domingo, 18 de octubre de 2020

EL ORGULLO QUE MATA

 

Muchas veces no se entiende cómo en un matrimonio entre dos personas aparentemente estables económicamente, con una familia hermosa, trabajadores, emprendedores, que asisten a una iglesia juntos, que dicen que se aman, se extrañan y están pendientes uno del otro, estén separados por orgullo aunque vivan en la misma casa, esta actitud denota que existe una falencia espiritual, ya que no conocen el amor de Dios; 1 Juan 4:8 “El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor”; hay un decir de los viejos que expresa que es mejor morir o perder el orgullo por amor, por las personas que amas, que perder el amor, o las personas que amas por orgullo.

El orgullo es contrario al amor definido en 1 Corintios 13:4-8a “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser…”; es decir, que al orgullo (alma) no le gusta sufrir, es malo, envidioso, jactancioso, vano, hace lo indebido, busca lo suyo, se irrita con facilidad, guarda rencor, se goza de la injusticia y del fracaso de otros, no atiende a la verdad, le gusta hacer sufrir a otros, no cree en nada ni en nadie solo en él aunque diga lo contrario, no soporta ni tolera que lo señalen o adversen, pues el orgullo trata de imponerse sobre el amor, en otras palabras sobre lo que Dios es y ha mandado.

Desde el punto de vista de la psicología, los expertos dicen que una persona orgullosa es aquella que utiliza habitualmente una “capa protectora” para tapar o enmascarar sentimientos de inferioridad que siente en realidad con respecto a sí misma o con respecto a otras personas. El orgullo es un mecanismo de autodefensa para protegerse y evitar exponer nuestras fallas, debilidades o pecados, colocando una dura capa protectora, una barrera que consigue bloquear todas las cosas como si nunca fuéramos a dar cuenta de ellos, pero esto solo es engañarnos a nosotros mismos, porque no se conoce de nadie que se haya sido sano o salvo ocultando las cosas al médico, sobretodo al que lo conoce todo, Cristo, como tratando de evitar lo que es inminente en su vida, y si así fuere, seguro estoy que de la justicia divina no nos escaparemos. Proverbios 11:2 “Con el orgullo viene el oprobio; con la humildad, la sabiduría”. Por eso, aunque utilicemos el orgullo para hacer frente al miedo y las consecuencias que tenemos que asumir o sufrir como resultado de nuestras acciones, nunca lo podremos controlar porque la voluntad de Dios es que al final de los tiempos todo será develado ya que entre cielo y tierra nada está oculto. Proverbios 8:13 “Quien teme al Señor aborrece lo malo; yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el lenguaje perverso”; 1 Samuel 16:7 “…el Señor le dijo a Samuel: No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón”.

El orgullo es el único veneno que si no te lo tragas o lo desechas te destruye, he leído frases de diferentes índoles con respecto al tema, y me llamó mucho la atención una en especial y me puso a reflexionar: “Si el orgullo mata, el mío no me deja ir a tu entierro”; el orgullo enraizado puede matar muchas relaciones sin importar de qué tipo o clase sean por su carácter amargo; vemos como destruye relaciones familiares, de parejas, donde existe un lazo afectivo o consanguíneo, también relaciones profesionales, laborales, amistosas, vecinales, las cuales son nacidas de la afinidad o del entorno, en fin todo tipo de relación social. Sin embargo a las relaciones que más daño hacen, y que tiene repercusiones para la eternidad, son las espirituales, sobre todo cuando estas sufren porque no somos capaces de morir al orgullo como forma de vida, señoreándose y gobernando nuestro ser, apartándonos de Dios; un orgullo enfermizo, está arraigado en nuestro espíritu, puede llegar a cambiar el amor de Dios si nos descuidamos y también el de parejas, sembrando odio, así mismo el de padres e hijos, entre hermanos y pare de contar. 1 Juan 4:20 “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿Cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”.

¿CÓMO IDENTIFICO SI SOY UNA PERSONA ORGULLOSA?

Gracias al Señor, que nos dejó su palabra, ya que en ella se encuentra su esencia incorruptible y nos habla la verdad, por muy dura que sea, ayudándonos a enderezar nuestros pasos, por eso cuando tenga dudas si usted es orgulloso vaya a la fuente, porque la palabra es buena para corregir, redargüir, exhortar y enseñar. Tomemos como ejemplo a Nehemías 9:16-17a para definir ciertas características del orgullo de un hijo de Dios: “Mas ellos {hijos orgullosos y rebeldes} y nuestros padres {Pueblo de Israel} fueron soberbios, y endurecieron su cerviz, y no escucharon tus mandamientos. No quisieron oír, ni se acordaron de tus maravillas que habías hecho con ellos; antes endurecieron su cerviz, y en su rebelión pensaron poner caudillo para volverse a su servidumbre”.

Vamos a desglosar poco a poco estos versículos, utilizando el entendimiento que Dios nos ha dado, ya que en esta palabra se nos revelan varias cosas que tenemos atender con suma urgencia para convertirnos y someter el orgullo:

1. Viven bajo la potestad de la carne, cuando dice: que “fueron”, “endurecieron”, “no escucharon”, “no quisieron”, “ni se acordaron”, etc., esto denota que están actuando bajo su carne con actitud de rebeldía, se comportan cómo las personas del mundo, no hay temor santo hacia Dios, pareciera que necesitan recibir al Señor; Romanos 8:9 “Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él”; es preferible que haga nuevamente la oración de fe y se convierta a Cristo de verdad.

2. Su carácter es terco y soberbioes un hijo que no tiene temor de Dios porque posee dura cerviz, es incapaz de arrepentirse y humillarse de corazón ante el Señor ya que está convencido que tiene la razón, sin embargo la razón del hombre no es la voluntad de Dios; tampoco se humillará ante los hombres o sus iguales por la altivez de espíritu, se niega internamente a sujetarse del Espíritu Santo y obedecer su palabra, ya que su rebeldía se lo impide; su actitud será siempre ocultar o enmascarar su pecado para guardar las apariencias, culpar a otros o justificar su transgresión, trayendo juicio para su vida, porque a Dios no lo podemos engañar. Romanos 2:5 “Mas por causa de tu terquedad y de {tu} corazón no arrepentido, estás acumulando ira para ti en el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios”.

3.  Poseen sordera selectiva, es decir, no escucha consejo ni la palabra, posiblemente usted y yo hasta este momento no hemos querido recibir ni escuchar esta palabra porque nuestro corazón está lleno de orgullo, por eso esta enseñanza no haya cabida porque no es palabra que acaricia nuestra alma si no que la confronta, entonces la tendencia es a seleccionar con pinzas lo que nos conviene, para manipular, pero no somos capaces de mirarnos en el espejo por rebeldía, ya que nos manejamos de acuerdo a nuestros intereses, Mateo 15:8-9 “Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres”; Zacarías 7:11-12 “Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír; y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos”; Juan 6:60-66 “Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?”; Hebreos 12:15 “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura,  os estorbe,  y por ella muchos sean contaminados”. El Señor nos exhorta hoy a la reflexión y la meditación de su palabra, “Mirad bien” de sus enseñanzas para arrepentimiento, mientras podamos, porque llegará el día en que los tiempos de gracia se acabarán y serán destapados nuestros oídos sordos, escucharemos la verdad y vendrá la vergüenza.

4.  Menosprecia lo que ha hecho el Señor hasta ahora, sobre todo su palabra, a tal punto que no nos acordamos de ella y si nos acordamos la hacemos letra muerta volviendo atrás, conduciéndonos por caminos de injusticia e impiedad. Números 15:31 “Por cuanto tuvo en poco la palabra de Jehová, y menospreció su mandamiento, enteramente será cortada esa persona; su iniquidad caerá sobre ella”; 2 Pedro 2:21-22 “Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno”.

5. Siguen siendo esclavos del pecado, del caudillo que gobierna sus vidas, porque se niegan a renunciar a su antigua manera de vivir, continúan cometiendo sus antiguos vicios, se dejan dominar por sus deseos engañosos, apartándose de la rectitud y la santidad del Señor. Efesios 4:22 “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos”.

Otras características del orgulloso:

6.  Son arrogantes, altivos, creen que se la saben todas más una, crea ciertos artificios mentales, tienen discapacidad emocional, se jacta de sus deseos y triunfos, Se aparta de Dios, aun conociendo la verdad, no les gusta menguar ni dejar de tener la razón por eso tuerce sus caminos y llega a despreciar al humilde. Romanos 12:16 “Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. No se crean los únicos que saben”. 1 Timoteo 6:17 “A los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios, que nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos”.

7.  Poseen un corazón contaminado, corrupto, pecador, se gloría de sus hazañas, y se niega a presentarse aprobado ante el Señor por ir detrás de sus propios pensamientos y deseos; Proverbios 11:2 “Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría”; Marcos 7:20-23 “Luego añadió: Lo que sale de la persona es lo que la contamina. Porque de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia {el orgullo} y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona”; 2 Corintios 10:17-18 “Más bien, «Si alguien ha de gloriarse, que se gloríe en el Señor». Porque no es aprobado el que se recomienda a sí mismo sino aquel a quien recomienda el Señor”.

8. Tienden a ser infieles, confían en su vanidad, en sus mentiras, viven prevaricando contra el Señor, lo cambian por cualquier cosa, porque su orgullo les impide someterse a la palabra, a su voluntad y sujetarse del Espíritu Santo; 2 Crónicas 26:16 “Pero cuando llegó a ser fuerte, su corazón se hizo tan orgulloso que obró corruptamente, y fue infiel al Señor su Dios, pues entró al templo del Señor para quemar incienso sobre el altar del incienso”; Ezequiel 36:27 “Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra”; Salmos 143:10 “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud”.

9. No hay amor en ellos, es pura apariencia, el amor es testimonio de que ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí y mi amor es condicionado. 1 Corintios 13:3 “Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso”. Como estas características, hay muchas otras, que son necesario que usted y yo decidamos convertir de corazón al Señor y pedirle al Espíritu Santo que nos revele donde estamos siendo orgullosos y cambiemos, no nos quedemos estáticos, de lo contrario nunca habrá arrepentimiento, conversión ni perdón, porque en los caminos de Dios, nosotros decidimos que seguir y por donde caminar, humillémonos ante el Señor en espíritu como lo hizo Saulo de Tarso (Pablo), que después de haber sido un duro perseguidor de la iglesia, orgulloso por demás, se arrepintió de corazón y solo le bastó la gracia del Señor para vivir ya que entendió que su pecado, maldad y soberbia lo estaban llevando a la muerte eterna, cuando se le reveló el Cristo hubo conversión, llegó la luz y bendición a su vida.

REFLEXIÓN

Puede ser que el orgullo nos haga sentir más fuerte, pero nunca jamás, nos hará sentir felices o gozosos en el Señor, ya que el orgullo es sinónimo de altivez, soberbia, vanidad, arrogancia, actitudes que sólo traen tinieblas, oscuridad, destrucción y muertes a nuestras vidas, si usted tiene exceso de estima por usted mismo y no por lo que es en el Señor, quiere decir que es un orgulloso “yoísta”, aunque en ocasiones lo disimule su orgullo por nacer de causas nobles y virtuosas, esto es un principio satánico, porque no proviene de Dios sino del mal; 1 Juan 2:16 “Porque nada de lo que hay en el mundo -los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida- proviene del Padre sino del mundo”; Proverbios 16:18-19 "Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu. Mejor es humillar el espíritu con los humildes, que repartir despojos con los soberbios."; Isaías 14:11-15 “Descendió al Seol tu soberbia, y el sonido de tus arpas; gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán. ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo”.

El Señor nos hace una exhortación y una advertencia la cual debemos cumplir sin demora para no caer en las garras de la impiedad y nuestra maldad, 2 Timoteo 2:15-16 “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado {humilde}, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. Mas evita profanas y vanas palabrerías {tu orgullosa forma de hablar}, porque {te} conducirán más y más a la impiedad”.

Si en algo hay que enorgullecerse o gloriarse, que sea en el Señor, sobre todo cuando somos: hijos convertidos, de buen testimonio, hacedores de la palabra más que oidores, obedientes, sujetos al Espíritu Santo, vencedores del pecado, aprobados por Él, por lo cual el mismísimo Cristo nos recibirá y enaltecerá en los cielos y la tierra, y nos llenará de su honor y gloria por los siglos de los siglos, Amén.

1 Corintios 1:28-29 “También escogió Dios lo más bajo y despreciado, y lo que no es nada, para anular lo que es, a fin de que en su presencia nadie pueda jactarse”; Proverbios 29:23 “El altivo será humillado, pero el humilde será enaltecido”; Proverbios 18:12 “Al fracaso lo precede la soberbia humana; a los honores los precede la humildad”; 2 Timoteo 4:8 “En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida”; Apocalipsis 3:21 “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”.


jueves, 1 de octubre de 2020

HERRAMIENTAS PARA LA CONVERSIÓN (III PARTE)

 

OPERACIONALIZACIÓN DEL CÍRCULO DE CONVERSIÓN

Hechos 3:19-21 “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo”.

       Todos los seres humanos esperamos que la situación mundial cambie para mejor, que no hayan más pandemias, plagas, tragedias, desastres, ni guerras, deseamos una sociedad más justa, segura, feliz, respetuosa, tolerante, pero no tomamos ninguna iniciativa para hacer que las cosas ocurran, llevamos siglos y siglos luchando en nuestra propia fuerza y pareciera que al evolucionar tecnológicamente, involucionamos espiritualmente; queremos que la humanidad sea transformada, pero no queremos cambiar nosotros, nos negamos a convertirnos. Es más fácil señalar los pecados de otros y mirar la paja en el ojo de vecino, que aceptar y mirar los pecados nuestros, pues, la sociedad es el reflejo de lo que somos, de lo que atesora nuestro corazón, si la paja en el ojo del vecino en mala, imagínense como será de mala la viga que nos tiene enceguecidos; hasta cuando el Señor tendrá que decirnos: “Arrepentíos y convertíos”, mientras creamos que estamos bien y que aquí no pasa nada, eludiendo las exhortaciones de Dios, sin morir a la vieja forma de vivir, ni transformar los pensamientos, arrepintiéndonos de corazón y convirtiéndonos a Cristo, no habrá resurrección, no habrá nuevo nacimiento en Espíritu, ni restauración de las cosas y mucho menos refrigerio para nuestra vidas, así de simple. Para ser salvos, solo se necesita la fe del tamaño de un grano de mostaza, pero ni eso tenemos, decimos tenerla pero no se ve, porque no hacemos que la fe se active en mí, y actúe para conversión, evaluémonos en la profundidad de la palabra, las evidencias nos delatan; el que tenga ojos que vea y el que tenga oídos que oiga, lo que el Espíritu habla.

       Convertirse a Cristo es algo serio, no se puede a tomar a la ligera, nosotros a veces queremos pasar por alto nuestras transgresiones y no nos ponemos a cuenta con Dios y menos con los hombres por falta de humildad; puedo observar como hermanos (entre ellos me incluyo), estamos montados en la montaña rusa espiritual, en algunos momentos de nuestras vidas demostramos fortaleza y firmeza en Cristo, pero al día siguiente estamos derrumbados y depresivos, vivimos de acuerdo a lo que nuestra alma nos manda y somos incapaces de sujetarnos y someternos realmente al Señor, por falta de decisión para conversión. Para operacionalizar el Círculo de Conversión, haremos uso de los tres círculos concéntricos los cuales se describen a continuación:

a.    Círculo de Decisión: Todos los seres humanos, desde su nacimiento, vivimos tomando decisiones, y muchas de ellas al comienzo son supervisadas y controladas por nuestros padres hasta que maduramos y somos dueños de nuestros destinos; para los entendidos en la materia, la toma de decisiones es uno de los procesos más difíciles a los que se enfrenta el ser humano, ya que somos seres susceptibles a los resultados que estas generan o a las respuestas de nuestras acciones, por aquello de la ley de acción y reacción, entendiendo que toda acción lleva inmersa una consecuencia intrínseca, sobre todo cuando enfrentamos situaciones problemáticas, estímulos, tentaciones, etc., que aún si no las tomamos o asumimos, también son decisiones, por la cual se fijará un destino.

He leído muchos escritores que cuentan reflexiones sobre las decisiones de la vida, y a través de su musa nos ponen a reflexionar sobre la conversión, para muestra un botón:

“Cuentan que, en un antiguo reino, habitaba un hombre que era conocido en todas partes por su gran sabiduría. Al comienzo solo aconsejaba a sus familiares y amigos cercanos. Sin embargo, su fama creció tanto que el propio soberano {pueblo} lo llamaba frecuentemente para consultarlo.

Todos los días llegaban muchas personas a recibir sus sabios consejos. Sin embargo, el sabio notó que había varios que iban todas las semanas. Lo peor es que siempre le contaban los mismos problemas y luego escuchaban el mismo consejo, pero no lo ponían en práctica. Todo se había convertido en un círculo vicioso.

Un día, el sabio reunió a todos esos consultantes frecuentes. Luego les contó un chiste tan divertido, que llevó a que casi todos se desternillaran de la risa. Después esperó un rato y volvió a contar el mismo chiste. Siguió contándolo por tres horas. Al final, todos estaban desesperados. Entonces el sabio les dijo: ¿Por qué no pueden reírse varias veces del mismo chiste, pero sí pueden llorar mil veces por el mismo problema”.

 

Sánchez, E. (2018)[1]

Es clara la moraleja de la reflexión anterior, hay quienes preferimos revolcarnos en nuestro propio cieno que decidirnos a convertirnos de verdad, nosotros decidimos en donde queremos revolcarnos, donde permanecer anclados, a qué o con quien unirnos; si decidimos renunciar al pasado y liberarnos de todo aquello que nos afecta y afecta a otros o vivir una vida miserable producto de nuestro pecado, a la tendencia a victimizarnos, autoflagelarnos o a culparnos; lo que si queda claro que, independientemente de lo que hagamos, para tomar una decisión debe existir una motivación que nos impulse a tomarla. De esta misma manera, no puede haber conversión si usted no está dispuesto y decidido a hacerlo, es decir hacer efectiva su proactividad espiritual.

Las decisiones abarcan muchas cosas, desde decidir si caminar o tomar el autobús, leer un libro o ver televisión, de comer en la cena o ayunar, saludar o no a alguien, mentir o decir la verdad, de liderizar o manipular a su prójimo, qué carrera estudiar, en qué trabajar, por cuál partido político votar, de quién ser amigo o amiga, a quién amar o con quién formar una pareja, tomar el camino del bien o el mal, pastorear o malversar las ovejas, etc. La toma de decisiones forma parte del comportamiento humano y se regirá según lo que atesore su corazón y el anhelo que tenga, eso sí, el Señor toma nota de cada decisión que tomamos, para bien o para mal.

Tener fe, creer, aceptar y recibir a Jesucristo como Dios, Señor y Salvador es una decisión, así como lo es perdonar, arrepentirse y convertirse a Él. La conversión no es una posición espiritual sino una acción, un hábito espiritual, hay quienes dicen haberse convertido y hablan de conversión, pero su testimonio dice lo contrario, olvidando que Dios no puede ser burlado, así que no se engañe usted mismo, no se meta ese autogol, decida a dar el paso de fe, procure con diligencia presentarse ante Dios como un hijo aprobado. Éxodo 4:31 “y el pueblo creyó. Y al oír que el Señor había visitado a los hijos de Israel y había visto su aflicción, se postraron y adoraron”; Mateo 17:20 “…de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible”; Juan 1:12 “Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, {es decir,} a los que creen en su nombre”, 2 Timoteo 2:15 “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”, Hechos 3:19 ”Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”.

Hay una tendencia en el mundo a alimentar nuestra alma y la de otros, con frases bonitas, acciones aparentemente buenas, hermosas obras a los ojos de los hombres pero sin someterla al Señor, creando una cantidad de teorías y religiones que le dan diferentes connotaciones a lo que es único e inmutable, tratando de confundir a todo aquel, aun a los escogidos, a los hijos de Dios; quienes lo hagan y tomen esa decisión, deben considerar que el alma es la puerta que utiliza el enemigo (Satanás) para ensuciar, enlodar y erosionar nuestra vida espiritual. Recuerde que todo es cuestión de fe, le recomiendo que le pida al Espíritu Santo que le ilumine el entendimiento y le de discernimiento para visualizar lo bueno y lo malo.

El ego, por ejemplo, es un área del alma que es más propensa y susceptible a contaminarse, ya que logra asociarse con mucha facilidad con las cosas del mundo, además le gusta la adulación, la altivez, la prepotencia y la aprobación, ya sea propia o de otros, como mecanismo de existencia y sobrevivencia; pero cuando es adversado, dependiendo de la dosis de humildad y sumisión que posea cada persona al Señor, utiliza mecanismos de defensa; por eso la palabra dice que sométase todo hijo al Padre, ya que nuestra fe será probada; le recomiendo que ¡revísese cuando su ego es golpeado o confrontado!, si se siente dolido, indignado, rechazado, ignorado o desechado pues no hay ningún gramo del amor de Dios en nosotros y mucho menos humildad; entonces creamos mecanismos de defensa y contraataque, tratando de inutilizar el elemento agresor, haciendo uso del orgullo, la arrogancia, la soberbia y el ensordecimiento que no nos dejan discernir espiritualmente lo que está pasando, que nos envuelve en una telenovela que nosotros mismos creamos y que es muy dañina y tóxica para mí y mi entorno, donde el principal afectado soy “yo” o “nosotros”, los protagonistas principales de ese cuento, y por ende, entenebrecemos nuestras vidas espirituales, ya que un alma oscura y podrida, daña al cuerpo y el espíritu, inclusive al entorno donde se desenvuelven; y que muchas veces desencadena sentimientos de odio, ira, rencor, dolor irreversible, destrucción y maldad.

Aunque puede haber mil opciones para tomar una decisión, solo una es la correcta, las demás son aproximaciones que satisfacen a medias ciertas áreas de nuestra vida, en especial el alma, sin embargo, todas ellas son gajos de la misma mandarina, que si uno de estos gajos está dañado, pudre al final los demás, así estén muy buenos, por eso es tan importante tomar la decisión correcta, meter el dedo y abrir la mandarina para poder descartar el gajo malo, utilizando el Círculo de Decisión, que es la primera etapa del Círculo de Conversión.

El Círculo de Decisión, es el círculo conformado por todas las decisiones personales que debe tomar diariamente cada creyente para crecer en Espíritu y verdad, conduciéndolo a la estatura del varón perfecto; entendiendo que estas decisiones tendrán repercusiones para la vida actual y en especial para la vida eterna, ya sea para bien o para mal.

En base a esto y a lo expresado en la palabra, existe la dicotomía entre el bien y el mal, hay dos caminos uno de luz y otro de oscuridad, quien quiera tomar un camino diferente, es peor que el último, porque trata de llegar a un objetivo por los caminos verdes, y ese camino no trae bendición, sino que lleva una oculta maldad, por la cual será desechado. La biblia habla de que a los tibios los vomitará; Apocalipsis 3:15-19 dice: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete”.

Para dimensionar y visualizar mi Círculo de Decisión debo partir de mi plan de conversión personal, tomando decisiones contundentes y sin titubeos en el espíritu que me llevan a poner la mirada en Cristo, ya que nuestra alma por lo general tiende a sacarnos de concentración e impulso, tratando de comprarnos con cosas que el mundo nos vende y que nos hacen pecar, sobre todo, si son agradable a mis deseos desordenados, entonces, primeramente debemos hacer una lista de todas las cosas que deseamos, queremos o deberíamos convertir, más si debimos hacerlo tiempo atrás y no lo hemos hecho, clasificándolas en las diferentes áreas de ser; por ejemplo:

ALMA

CUERPO

ESPÍRITU

1

Malos Pensamientos

Adicción al Alcohol

Desobediencia

2

Lengua Viperina

Orar en la madrugada

Impaciencia

3

Leer la palabra

Ojos altivos

Comunión

N

Xxxx

Yyyy

Zzzz

  “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor” (2 Timoteo 2:22), trate de recordar las actitudes, acciones, pasiones, deseos, cosas, etc., sobre todas aquellas que atenten contra su vida espiritual y la de otros, no olvidemos que entre más el Señor nos da, más nos exigirá.

Tenga presente que tiene que considerar que el alma abarca todo lo que pensamos, nuestras emociones, sentimientos y voluntad; por otro lado, el cuerpo comprende la anatomía de cada persona, sus discapacidades o funcionabilidades físicas, estado salud, también la parte morfológica que define sus rasgos tales como: la tez de piel (si es negro, blanco, moreno, amarillo, etc.), tipo cabello, capacidades físicas, fuerza, tamaño, etc., igualmente, su fisiología donde se encuentran las necesidades instintivas básicas como la alimentación, sudoración, sexo, evacuación, entre otros. Asimismo tenemos el espíritu, en el cual se encuentra todo aquello que no se puede controlar con la mente, pero si cauterizar, por ejemplo la conciencia que es un mecanismo de control y evaluación que Dios puso en nosotros; también la intuición o discernimiento, como aditivo para la percepción, y la llamada comunión como la capacidad de asociación espiritual con algo o alguien.

Después que haya hecho la lista de todas las cosas que desea convertir, ordénelas por orden de prioridad o importancia personal, según el Espíritu le vaya guiando. Coloque dentro del Círculo que llamaremos de Decisión, todas aquellas cosas que usted quiere dejar, abandonar, renunciar, cambiar, desechar de su vida agrupándolas por cada área del ser: alma, cuerpo y espíritu.

Separe seguidamente las cosas que está convencido que puede hacer de las que le cuesta dejar o morir para colocarlas fuera del Círculo de Decisión respetando el orden de prioridad, para todos loa casos.

Ahora haremos un plan de conversión inicial de 40 días tomando solamente las cosas a convertir que quedaron dentro del círculo dividiéndola en a siete (07) grupos iguales.

¿Por qué siete (07) grupos y 40 días?     

Si revisamos la palabra, observamos que el número siete (07), tiene un significación espiritual profunda, sobre todo porque nos comunica la idea de perfección, plenitud y reposo en el Señor. Por ejemplo, Dios creo al mundo en 7 días y fue en este día que reposó, santificó y bendijo; Génesis 2:2-3 “Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación”; asimismo, el Señor cuando fue a entregar la ciudad de Jericó en manos del pueblo de Israel, ordenó a que marcharan con ellos alrededor de la ciudad siete sacerdotes llevando siete bocinas de cuernos de carnero, delante del arca del pacto, durante siete días seguidos y que en el séptimo día le dieran siete vueltas para derribar los muros; “Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron” (Josué 6:​20). Otra referencia está aparece cuando Pedro le preguntó a Jesús cuántas veces tenía que perdonar a alguien, este le contestó: “No te digo: Hasta siete veces, sino: Hasta setenta y siete veces”. Así, con la repetición del 7, recalcó la idea de que había que perseverar, y perdonar indefinidamente, o sin límite (Mateo 18:21, 22); y así como estos ejemplos existen otros tantos.

Al separar las cosas que deseo convertir en 7 grupos se busca ir trabajando poco a poco las áreas donde somos débiles, descuidados o flojos para poner orden y dar reposo a nuestro ser, santificándonos e irnos perfeccionando hasta llegar a la plenitud del Cristo, con la finalidad de ver completada su obra en nosotros y recibir la bendición de su Espíritu que es la que enriquece.

Por otro lado, el número cuarenta (40) guarda relación con los períodos de victoria, encuentro, purificación, prueba, evaluación, reconocimiento, sentencia, disciplina y castigo por parte de Dios; Génesis 7:4 “Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice”; Goliat desafió a los israelitas por espacio de 40 días (1 Samuel 17:16) hasta que fue vencido por David; Moisés pasó 40 días de oración en el monte Sinaí antes de recibir las Tablas de la Ley (Deuteronomio 9: 9-11); los 12 espías de Israel exploraron la tierra de Canaán durante 40 días (Números 13:25); Elías pasó 40 días en ayunas en el desierto hasta encontrarse con Dios en el monte Horeb (1 Reyes 19:8); Jonás anunció que Nínive sería destruida a los 40 días (Jonás 3:4); nuestro Señor Jesucristo pasó cuarenta días pasó en el desierto, para ser tentado y probado antes de iniciar su tiempo de evangelización (Mateo 4:2) y tras su crucifixión, el tiempo en el que se apareció a sus discípulos fue precisamente de 40 días (Hechos 1:3) antes de la transfiguración. En vista, de la significación que tiene los 40 días, será perfecto para efectuar nuestro plan de conversión.

Seguramente su lista será corta o muy larga dependiendo de la motivación o interés que tenga, en el Señor, de ser una persona totalmente nueva con una perspectiva de vida diferente a la que venía trayendo, dispuesta a crecer en espíritu y verdad procurando la salvación y vida eterna.

Independientemente de cual sea el caso, en nuestra planificación en cada uno de los 7 grupos no debe haber más de tres cosas que usted desee convertir, ya que por experiencia, “el que mucho abarca poco aprieta” dice el refrán popular, y por razones de enfoque, el esfuerzo se puede perder y dispersar en el número elevado de cosas que desee trabajar, es preferible pocas cosas pero bien centradas.

Lista de Cosas que quiero convertir de mi vida en el año 2021

Grupo 1

Grupo 2

Grupo 3

Grupo 4

Grupo 5

Grupo 6

Grupo 7

1

Lengua

Alcohol

Leer

Avaricia

 

Xxxx

2

Pensamientos

Ojos altivos

Comunión

Fornicación

 

Yyyy

3

Orar

Desobediencia

Impaciencia

Idolatría

 

Zzzz

 

A continuación, se procede a efectuar cronograma o programación con las cosas o áreas que se desean convertir, colocando la fecha de inicio y finalización del período de 40 días que va a trabajar en ello, se recomienda dejar 10 días de reposo entre un grupo u otro, con la finalidad de hacer una evaluación con el Señor de cómo nos fue, en este primer proceso:

Grupo

F. Inicio

F. Final

Cosas en Proceso de Conversión

Observaciones

1

01/01/21

09/02/21

Lengua

Pensamientos

Orar

L: 2 - P: 3 - O: 1

2

19/02/21

31/03/21

Alcohol

Ojos altivos

Desobediencia

A: 0 - OA: 2 - D: 1

3

10/04/21

20/05/21

Leer

Comunión

Impaciencia

L: 0 - C: 0 - I: 0

4

30/05/21

8/07/21

Avaricia

Fornicación

Idolatría

A: 0 - F: 0 - I: 0

5

6

 

 

 

 

 

 

7

Xxxx

Yyy

Zzzz

  

Seguidamente, procedemos a hacer un Diagrama de Gantt, el cual es una programación de actividades conforme a un calendario definido[2] de manera tal que se pueda visualizar el período de duración de cada grupo de conductas que se desean convertir, fecha de inicio y finalización, teniendo como tiempo máximo de trabajo en cada grupo de 40 días, lo que permitirá hacer seguimiento diario, semanal, quincenal o mensual, debiendo anotar cada vez que caemos es decir cada vez que erramos, fallamos o pecamos, registrándolo en la columna de observaciones del cuadro anterior (rojo); este registro nos retará en lo personal a tratar de a cumplir con lo planificado, ya que la meta es “cero fallas”, ya que es un compromiso que decidimos hacer ante Dios; Colosenses 3:5 “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría”.

Diagrama de Gantt


       El Señor, en principio, desea que tú tomes buenas decisiones basadas en la palabra, donde podemos hacer uso de esta metodología, sin embargo, llegará el momento donde “todas las decisiones”, serán administradas, consultadas, sometidas y ejecutadas a través del Espíritu Santo y ya no hará falta de este plan, porque estaremos tan compenetrados con el Señor que lo raro sería que estemos fuera de su voluntad, ya que “…ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí” (Gálatas 2:20) y a medida que el tiempo pase, nuestra fuerza debería menguar o disminuir y la fortaleza del Señor aumentar progresivamente en nosotros, convirtiéndonos en mejores personas, mejores creyentes, mejores hijos, para honor y gloria del Padre, para que nadie se jacte en su presencia. 2 Timoteo 3:16-17 “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”; Juan 16:13 “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”; Juan 16: 8 “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio”.

Los entendidos en el campo del liderazgo[3] plantean que existen muchas personas que son reactivas, que centran sus esfuerzos o decisiones en un círculo que ellos llaman, el círculo de preocupación de la cual no tienen control, y no están errados al plantearlo; ellos presentan la recomendación de enfocar los esfuerzos en el círculo denominado de influencia, que es un círculo donde las personas “pueden ejercer control”; pues este círculo de preocupación o “desgaste”, se caracteriza, en mi humilde opinión, en tratar de argumentar una condición espiritual de pecado de la cual ya no tienen el control ya sea por sus malas decisiones o por la terquedad que posea cada quien, tratando de conseguir un culpable externo para justificar sus errores.

Muchas de nuestras decisiones son infructuosas por falta de obediencia y apatía hacia lo que el Señor manda, entrando en un círculo vicioso de maldad, de las cuales no se tiene ningún tipo control ni el hábito de presentarlas en oración a Dios; sólo cuando se nos está hundiendo el barco y el agua nos llega al cuello es que actuamos, por reacción, sin embargo esto no es garantía de que seremos atendidos, ya que Dios es soberano y a veces quiere disciplinarnos por tanta negligencia, por eso es tan importante el tiempo y el uso correcto del Círculo de Oración, que se describirá más adelante.

Nuestra falta de fe, muchas veces es producto de la reactividad espiritual, ya que tratamos de establecer un círculo de influencia en nuestras decisiones apartando a Dios, aun siendo cristianos; olvídelo, por muy centrado que este en su objetivo o asertivo que sea en su resultado, sino no está Dios presente, es en vano, mucho más si lo hacemos para llenarnos de gloria, o vanagloria, la cual es tan efímera e insípida al final, que dura lo que dura “un peo en un chinchorro” utilizando un refrán del coloquio venezolano, y nos deja un vacío más profundo que al que teníamos al principio.

Un ejemplo de lo anterior, lo podemos referencial en el famoso actor Robín Williams (1951-2014), un hombre que fue admirado por sus películas llenas de mensajes profundos y positivos, era rico y se podía decir que aparentemente feliz, un comediante polifacético, actor de voz estadounidense para muchas películas infantiles, ganador de un Premio Óscar, cinco Globos de Oro, un Premio del Sindicato de Actores, dos Premios Emmy y tres Premios Grammy, etc., hizo reír, suspirar y soñar a más de un fan o seguidor por sus películas, muchas de ellas subían la autoestima, sin embargo se suicidó misteriosamente, los medios de comunicación señalan que fue producto de un síndrome depresivo, aparentemente por una enfermedad desconocida, unos dicen que era física y otros dicen que psicológica, lo que sí es evidente que su fortaleza espiritual estaba en el piso; la insatisfacción y tristeza de su alma fue tal que lo llevó a la muerte. De acá se desprende la importancia de convertir cada área de nuestras vidas al Señor, Él es el único que puede llenar nuestros vacíos y limpiar la podredumbre, tristeza, corrupción, tinieblas u oscuridad que puede haber en nosotros.

Hay personas que toman decisiones apuntando a la gloria personal, a mantener un estatus social, por ejemplo he visto artistas cristianos que cuando comienzan sus ministerios poniendo sus dones al servicio de Dios, son varones llenos de humildad y sabiduría, pero cuando pasa el tiempo y son bendecidos, adulados y exaltados, de pronto se dispersan en su necedad, dejándose empalagar en la miel de la fama y se desvían del propósito para el cual fueron llamados por Dios, tomando decisiones en la carne, alejados de la palabra y la autoridad del Espíritu Santo; Gálatas 3:3 “¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?”.

También, he visto personas cristianas que han escrito o han querido escribir Best Sellers como si eso fuera importante, y han puestos su intelecto y carisma en libros o escritos para difusión por encima de las santas escrituras, solo por obtener la fama, los cobres (el dinero) y el prestigio que este burdo mundo ofrece para distraernos, y en donde se nos quiere hacer ver que las bendiciones están por encima del Señor, ¡error!, que si al haber vamos, estos libros solo han servido para distorsionar la verdad de Cristo y hacer pequeños ídolos terrenales, que solo sirven de piedras de tropiezo para el nuevo creyente.

Por otro lado, tenemos a los más peligrosos, a los que más daño le han hecho a la obra de Dios, los pastores lobos de la palabra, manipuladores, los falsos profetas, los apóstatas de la fe o los que se han autoproclamado “apóstoles del evangelio”; aquellos cuyos testimonios dicen en realidad lo que son, anticristos que andan pisoteando la sangre del Señor y hoy en día han minando las iglesias; seguramente usted ha visto alguno que ha hecho de la palabra una franquicia o una posesión personal como si la iglesia de Dios le perteneciera, se creen los ungidos e intocables, que solo el Espíritu de Dios les habla a ellos, por eso todo lo que lea, escuche o vea páselo por la lupa de la palabra y del Espíritu Santo que mora en usted, si es que ha decidido seguir a Cristo de verdad; aun lo que se ha escrito en este blog fíltrelo, no haga otro ídolo porque este de acuerdo con lo plasmado acá.

Dios nos guarde de blasfemar, o ser uno de estos “hijos” que perdieron la brújula de Dios desde hace tiempo, recuerde lo que dice la palabra, es necesario que esto ocurra para que el Señor venga pronto, no pierda la esperanza; por eso les pido que entiendan que la conversión comienza por la decisión real de querer hacerlo, y que está metodología no es una inspiración del Espíritu Santo, ni una verdad absoluta, ni mucho menos la panacea para que un cristiano sea más espiritual, sino una herramienta que trata de enrumbar al creyente en los caminos del Señor y ayudarlo a edificar su vida, pero eso sólo se logrará sí cumple con los tres requisitos referenciados anteriormente. (a) Creerle a Dios, (b) Orar en el Espíritu, y (c) Ser obedientes a su palabra. Amén..



[1] Sánchez, E. (2018) “Tres historias con moraleja”. Disponible en: https://lamenteesmaravillosa.com/tres-historias-con-moraleja/.

[2] Hijonosa, M. (2003). Diagrama de Gantt. Producción, procesos y operaciones. Disponible en: http://www.colegio-

isma.com.ar/Secundaria/Apuntes/Mercantil/4%20Mer/Administracion/Diagrama%20de%20Gantt.pdf-

[3] Covey, S. (1989). “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. Ediciones Paidós Ibérica, S.A. Barcelona España.