Cuando tomamos decisiones importantes en la vida y
emprendemos caminos desconocidos, por lo general somos impulsados por un
anhelo, generado desde nuestra alma, que tiene su generis en nuestra mente y se
procesa en nuestro corazón, regresa al cerebro como materia manufacturada para ser
ejecuta por nuestro cuerpo, con la expectativa y la motivación de que los
resultados a obtener serán beneficiosos y fructuosos para mi persona.
Muchas veces pasamos por
alto, tomar en cuenta, si las acciones emprendidas son convenientes o no, si son tomadas bajo la dirección correcta, la palabra dice en 1 Corintios 10:23 “Todo
me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica”;
muchas personas no cristianas, por lo general piensa que cuando una persona
llega a los pies de Señor, se convierte en un extraterrestre, un ser fuera de
este mundo, ya que por lo general cambiamos hábitos y comportamientos que distan
mucho de nuestra vieja manera de vivir, ya que poco a poco vamos eliminando,
por revelación, ciertas actitudes que no agradan al Señor aunque estamos llenos
de imperfecciones, y estas personas como no conocen del Señor y sus enseñanzas,
dudan de su poder, piensan que loro viejo no aprende a hablar y ven al hombre y
no al Cristo que vive en nosotros, entonces tratan de tentar o romper nuestra comunión con
Dios, haciendo uso de artimañas y persuasiones. Por eso, el que esté firme vele
de no caer, no empecemos a desojar la margarita dudando, siendo inconstantes, observemos que todo me es lícito pero ¿ME CONVIENE o NO ME CONVIENE?
Sin la presencia del Espíritu Santo, sin su consejo, sin
su dirección estamos, probablemente, destinados al fracaso sin consuelo, ya que olvidamos
que no fue la voluntad de Dios la que operó sino la mía, por eso lo que
creemos, erradamente, que lo que emprendemos es conveniente, provechoso,
fructuoso, eficaz, útil, beneficioso, favorable, ventajoso, propicio, bueno, no es tal, ya que el consolador no está presente, es decir, el que guía,
escudriña los corazones, el que sabe cuál es mi condición espiritual y sabe cómo me va
afectar, Él está ausente; Él es el que indica si lo que estamos haciendo nos va a
contaminar o romper nuestra relación con el Señor.
Por eso cuando vemos personas alejadas del Señor, siendo
siervos o hijos pródigos, por lo general es que han querido hacer las cosas a
su manera y no sometidos a la voluntad de Dios, producto de una vida de engaño,
falta de oración, conversión y comunión genuina, una relación sin profundidad
de adoración y alabanza con el Espíritu Santo; Juan 16:7 “Pero yo os digo la
verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no
vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré”; Jeremías 17:9 “Engañoso es
el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”
Cuando decimos que esto o aquello es lo conveniente, sin
consultar al Espíritu Santo, es porque tenemos un corazón duro, somos
autosuficientes y nos dejamos llevar por nuestra carne, estamos tan llenos de
soberbia humana o religiosa que nos hemos inventado tantas formas y maneras erradas de
actuar producto de nuestro pecado, originando una incapacidad de percibir la
gloria que el Señor ha mostrado desde el principio: Mateo 19:7-8 “Le dijeron:
¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? Él les dijo:
Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres;
mas al principio no fue así”.
LO QUE NO ME CONVIENE
1.
Ser altivo, hablar con soberbia y mentira. Proverbios
17:7 “No conviene al necio la altilocuencia; ¡Cuánto menos al príncipe el labio
mentiroso!”; Proverbios 16:5 “Abominación es a Jehová todo altivo de corazón;
Ciertamente no quedará impune”.
2.
Dar rienda suelta al corazón, pidiendo para mis
deleites engordando espiritualmente y no dar de lo que recibo, pretender
señorearse, creerse rey o sacerdote sin haber sido siervo de Dios, sin cumplir
la gran comisión. Proverbios 19:10 “No conviene al necio el deleite; ¡Cuánto
menos al siervo ser señor de los príncipes!”; Santiago 4:3 “Pedís, y no recibís,
porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”; 1 Corintios 1:31 “…El que
se gloría, gloríese en el Señor”; Mateo 28:19 “Por tanto, id, y haced discípulos
a todas las naciones…”.
3.
La honra y la gloria sin entendimiento, amar
la vanidad. Proverbios 26:1 “Como no conviene la nieve en el verano, ni la
lluvia en la siega, Así no conviene al necio la honra”; Salmo 4:2 “Hijos de los
hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, Amaréis la vanidad, y
buscaréis la mentira?...”; Salmo 49:20 “El hombre que está en honra y no
entiende, Semejante es a las bestias que perecen”. 2 Corintios 12:1 “Ciertamente
no me conviene gloriarme…”.
4.
Ofrecer al Señor sin revelación, entregar de
lo que nos sobra. Éxodo 8:26 “Y Moisés respondió: No conviene que hagamos así,
porque ofreceríamos a Jehová nuestro Dios la abominación de los egipcios…”; Marcos
12:44 “porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza
echó todo lo que tenía, todo su sustento”.
LO QUE ME CONVIENE
1.
Llevar nuestro justo castigo con humildad y
no ofender más al Señor con nuestra actitud. Job 34:31 “De seguro conviene que
se diga a Dios: He llevado ya castigo, no ofenderé ya más”.
2.
Sujetarnos y someternos a la autoridad
impuesta por el Señor. Colosenses 3:18 “Casadas, estad sujetas a vuestros
maridos, como conviene en el Señor”; Efesios 5:21 “Someteos unos a otros en el
temor de Dios”; 1 Pedro 2:13 “Por causa del Señor someteos a toda institución
humana, ya sea al rey, como a superior”.
3.
Vivir en santidad, manteniéndose firme. Salmo
93:5 “Tus testimonios son muy firmes; La santidad conviene a tu casa, Oh
Jehová, por los siglos y para siempre”.
4.
Atestiguar de las maravillas de Dios, más aún
si no recibe nada. Daniel 4:2 “Conviene que yo declare las señales y milagros
que el Dios Altísimo ha hecho conmigo”; Habacuc 3:17-18 “Aunque la higuera no
florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y
los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y
no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré
en el Dios de mi salvación”.
5.
En momentos de debilidad pedir intercesión y
ayuda al Espíritu Santo. Romanos 8:26 “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda
en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero
el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”.
Oro para que cuando
el Señor me llame a su presencia, este yo listo y aprobado, que mi familia,
mis hermanos, mi iglesia, mis pastores, aún los perdidos, estemos
listos para pasar por debajo de su vara, hayamos realizado las cosas que nos convienen y
hoy en especial le pido al Señor Jesucristo por ti mi amado lector, que lo andas buscando y sin
esperarlo, te encontraste de repente con Él, póstrate, ora, abre tu corazón y dale la gloria a Dios, cree que Él en su
infinita misericordia y amor, te ha perdonado y espera por ti, atrévete a dar el paso de
conversión definitiva, no vaya a ser que sea demasiado tarde, déjate abrigar
por su presencia para morar en la hermosura de su santidad y poder. Dios te bendiga. Amén.
Salmo
91:1 “El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del
Omnipotente”; Romanos 1:28-32 “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a
Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no
convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia,
maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores,
detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores
de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables,
sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que
practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también
se complacen con los que las practican”.
Excelentes palabras amigo... Dios te bendiga hoy y siempre junto a los tuyos
ResponderEliminarGRACIAS IGUALMENTE A TI Y TU FAMILIA. UN ABRAZO
EliminarGrandioso contenido. Las bendiciones llueven sobre ti mi hermano. Dios ilumina tus palabras. Un abrazo
EliminarMe gozo en el Señor por tu vida, espero que te edifique como me edifica a mi cada vez que la leo, solo anhelo estar a la estatura del Cristo cuando me toque partir a morar en su presencia. Muchas bendiciones a todos
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