He visto
muchos creyentes, que impresionados por los dones espirituales de algunos
hermanos, se han enredado torpemente en lazos de vanidad, pecado y
apostasía por falta de entendimiento, discernimiento o prudencia. Esto es producto
del falso dogma que para ser espiritual, necesariamente, debe haber manifestaciones
sobrenaturales o “frutos”, la mayoría terrenales, dados por Dios a los hijos o
“ungidos” basados en una errada doctrina de tendencia pseudo cristiana que
trata de dar un status espiritual de relevancia a ciertos hombres, como si eso
fuera lo más importante.
jueves, 31 de enero de 2019
martes, 22 de enero de 2019
¡NO TIENE PERDÓN DE DIOS!
Hay una gran cantidad de afecciones que residen
en el alma que generan patrones extraños de conducta, percepción, creencia, pensamiento,
emociones y sentimientos ya sea de manera individual o colectiva, que la
sociedad considera normal, totalmente alejado a lo que el Señor ha dispuesto y que
traen consigo consecuencias para la eternidad: Marcos 8:36 “Porque ¿qué
aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?”; Isaías 5:20-23 “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la
luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo
dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son
prudentes delante de sí mismos! ¡Ay de los que son valientes para beber vino, y
hombres fuertes para mezclar bebida; los que justifican al impío mediante
cohecho, y al justo quitan su derecho!”.
Por eso, cualquier pensamiento o consejo (aunque
venga de Dios) si es contrario al mío, me resulta muy molestoso y tengo la tendencia
a ignorarlo, rechazarlo o bloquearlo, creando conflictos internos, desarrollando
conductas paranoide caracterizada por el señalamiento, la culpa, el juicio, la desconfianza
generalizada, ya que no somos capaces de aceptar nuestra condición de pecado y nos
negamos a morir en esa área de nuestra vida; Lucas 9:23 “Y decía a todos: Si alguno
quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y
sígame”; Salmo 10:3 “Porque el malo se jacta del deseo de su alma, Bendice al
codicioso, y desprecia a Jehová”.
Entonces prefiero enfocarme en las fallas y los
pecados de otros, ya que realmente no conozco la dimensión del perdón de Dios,
ni la acepto porque no estoy preparado para dar y recibir de su amor; Lucas
18:11 “El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te
doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos,
adúlteros, ni aun como este publicano”; Proverbios 3:5-6 “Confía en Jehová con
todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus
caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas”. Isaías 43:25
“Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré
de tus pecados”.
Como no hemos aprendido a perdonar, proferimos
expresiones tales como: ¡Se pide disculpas, porque Dios es el único que
perdona!, ¡Yo perdono, pero no olvido!, ¡Que te perdone Dios, pero yo no!, ¡Eso
que hice, no tienes perdón de Dios! entre otras a sabiendas que el Señor enseño
en: Lucas 11:4 “Perdona nuestros pecados, como también nosotros perdonamos a
quienes nos ofenden…”; es por eso que se crea un conflicto emocional, una inestabilidad
a través de pensamientos obsesivos e impulsivos que nos llevan al caos, por
falta de presencia del Dios vivo, aun siendo “cristianos”; y cuando somos confrontados
entonces empezamos a justificar nuestras acciones echándole la culpa a otros
colocando muros, barreras o límites a nuestras vidas como “protección”, asociándonos
con otros que andan en igual o peores condiciones como buscando apoyo moral,
haciendo un cerco espiritual que nos aparta del único que tiene el poder de
sacarnos del atolladero en que nos hemos metido, el Señor Jesucristo. Isaías
25:12 “Y abatirá la fortaleza de tus altos muros; la humillará y la echará a
tierra, hasta el polvo”; Salmo 127:1 “Si Jehová no edificare la casa, En vano
trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la
guardia”; Gálatas 5:1 “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos
hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”.
¿POR QUÉ NO HAY PERDÓN EN MI VIDA?
1. Porque
no se me ha revelado el amor de Dios y sus riquezas en gloria, estoy muy lejos
de sus enseñanzas, no hay tolerancia en mí. Efesios 1:7 “en quien tenemos
redención por su sangre, el perdón de pecados…”; 2 Corintios 11:19-20 “porque
de buena gana toleráis a los necios, siendo vosotros cuerdos. Pues toleráis si
alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno toma lo vuestro, si alguno
se enaltece, si alguno os da de bofetadas”; 1 Corintios 13:7-8 “Todo lo sufre,
todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser…”;
Lucas 6:35 “Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no
esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del
Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos”.
2. Porque
invalido su pacto de gracia establecido por Jesucristo en la cruz, por falta de
sincero arrepentimiento, tratamos de condicionarlo a nuestros caprichos. Lucas
23:34 “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen…”; Efesios
2:8 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues
es don de Dios”; Hechos 26:20 “…se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas
de arrepentimiento”; Levítico 26:14-16 “Pero si no me oyereis, ni hiciereis
todos estos mis mandamientos, y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma
menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, e
invalidando mi pacto, yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros
terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y
sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán”.
3. Porque
poseo una vida espiritual inestable, el viejo hombre prevalece, soy débil, pierdo
la fe en Dios, me dejo envolver doctrinas de hombres, con episodios de paranoia
terrenal, el afán es la orden del día, no concilio la paz a pesar de mis
esfuerzos, no he velado lo suficiente, dudo de todo, voy de redil en redil,
buscando pasto seco, tratando de llenar un vacío, que sólo Cristo puede saciar.
Efesios 4:22-23 “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo
hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el
espíritu de vuestra mente”; Santiago 1:6 “Pero pida con fe, no dudando nada;
porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el
viento y echada de una parte a otra”; Hechos 10:43 “De éste dan testimonio
todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de
pecados por su nombre”.
4. Porque
paso de la calma a la ira, ansiedad o desesperación en segundos, por falta de
sometimiento al Espíritu Santo, no hay conversión, me dejo controlar por mi
alma, vivo bajo las emociones, destacando el odio, el rencor y la venganza,
estableciendo relaciones enfermizas, tendientes a idolatrar a cosas, personas o
potestades. Colosenses 3:5 “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación,
impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría”; Habacuc
2:4 “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece;…”; Deuteronomio
4:9 “Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te
olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos
los días de tu vida;…”; Hechos 26:18 “…para que reciban, por la fe que es en
mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados”.
El
perdón de Dios ha sido entregado por amor al subir nuestro Señor a la cruz y
morir por nosotros, queda de parte de nuestra creerlo y aceptarlo, pero eso sí,
con fe, convencidos que lo hemos recibido; ahora nos toca mantenernos en temor
y santidad, para honrar y glorificar tal sacrificio, de lo contrario estamos pisoteando
la preciosa sangre de Jesús, convirtiéndonos en impíos.
Oremos: Mi Señor tu eres un Dios bueno y precioso, me
diste de tu perdón y hasta ahora lo había menospreciado, que torpeza la mía, piedra
de tropiezo había sido mi insensatez e imprudencia, mi falta de conversión y un
arrepentimiento defectuoso, lleno de religiosidad, que prefería pecar y pecar
sin considerar que cada vez que lo hacía, estaba pisoteando tu preciosa sangre;
Señor con revelación quiero pedirte perdón, ya no quiero decirle a lo malo bueno,
ni a lo bueno malo, sigue trayendo palabra filosa, más cortante que espada de
dos filos que penetre hasta los tuétanos, lo más profundo de mi ser y abra mi
alma en dos y permita sacar la inmundicia que hay en mí. Gracias Señor, porque
puedo pedirte perdón con entendimiento, sé que he odiado y he guardado rencor,
por eso te pido perdón, no quiero pensar
vengarme ni siquiera por las ofensas de otros, prefiero pasar por el oprobio
con tu bendición, que por la dulzura de los deseos de venganza que traen muerte amarga.
Señor ten misericordia de mí, mi corazón tiene vergüenza ante tu presencia, recíbelo
y límpialo, para que un día pueda ser digno de ti y pueda sentarme a tu lado y
disfrutar de tu hermosa presencia. Te amo Padre de los cielos, bendito sea tu
nombre. Amén.
jueves, 10 de enero de 2019
EL MINIMALISMO ESPIRITUAL
Muchas
personas que he considerado sabias e inteligentes, asiduos lectores, me han
comentado que cuando han leído y tratado de entender la palabra les ha sido
infructuoso y me preguntan ¿Cuál es el secreto?; les explico que es necesario andar
en comunión con el Señor, pidiéndole al Espíritu Santo que le enseñe y revele
lo que el Padre quiere expresar a través de su palabra; Juan 14:26 “Mas el Consolador,
el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas
las cosas,…”; 1 Corintios 2:10 “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el
Espíritu;…”; pero, esta gran verdad, seguramente es china para algunos o para
otros posiblemente sea una locura ya que no conocen al Dios vivo; 1 Corintios
2:14 “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente”, entonces se presenta el minimalismo espiritual como estilo de
vida, es decir, reducir sus necesidades espirituales al mínimo, restándole
importancia a la esencia de Dios, por falta de entendimiento.
Si
observamos lo que nos dice el Señor en Mateo 6:33 “Mas buscad primeramente el
reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”; apreciamos
que el hombre producto de su pecado, se ha convertido en minimalista espiritual,
sin excepción, ya que ha reducido su vida espiritual a lo mínimo, a la simpleza
de la vida terrenal, ya que es mejor disfrutar un momento o un período de “felicidad”
que buscar del Señor, sin medir las consecuencias eternas, el objetivo de esta
actitud quizás sea para satisfacer un alma vacía, confundida y ocupada con
tantas tonterías, o para obtener alguna
añadidura al mínimo esfuerzo, una bendición express, de acuerdo a estándares y
consejos humanos que persiguen algún oscuro interés, que sin duda, tarde o
temprano, será develada cuando se exponga todo a la luz; Mateo 16:26 “Porque
¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?...”;
Efesios 5:13 “Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz,
son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo”; Isaías 30:1
“¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí;
para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado!”.
De
lo anterior nace la torpeza de obviar lo esencial, sobre todo si distraemos
nuestra atención en elementos que no edifican nuestra vida, apartándonos del reino
de celestial y su justicia. Por eso se hace necesario discernir que el gozo
pleno de Dios se manifiesta cuando nos dejamos guiar por el Espíritu Santo, ya
que ni lo alto, ni lo profundo, ni la adversidad, ni enfermedad, ni cualquier
circunstancia, nada absolutamente nada, podrá apartarnos del amor de Dios,
siempre y cuando nuestro corazón esté dispuesto a buscarlo, de manera temerosa
y humillada, sometiéndome a su voluntad entendiendo que debemos ser una ofrenda
grata en su presencia; es, entonces, cuando empezamos a ver los frutos reales y
apreciar la nueva vida, manifestada en conversión.
Pero,
¿Cuál es el problema, por qué esto no ocurre? El problema radica en que nadie
está dispuesto a pagar el precio realmente, entonces utilizamos a Dios,
convenientemente, como plan B, es decir de respaldo, de bombero (por si acaso,
para atender mis contingencias), restándole la importancia debida,
menospreciando su nombre, en otras palabras: ¡Cometemos minimalismo en contra del
Señor!; Malaquías 1:6 “El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si,
pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor?
dice Jehová de los ejércitos a vosotros…”.
¿CUÁNDO COMETEMOS
MINIMALISMO EN CONTRA DEL SEÑOR?
1. Al
actuar con incredulidad o duda del poder de Dios; Romanos 14:23 “Pero el que duda sobre
lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene
de fe, es pecado”; 2 Pedro 2:16 “y
fue reprendido por su iniquidad; pues una muda bestia de carga, hablando con
voz de hombre, refrenó la locura del profeta”; 2 Corintios 6:14 “No os unáis en
yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia
con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?”.
2. Al
prevalecer la mentira, la falta de amor, el hurto y el ocultismo en nuestra
vida, convirtiendo en anatema las cosas santas; Gálatas 1:8 “Mas si aún nosotros, o un
ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos
anunciado, sea anatema”; Josué 7:11 “Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi
pacto que yo les mandé; y también han tomado del anatema, y hasta han hurtado,
han mentido, y aun lo han guardado entre sus enseres”; 1 Corintios 16:22 “El
que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema…”; 1 Juan 4:20 “Si alguno dice:
Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su
hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”.
3. Cuando
predomina la insensatez, astucia, rebeldía, desconfianza, suspicacia, malicia, la
manipulación del débil, la envidia y repugnancia, dejándose
arrastrar por el alma por falta de conversión; Tito 3:3 “Porque nosotros
también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de
concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia,
aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros”; Santiago 1:21 “Por lo cual,
desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la
palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”.
4. Al
vivir en tribulación, afán, angustia, susceptible a mi entorno, circunstancia o
adversidad, siendo enfermizos espirituales que necesitan ser sanados; Romanos 8:35 “¿Quién nos separará del
amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez,
o peligro, o espada?; Mateo 13:22 “El que fue sembrado entre espinos, éste es
el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas
ahogan la palabra, y se hace infructuosa”; Marcos 2:17 “Al oír esto Jesús, les
dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido
a llamar a justos, sino a pecadores”.
5.
Cuando no velamos por nuestra vida
espiritual, la carne prevalece, somos débiles de la fe, endebles, inseguros,
buscamos refugiarnos en hombres y olvidamos al Señor; 1 Corintios 10:12 “Así que, el que
piensa estar firme, mire que no caiga”; Mateo 24:43 “Pero sabed esto, que si el
padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no
dejaría minar su casa”; 1 Corintios 3:4-5 “Porque diciendo el uno: Yo
ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? ¿Qué,
pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis
creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor”.
6.
Preferimos la hipocresía, la apariencia
y la incertidumbre como tratando de adivinar, dando pasos a ciegas de manera aleatoria
sin consultar al Espíritu Santo, pretendiendo guiar a otros ciegos; Mateo 23:26 “¡Fariseo ciego! Limpia
primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea
limpio”; Lucas 6:39 “¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos
en el hoyo?”; 2 Timoteo 3:2-5 “Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros,
vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,
sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores
de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más
que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella;…”.
Oremos: Padre de los cielos cuantas veces no
le dado la importancia debida a tu palabra; tú me has dicho que te ame sobre
todas las cosas, sin embargo he ocupado mi vida de tantas tonterías que te he
desplazado, menospreciando tu presencia, olvidando la esencia a la cual me
llamaste, he puesto tu obra en segundo plano cuando me exhortas a buscar
primero tu reino y tu justicia. Perdóname Señor no soy digno de ti, cada vez tu
espada penetra más profundo hasta llegar a la empuñadura haciendo morir al
viejo hombre, gracias mi Dios, por tanto amor, tanta misericordia, gracias
porque pusiste tu mirada en mí; revélame, enséñame Señor, si soy minimalista
que sea para desechar todo lo terrenal por causa de Cristo y conocer su esencia,
pura y santa, ya no quiero ser igual. Te amo Padre, bendito sea tu nombre Jesús. Amén…
Suscribirse a:
Entradas (Atom)