesoro,
somos unos religiosos más, fariseos, que utilizan a Dios como bombero para
apagar los fuegos que hemos encendido producto de nuestro pecado, falta de diligencia y
temor, lo que indica que no vivimos ni viviremos una relación real y santa a
menos que estemos dispuestos a atender sus razones y renunciar a lo que no le agrada.
¡RAZONES PARA
GUARDARNOS!
Existen
muchas razones para guardarnos, pero se han seleccionado solo 7 para que sean consideradas y
podamos trabajar en ellas, ya que la vida cristiana busca la transformación de
nuestro ser íntegramente a través de Cristo y el poder de su Espíritu.
1. Primeramente, porque recibiremos protección, auxilio y salvación. Salmo
121:7-8 “Jehová te guardará {AUXILIARÁ} de todo mal; El guardará {SALVARÁ} tu
alma. Jehová guardará {TE PROTEGERÁ EN} tu salida y tu entrada Desde ahora y
para siempre”.
2. La obediencia más que una carga, es libertad, ella nos dará la fortaleza
para resistir las asechanzas del maligno, Santiago 4:7 “Someteos {OBEDECEZCAN},
pues, a Dios; {QUE NOS FORTALECE PARA} resistid al diablo, y huirá de vosotros”.
3. Al guardarnos ponemos un candado o cierre en la boca, porque ella
es la puerta que nos contamina, no por lo que entra sino por lo que sale de
ella, por eso si queremos preservar y proteger nuestra alma y vivir días de
refrigerios en el Espíritu, debemos aprender a refrenar nuestra lengua, para testificar
de Cristo. Proverbios 13:3 “El que guarda {PRESERVA} su boca guarda {PROTEGE}
su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad”.
4. Para recibir bendición, la añadidura reservada a los hijos fieles.
Deuteronomio 30:16 “Porque yo te mando hoy que ames {ATESORES CON TODO TU CORAZÓN}
a Jehová tu Dios, que andes {SIGAS} en sus caminos, y guardes {CONSERVES} sus
mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado,
y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión
de ella”.
5. Nunca te dejará ni te abandonará, será morada de protección,
peleará la batalla por ti librando los más épicos combates en el Espíritu que
no nos podemos imaginar, Él será nuestra cobertura, el castillo, la fortaleza, la
morada de paz donde podemos descansar confiadamente. Salmos 121:3-5 “No dará tu
pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda {VELA}. He aquí, no se
adormecerá ni dormirá El que guarda {DEFIENDE} a Israel. Jehová es tu guardador
{PROTECTOR}; Jehová es tu sombra a tu mano derecha”; Salmo 5:11 “Pero alégrense
todos los que en ti confían; Den voces de júbilo para siempre, porque tú los
defiendes {PELEAS LA BATALLA POR MÍ}”; Salmo 5:12 “En ti se regocijen los que aman
tu nombre. Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo
rodearás {CUBRIRÁS} de tu favor”.
6. El Señor nunca despreciara un corazón contrito y humillado en los
momentos de angustia y adversidad, por eso debemos guardarlo como especial
tesoro, porque él es campo donde se ha sembrado la semilla de vida, la palabra
de Dios. Proverbios 4:23 “Sobre toda cosa guardada {ATESORADA}, guarda {CONVIERTE}
tu corazón; Porque de él mana la vida”; Salmos 119:11 “Tus dichos, he guardado {ATESORADO}
en mi corazón, para no pecar contra ti”; Proverbios 3:1-2 "Hijo mío, no te
olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; Porque largura de días
y años de vida Y paz te aumentarán".
7. Cuando guardamos su palabra cosas maravillosas empiezan a suceder,
somos embajadores del reino, nos convertimos en multiplicadores de la bendición
de Dios a otros, su gracia trae gozo, alabanza, paz, benignidad y fe a nuestra
vida. Lucas 11:28 “Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de
Dios, y la guardan”.
REFLEXIÓN
La
palabra dice en Juan 14:15 “Si me amas, guarda mis mandamientos”, si en usted y
yo somos recurrentemente dados a obviar o ignorar los mandamientos de Dios y no
los grabamos en la tabla de nuestros corazones para conversión, es porque
realmente no amamos al Señor, es acá donde debemos revisarnos profundamente,
porque el Señor no dará por inocente al culpable, a menos que exista un arrepentimiento y una conversión genuina. Juan 14:23 “Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi
palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada”; Deuteronomio
11:18 “Grabad, pues, estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma;
atadlas como una señal a vuestra mano, y serán por insignias entre vuestros
ojos”.
Guardemos
la palabra y seamos inmensamente felices de manera sobrenatural, cosechando
frutos dignos de arrepentimiento por medio del Espíritu, que nuestra manera de creer, pensar, hablar y actuar, sean de acuerdo a nuestro Señor, porque estamos en los
últimos tiempos y la segunda venida se aproxima y debemos estar atentos para recibir
al Rey, Señor y Dios de nuestras vidas. Apocalipsis 1:3 “Bienaventurado el que
lee y los que oyen las palabras de la profecía y guardan las cosas que están
escritas en ella, porque el tiempo está cerca”.