sábado, 13 de julio de 2019

EL TESTIGO FALSO



Muchos piensan que un testigo es aquella persona que está presente en un acto o en una acción, con o sin intención de dar testimonio de lo que ha ocurrido. En su acepción más amplia, testigo es todo aquello que clama o es capaz de dar fe de un acontecimiento por tener conocimiento del mismo. Génesis 31:48 “…Este majano es testigo hoy entre nosotros dos;…”; Génesis 4:10 “Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra”; Génesis 31:50 “…mira, Dios es testigo entre nosotros dos”. La palabra dice en Mateo 18:20 “Porque donde están dos o tres congregados (unidos) en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”; Dios es nuestro testigo fiel, verdadero, que no callará ni ocultará nada cuando nos presentemos ante su tribunal a juzgar a los vivos y a los muertos.
Sin embargo, el hombre, producto de su pecado, ha buscado mil maneras de justificar su condición, manipulando a los débiles, tanto es así que trata de presentar uno o varios testigos falsos, varios testimonios para tratar de engañar a Dios, a sabiendas que todo saldrá a la luz y que la justicia de Dios es santa, pura e inquebrantable: Génesis 3:12-13 “Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí”; Lucas 3:7 “… ¡Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?”.
QUÉ ACTITUDES EVIDENCIAN CARACTERÍSTICAS DE TESTIGO FALSO EN MÍ
1.    Cuando me presto o asocio con el mundo, la carne o el mal, para atestiguar falsamente, asesinar espiritualmente, callar o hacerme cómplice en contra de la verdad, la palabra u otros, mostrando una aparente piedad, justificación o espiritualidad, como tratando de engañar al Señor y a sus hijos, ocultando las intenciones reales de mi corazón, sus perversiones e inmundicias. Éxodo 23:1 “No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso”; Éxodo 20:16 “No hablarás contra tu prójimo falso testimonio”; Deuteronomio 19:16-20 “Cuando se levantare testigo falso contra alguno, para testificar contra él, entonces los dos litigantes se presentarán delante de Jehová, y delante de los sacerdotes y de los jueces que hubiere en aquellos días. Y los jueces inquirirán bien; y si aquel testigo resultare falso, y hubiere acusado falsamente a su hermano, entonces haréis a él como él pensó hacer a su hermano; y quitarás el mal de en medio de ti. Y los que quedaren oirán y temerán, y no volverán a hacer más una maldad semejante en medio de ti”; Levítico 5:1 “Si alguno pecare por haber sido llamado a testificar, y fuere testigo que vio, o supo, y no lo denunciare, él llevará su pecado”; Génesis 4:11 “Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano”.
2.    Ser permisivo, admitiendo y alimentando el mal en mí; concertando el engaño, la injusticia y la manipulación de la verdad, pidiéndole al Padre que me deje hacer mi voluntad y luego achacarle las consecuencias a otros, inclusive al mismísimo Dios. Proverbios 19:5 “El testigo falso no quedará sin castigo, Y el que habla mentiras no escapará”; Proverbios 12:17 “El que habla verdad declara justicia; Mas el testigo mentiroso, engaño”; Génesis 3:12“Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí”.
3.    Cuando existe infidelidad en mi ser, ya sea activa o pasiva, anhelando lo que no me pertenece, idolatrando a otros dioses o a mí mismo, soy como el Judas que invalidó el pacto de gracia, el compromiso eterno de fidelidad, amor y santidad que el Señor me concedió por unas miserables monedas terrenales. Malaquías 3:5 “Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos”; Juan 5:43 “Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis”; Deuteronomio 31:19-20 “Ahora pues, escribíos este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel; ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel. Porque yo les introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y comerán y se saciarán, y engordarán; y se volverán a dioses ajenos y les servirán, y me enojarán, e invalidarán mi pacto”.
4.    Al honrar con mi boca al Padre pero mi corazón está muy lejos de Él, no hay sinceridad, solo hipocresía y lisonjas, pura palabrería, al final me dejo llevar por la apostasía en mi corazón. Proverbios 24:28 “No seas sin causa testigo contra tu prójimo, Y no lisonjees con tus labios”;
5.    Al convertir la bendición en maldición por capricho, razones almáticas o falta de conversión o sometimiento, producto de un espíritu rebelde, dando entrada a los deleites y tentaciones, realmente no me he encontrado con Cristo.
6.    Mi testimonio no refleja al Cristo, soy peor que un religioso de palabra muerta, pisoteo la palabra revelada; cuando el Espíritu Santo me expone a la luz, no tengo la valentía de reconocer mi condición espiritual ante el Señor y los hombres, me vivo revolcando en el cieno, no renuncio a mi necia posición de muerte. Proverbios 6:18-19 “El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos. Amonestación contra el adulterio”.
7. Todavía hay Egipto en mí, prefiero estar esclavizado a mis pensamientos, ideologías o comodidades, viviendo sin la libertad que me da el Señor, ya sea por interés o por qué no quiero desprenderme de mi zona de confort, negándome a morir a mí mismo, por eso mi semblante permanece decaído, mi piel se arruga, enflaquezco espiritualmente, vivo a la defensiva, lleno de soberbia, esquivo al hermano, no soy capaz de dar y recibir de su amor, evado la consejería, como discípulo de Cristo soy mal testimonio, no aplico sus enseñanzas a mi vida, no soy un vencedor, es puro cliché eso: “porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”, solo prevalece la carne. Job 16:8 “Tú me has llenado de arrugas; testigo es mi flacura, Que se levanta contra mí para testificar en mi rostro”;
TESTIGO DE TESTIMONIO VERDADERO
El testimonio de un hijo de Dios habla por sí solo, por mucha palabra que conozcamos o se nos revele, si no se hace carne, no existe conversión, somos testigos falsos, ya que no se ha grabado en la piedra de mi corazón. Para que nuestro testimonio sea verdadero debe existir amor verdadero, presencia del Espíritu y sometimiento a la voluntad del Padre, unido al perdón, arrepentimiento y verdad, para que el Señor en su firme misericordia redima mi alma. Proverbios 14:25 “El testigo verdadero libra las almas; Mas el engañoso hablará mentiras”; Job 16:19 “Mas he aquí que en los cielos está mi testigo, Y mi testimonio en las alturas”; Hechos 20:24 “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”; 1 Juan 4:20 “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”; 1 Juan 5:10 “El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo”; Isaías 55:3-4 “Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David. He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones”; 3 Juan 1:3 “Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad”.
REFLEXIÓN
Puede ocurrir que demos buen testimonio de fe y no alcancemos en la tierra lo prometido por el Señor, como le pasó a Moisés, que no llegó a entrar a la tierra prometida, eso indica que el Señor tiene un propósito más glorioso que el que nosotros, en nuestra corta visión, podemos percibir, nos quedará esperar, por fe, hasta que el Señor se manifieste, ya sea por discernimiento del Espíritu, porque decidimos subir a la montaña, a los lugares celestiales o porque nos llamó a comparecer ante su presencia. Éxodo 31:18 “Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios”; Hebreos 11:39 “Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido”; Tito 1:13 “Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe”; Hechos 26:16 “Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti”; Apocalipsis 2:13 “Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás”; Job 29:11 “Los oídos que me oían me llamaban bienaventurado, Y los ojos que me veían me daban testimonio”.
A muchos Hijos de Dios no se nos ha revelado la palabra ni el testimonio del Cristo vivo, por eso viven comportándose como martillos, cuchillos o puntiagudas saetas haciendo daño a su entorno, su familia y su vida, ocasionando muerte espiritual; Juan 5:34 “Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos”.
Nuestra oración debería estar enfocada en el esfuerzo por la conversión y la firmeza de nuestro corazón, para mantenerme y darle validez al pacto de gracia, guardándolo en todo momento, para que el testimonio del Señor sea puesto en el arca de mi tabernáculo. Isaías 8:20 “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido”; Proverbios 25:18 “Martillo y cuchillo y saeta aguda Es el hombre que habla contra su prójimo falso testimonio”; Salmo 132:12 “Si tus hijos guardaren mi pacto, Y mi testimonio que yo les enseñaré, Sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre”; Éxodo 25:16 “Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré”; Juan 1:7-8 “Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz”; Hechos 15:8 “Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros”.
Oremos: Padre Santo, reconozco que me he prestado y asociado con el mundo, la carne o el mal, para atestiguar falsamente, llevando o trayendo chismes, he asesinado espiritualmente contra otros, porque lo he deseado en mi mente y mi corazón, he fornicado, he adulterado, inclusive he callado ante la injusticia y me convertido en cómplice en contra de tu verdad, reconozco que he dejado de amar a mi prójimo, hay momentos que no soporto a mi esposa, cuando tú nos has mandado a soportarnos unos a otros; perdóname Dios mío, perdóname si no ha habido perdón en mi corazón, si me he asociado con mi alma para maquinar contra otros, perdóname si he destruido más que edificar; perdóname si no he testificado a otros del Cristo vivo; lo quiero hacer con reverencia, temor y santidad, que no se vuelva en mí un cliché para aparentar piedad o espiritualidad; Señor quiero despojarme de mi vestiduras de vergüenza e inmundicia; por eso te pido que tu luz se refleje en mi semblante, en mis palabras y en mi acciones, ayúdame a ser testimonio, que no salga de mi boca sino de tu boca, así como el Padre dio testimonio de Jesucristo. Gracias Señor por tu palabra; que no caiga en tierra seca ni árida; que se siembre en terreno fértil y traiga conversión a las naciones, en el nombre poderoso de tu hijo Jesús. Te amo Señor, te alabo y bendigo con todo mi corazón, bendigo en el nombre de ti mismo a tu pueblo Israel y a los que fuimos adoptados por engendro del Espíritu Santo. Amén…

No hay comentarios:

Publicar un comentario