Mucho se ha hablado sobre los apostatas, su
rebelión y desconocimiento a la autoridad, como un tema religioso, especialmente
la apostasía de las iglesias cristianas, sin embargo nadie habla de la apostasía
que viene del corazón, por eso la reflexión de hoy se llama ¡PADRE, MI CORAZÓN
APÓSTATA!.
La apostasía
hace referencia al rechazo o la ausencia del Cristo, por eso no es una característica que sea exclusiva de
religiosos, ateos, incrédulos o perdidos, sino que, en especial, atañe a los
“hijos de Dios”; se puede decir que apostasía es lo
contrario a la conversión del corazón; es la des-conversión es decir la
degeneración del evangelio, donde el corazón se enfoca a la declinación,
debilitamiento o pérdida de la fe en el Señor, trayendo consigo perversión,
corrupción, desenfreno y libertinaje de nuestras vidas llevándonos a traicionar
o abjurar la palabra, en otras palabras a retraerse de lo santo; cometiendo infidelidad,
deslealtad, negación, prevaricación en contra de Dios.
Desglosemos ahora a tajos la apostasía,
haciendo uso de la epistemología, para ver que nos enseña y revela el Señor:
1. El prefijo
“a” es de origen griego e indica negación,
privación o “carencia de…”;
puede ser que en nuestro corazón exista carencia del Señor, reflejado en una
vida sin testimonio santo ni conversión, la luz que emite es extraña y su sal ya
no sala, es la negación a ser tratados por el Espíritu Santo, privándonos del poder emancipador y libertador
de Dios todopoderoso.
2. El
“post” significa “detrás de” o “después de”, es decir, es un corazón
alejado de Dios después de haberlo conocido, por eso vemos una gran cantidad de
“cristianos” aferrados en estériles guerras espirituales, haciéndole más
adoración a satanás e ídolos terrenales que al mismo Jesucristo, llenos de
dudas y falsas doctrinas que no permite que avancen espiritualmente; están más
pendientes de las manifestaciones sobrenaturales, milagros o bendiciones que de
la propia esencia del Señor, la adoración y alabanza de estos creyentes está
impregnada de carne, no se les ha revelado lo que significa en Espíritu y
verdad; su fe es defectuosa, no se mantienen firmes a pesar de recibirlo todo y
tal vez no recibir nada; por eso necesitan constantemente liberaciones,
imposiciones de manos, unciones, oraciones de sus pastores como si Cristo no
fuera suficiente, el velo no se ha rasgado, minimizan lo que hizo Él en la cruz;
es preferible a veces que hagan de nuevo la oración de fe, con un corazón
contrito y humillado, ya que sus acciones distan mucho de lo que realmente
Jesús enseñó; solo se podrá discernir con el Espíritu Santo, pidamos que nos
revele que hay detrás de tanta debilidad espiritual.
3. El sufijo “ata”, se usa para la depreciación de
algunos epítetos; por ejemplo: la palabra “APÓST-OL”, se traduje del hebreo “Sheliaj”, que
significaba emisario, mensajero o enviado de Dios; la cual se deprecia a “APOST-ATA”,
que significa apóstol del mal, de una potestad o principado (terrenal o
celeste) e inclusive puede ser un apóstol de la misma carne (alma).
SOY
APOSTATA CUANDO MI CORAZÓN:
1. Se va en pos de hombres o de mi maldad; prefiero
la manipulación, los argumentos y las doctrinas distorsionadas que la palabra
que me confronta ante la luz del Espíritu, negándome a morir a mí mismo y a seguir
a Cristo: Lucas 21:8 “El entonces dijo: Mirad que no seáis engañados; porque
vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y: El tiempo está
cerca. Más no vayáis en pos de ellos”; Luca 9:23 “Y decía a todos: Si alguno
quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”.
2. Trata de engañarme o engañar a Dios; creando
un evangelio propio y conveniente, justo a mi medida, adulterando la palabra, convirtiéndome
en un maestro cuentos y fábulas, totalmente apartadas de la verdad, construido
en base a mis ideas, argumentos, justificaciones o pecado. Gálatas 6:7 “No os
engañéis; Dios no puede ser burlado…”; Gálatas 1:6 “Estoy maravillado de que
tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para
seguir un evangelio diferente”; Isaías 5:20 “¡Ay de los que a lo malo dicen
bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas
luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!”; 2 Timoteo 4:3-4 “…maestros
conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se
volverán a las fábulas”; 2 Corintios 4:2 “Antes bien renunciamos a lo oculto y
vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por
la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante
de Dios”; 2 Tesalonicenses 2:3 “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no
vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado,
el hijo de perdición”.
3. Vive en ligereza; soy insípido con las
cosas del Señor, hay un libertinaje oculto, cumplo con lo que me toca, me transformo
en siervo inútil, no soy sal que sala en Espíritu. Judas 1:4 "…hombres
impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a
Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo"; Lucas 17:10 “Así
también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid:
Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos”; Marcos 9:50 “Buena
es la sal; más si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en
vosotros mismos;…”.
4. Posee rebeldía manifiesta y no tengo
temor de Dios. Jeremías 2:19 “Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te
condenarán; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová
tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos”.
5. No se mantiene firme, vivo en una
religiosidad barata. Hebreos 6:4-6: “Porque es imposible que los que una vez
fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del
Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes
del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento,
crucificando de nuevo”.
6. Está en estanquidad espiritual; lleno de
pensamientos oscuros que no le vivifican, hay pudrición, por la cantidad inmundicia
que le vertemos. Mateo 15:19 ”Porque del corazón salen los malos pensamientos,
los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios,
las blasfemias”; Eclesiastés 10:1 “Las moscas muertas hacen heder y dar mal
olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como
sabio y honorable”; Hebreos 6:1-2 “Por tanto, dejando ya los rudimentos de la
doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el
fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la
doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los
muertos y del juicio eterno”; 2 Corintios 3:6 “…nos hizo ministros competentes
de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, más
el espíritu vivifica”.
REFLEXIÓN:
El Señor nos hace una advertencia, vienen
los tiempos de apostasía y nos pide que: 1 Timoteo 4:16 “Ten cuidado de ti
mismo y de la doctrina…”; y finaliza diciendo que nos esforcemos con todo
nuestro corazón para salvación, renunciemos a nuestros más viles pensamientos; digámosle
al Señor: Salmo 26:2 “Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; examina mis íntimos
pensamientos y mi corazón”; no permitamos que por falta de firmeza y conversión
de él, nos degeneremos y vayamos a ser apartados del reino de Dios. Mateo 7:22-23
“Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y
en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y
entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”.
Oremos: Señor, has clavado en tu cruz mi corazón, a ti
no te puedo engañar, tu sabes muy bien que mi corazón ha sido apóstata; me he
negado a morir a mí mismo; tú me enseñaste lo que es el amor y la misericordia,
y yo, cómo Pedro te he negado tres y más veces; te he negado ya que me he ido
detrás de los deleites del mundo, de la tentaciones de la carne, apostatando
ante tu presencia, por eso tu Espíritu se contrista; perdona mi Señor, soy el
más indigno de tus hijos, sé que no he sido la sal que sala y purifica, ni la
luz que brilla en tinieblas; me he dejado arrastrar por falsas corrientes, ideologías,
doctrinas, pensamientos terrenales, que buscan confundirme y desviarme de lo
santo, siento que me he estancado por falta de firmeza, quiero ser libre con la
libertad del Cristo y dejar de pensar en las adversidades, las circunstancias,
los faltantes, y todo lo doy por basura sólo por aquel que me llamó para
salvación y vida eterna; Bendito sea tu Nombre, Padre de los cielos, Bendita
sea tu palabra, Bendito sea tu reino, Bendito tu Hijo amado. Gracias mi Señor
por ser el reposo de mi vida, ser el regazo donde puedo descansar y me das de
beber esta agua pura que vivifica mi espíritu; gracias, mil gracias Señor. Te
amo…
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