Por
naturaleza humana, las personas tienen la tendencia a creer o tener esperanza
en algo o alguien, entonces se puede observar quienes van en pos de ciertas cosas
u objetos inanimados buscando algunos beneficios, tales como figuras, ídolos,
pinturas, minerales, piedras, aguas termales, etc., así como en pos de corrientes,
astrología, horóscopo, personas, animales, espíritus entre otras tantos.
Algunas
personas que se hacen llamar cristianos, han caídos en estos caminos, tanto así
que profesan su fe en Cristo pero sus acciones van por caminos torcidos en pos
de otros dioses, entendiendo por “dioses” todo aquello en que se cree y se pone
de primero en nuestras vidas por encima de Dios, por eso es que se puede decir
que esa fe es “extraña” ya que dista mucho de lo que dice la palabra.
Hemos
escuchado, expresiones como: ¡Yo creo en Dios, pero a mi manera!, lo que denota
rebeldía; ¡Tú con tu fe y yo con la mía!, quiere decir que tiene problemas con
la autoridad; ¡Yo tengo fe, pero ora por mí, porque a ti el Señor te escucha!,
una fe tan débil que no cree que el Señor le escuche; ¡Lo mejor es ser buena
persona, no importa la religión que tenga!, una corriente metafísica donde no
hay distinción entre la razón humana y la fe; ¡Yo tengo fe en que Diosito me va
a perdonar este pecado!, el sinvergüenza que piensa que ceder ante pecado es
algo normal y le encasqueta el cliché de que “la carne es débil”, y Dios como es
bueno y misericordioso, les va a perdonar cualquier pecado aunque lo realicen
con premeditación y alevosía, solo porque no quieren arrepentirse de manera
sincera. Pero la palabra es clara en Hebreos 10:26 “Porque si pecáremos
voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no
queda más sacrificio por los pecados”; de acá se entiende que si usted y yo pecáramos
deliberadamente, yendo en pos de nuestros deseos, pues ya no hay más nada que
hacer.
De
qué me vale ir en pos de los deseos mundanos, las personas sabias, el trabajo
duro, su fuerza humana, el dinero mal habido, el poder corrupto o un dios que
no sea nuestro Señor Jesucristo, ¡En nada!, ¿Será que esa fe podrá salvarnos de
la muerte?. La biblia dice en Santiago 2:14 “Hermanos míos, ¿de qué aprovechará
si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?”. Gandhi
decía “Si el dinero y el poder te hacen arrogante, la enfermedad y la muerte te
mostrarán que no eres nada en la tierra”, a pesar de su sabiduría y las obras
que hizo innegablemente en su paso por la vida terrenal, su fe no era en
Cristo, el Señor, entonces ¿Podrá su fe salvarle?
Ahora
bien, esto solo es el principio, escrito está que la fe en Cristo sin obras es
muerta, es una fe defectuosa, sin accionamiento, que no sirve de nada, hay
quienes dicen tener mucha fe, pero su testimonio de vida es terrible, tanto así
que espanta a muchos creyentes, siendo piedras de tropiezo, entonces vemos
cristianos viciosos (jugadores, apostadores, borrachos, fumadores), ladrones (de
bienes, servicios, tiempo, paz, etc,), maldicientes, maltratadores con la
palabra al prójimo, los cuales viven reclamando derechos y status por ser hijos
de Dios, cuando el mismo Jesucristo dijo que el vino a servir y no hacer
servido, y reafirma esta posición cuando nos ha dicho, ¡Bástate con mi gracia!;
Santiago 2:17-20 “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero
alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y
yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces.
También los demonios creen, y tiemblan. ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la
fe sin obras es muerta?”; 2 Corintios 12:9 “…Bástate mi gracia; porque mi poder
se perfecciona en la debilidad…”.
¡¿QUÉ BUSCA EL SEÑOR DE NOSOTROS?!
El
Señor busca que tú y yo como hijos suyos enderecemos nuestros pasos, transitemos
por el camino de luz, que es Cristo, nos convirtamos y apartemos para Él,
negándonos a nosotros mismos, muriendo a los deseos ilusorios de la carne y el
mundo, a la complacencia de nuestra alma, y busquemos su santidad, haciendo
obras dignas de arrepentimiento, a eso se llama “IR EN POS DE CRISTO”: Ezequiel
18:30 “Por tanto, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de
Israel, dice Jehová el Señor. Convertíos, y apartaos de todas vuestras
transgresiones, y no os será la iniquidad causa de ruina”; Mateo 16:24 “Entonces
Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, y tome su cruz, y sígame”.
Si
no sembramos para el Reino de los cielos, estamos sembrado para otro reino,
quienes quieran ir en pos de la carne, el mundo, sus pensamientos y hasta del
mismo mal, no crea que va a salir ileso, no sueñe con recibir perdón, a menos que
se arrepienta de verdad, perdone y pida perdón y se convierta, porque si no se
está engañando a sí mismo.
Es
como tratar de burlarse de Dios y su santidad, con el riesgo a ser desechados:
Gálatas 6:7-8 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el
hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la
carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu
segará vida eterna”; Santiago 2:26 “Porque como el cuerpo sin espíritu está
muerto, así también la fe sin obras está muerta”; Ezequiel 18:31-32 “Echad de
vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón
nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis, casa de Israel? Porque no quiero
la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis”.
Por
eso todo el que quiera salvar su vida en su propia fuerza, en la carne, está
viviendo su Egipto, sirviendo al Faraón de su vida, al dios que ama que no es
el Señor, y por ende la perderá; pero todo el que pierde su vida por causa de Cristo,
la hallará. Mateo 16:26 “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el
mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”
¡CUIDADO CON LA DESOBEDIENCIA!
Seguramente
muchos de los leen esta reflexión no les gustaría enfrentar la muerte terrenal,
pregúntese: ¿Quién quiere morir en este momento?, pues ¡Nadie!, porque no
conocen realmente del Señor y se aferran como garrapatas a este mundo caído,
están tan afanados e inquietos a lo que han de venir, lo que han de comer, de
los proyectos inconclusos, los sueños no cumplidos, etc., que viven como desesperados,
apesadumbrados, amargados, abatidos, enfermos, contrariados, desolados,
entristecidos, deprimidos, confundidos, con un vacío que nadie puede llenar,
porque no han entendido que significa “Ir en pos de Dios”; una persona que va
en pos del Señor, hay gozo en su corazón aunque las circunstancias sean
adversas, aunque se esté cayendo el mundo, aunque las enfermedades proliferen o
hayan guerras y terremotos por todo lados, porque tenemos puestos los ojos en
Cristo, el autor y consumador de nuestra fe.
Hasta
que este velo no se caiga nuestra actitud no cambiará, seguramente nuestra vida
será trastocada una y otra vez, producto de nuestro pecado, cuando Cristo tome
el mando de nuestra vida a través del poder de su Espíritu será el momento de
transformación para bien, llegaran los tiempos de refrigerio. Ojala que nunca, el
Padre de los cielos tenga que decir de nosotros que le pesa habernos hecho sus
hijos, por ser desobedientes, como le pasó a Saúl, que después que el Señor
permitió que fuese rey, lo lleno de gracia al hacerlo profeta de su pueblo y lo
respaldo en sus batallas contra sus enemigos, le desobedeció, se apartó de su
lado, no fue consecuente con el amor que Dios le dio, entonces al Señor le peso.
1 Samuel 15:11 “Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en
pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó a
Jehová toda aquella noche”.
REFLEXIÓN
Es
hora de IR EN POS DEL SEÑOR, si usted está muy distraído con sus diosecitos, es
tiempo de cambiar su rumbo, sin pensarlo dos veces, porque los tiempos se achican
y las señales de los últimos tiempos ya se están dando. Mateo 4:18-20 “…Simón,
llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran
pescadores. Y {Jesús} les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de
hombres. Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron”.
Si
usted quiere ser digno, tome su cruz y siga al Señor, ya está bueno de estar
divagando entre dos aguas, acuérdese que el Señor va a llegar sin avisar el día
ni la hora. Mateo 10:38 “Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es
digno de mí”.
Demos
gracias al Señor que no ha cerrado la puerta, la ha mantenido abierta desde
siempre para usted y para mí, porque su amor es tan grande que no quiere que
ninguno de nosotros se pierda, y por tanto “VAYAMOS EN POS DEL SEÑOR”. Amén.
Dios le bendiga!!!