Hay una gran cantidad de afecciones que residen
en el alma que generan patrones extraños de conducta, percepción, creencia, pensamiento,
emociones y sentimientos ya sea de manera individual o colectiva, que la
sociedad considera normal, totalmente alejado a lo que el Señor ha dispuesto y que
traen consigo consecuencias para la eternidad: Marcos 8:36 “Porque ¿qué
aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?”; Isaías 5:20-23 “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la
luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo
dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son
prudentes delante de sí mismos! ¡Ay de los que son valientes para beber vino, y
hombres fuertes para mezclar bebida; los que justifican al impío mediante
cohecho, y al justo quitan su derecho!”.
Por eso, cualquier pensamiento o consejo (aunque
venga de Dios) si es contrario al mío, me resulta muy molestoso y tengo la tendencia
a ignorarlo, rechazarlo o bloquearlo, creando conflictos internos, desarrollando
conductas paranoide caracterizada por el señalamiento, la culpa, el juicio, la desconfianza
generalizada, ya que no somos capaces de aceptar nuestra condición de pecado y nos
negamos a morir en esa área de nuestra vida; Lucas 9:23 “Y decía a todos: Si alguno
quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y
sígame”; Salmo 10:3 “Porque el malo se jacta del deseo de su alma, Bendice al
codicioso, y desprecia a Jehová”.
Entonces prefiero enfocarme en las fallas y los
pecados de otros, ya que realmente no conozco la dimensión del perdón de Dios,
ni la acepto porque no estoy preparado para dar y recibir de su amor; Lucas
18:11 “El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te
doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos,
adúlteros, ni aun como este publicano”; Proverbios 3:5-6 “Confía en Jehová con
todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus
caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas”. Isaías 43:25
“Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré
de tus pecados”.
Como no hemos aprendido a perdonar, proferimos
expresiones tales como: ¡Se pide disculpas, porque Dios es el único que
perdona!, ¡Yo perdono, pero no olvido!, ¡Que te perdone Dios, pero yo no!, ¡Eso
que hice, no tienes perdón de Dios! entre otras a sabiendas que el Señor enseño
en: Lucas 11:4 “Perdona nuestros pecados, como también nosotros perdonamos a
quienes nos ofenden…”; es por eso que se crea un conflicto emocional, una inestabilidad
a través de pensamientos obsesivos e impulsivos que nos llevan al caos, por
falta de presencia del Dios vivo, aun siendo “cristianos”; y cuando somos confrontados
entonces empezamos a justificar nuestras acciones echándole la culpa a otros
colocando muros, barreras o límites a nuestras vidas como “protección”, asociándonos
con otros que andan en igual o peores condiciones como buscando apoyo moral,
haciendo un cerco espiritual que nos aparta del único que tiene el poder de
sacarnos del atolladero en que nos hemos metido, el Señor Jesucristo. Isaías
25:12 “Y abatirá la fortaleza de tus altos muros; la humillará y la echará a
tierra, hasta el polvo”; Salmo 127:1 “Si Jehová no edificare la casa, En vano
trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la
guardia”; Gálatas 5:1 “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos
hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”.
¿POR QUÉ NO HAY PERDÓN EN MI VIDA?
1. Porque
no se me ha revelado el amor de Dios y sus riquezas en gloria, estoy muy lejos
de sus enseñanzas, no hay tolerancia en mí. Efesios 1:7 “en quien tenemos
redención por su sangre, el perdón de pecados…”; 2 Corintios 11:19-20 “porque
de buena gana toleráis a los necios, siendo vosotros cuerdos. Pues toleráis si
alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno toma lo vuestro, si alguno
se enaltece, si alguno os da de bofetadas”; 1 Corintios 13:7-8 “Todo lo sufre,
todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser…”;
Lucas 6:35 “Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no
esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del
Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos”.
2. Porque
invalido su pacto de gracia establecido por Jesucristo en la cruz, por falta de
sincero arrepentimiento, tratamos de condicionarlo a nuestros caprichos. Lucas
23:34 “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen…”; Efesios
2:8 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues
es don de Dios”; Hechos 26:20 “…se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas
de arrepentimiento”; Levítico 26:14-16 “Pero si no me oyereis, ni hiciereis
todos estos mis mandamientos, y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma
menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, e
invalidando mi pacto, yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros
terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y
sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán”.
3. Porque
poseo una vida espiritual inestable, el viejo hombre prevalece, soy débil, pierdo
la fe en Dios, me dejo envolver doctrinas de hombres, con episodios de paranoia
terrenal, el afán es la orden del día, no concilio la paz a pesar de mis
esfuerzos, no he velado lo suficiente, dudo de todo, voy de redil en redil,
buscando pasto seco, tratando de llenar un vacío, que sólo Cristo puede saciar.
Efesios 4:22-23 “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo
hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el
espíritu de vuestra mente”; Santiago 1:6 “Pero pida con fe, no dudando nada;
porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el
viento y echada de una parte a otra”; Hechos 10:43 “De éste dan testimonio
todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de
pecados por su nombre”.
4. Porque
paso de la calma a la ira, ansiedad o desesperación en segundos, por falta de
sometimiento al Espíritu Santo, no hay conversión, me dejo controlar por mi
alma, vivo bajo las emociones, destacando el odio, el rencor y la venganza,
estableciendo relaciones enfermizas, tendientes a idolatrar a cosas, personas o
potestades. Colosenses 3:5 “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación,
impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría”; Habacuc
2:4 “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece;…”; Deuteronomio
4:9 “Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te
olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos
los días de tu vida;…”; Hechos 26:18 “…para que reciban, por la fe que es en
mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados”.
El
perdón de Dios ha sido entregado por amor al subir nuestro Señor a la cruz y
morir por nosotros, queda de parte de nuestra creerlo y aceptarlo, pero eso sí,
con fe, convencidos que lo hemos recibido; ahora nos toca mantenernos en temor
y santidad, para honrar y glorificar tal sacrificio, de lo contrario estamos pisoteando
la preciosa sangre de Jesús, convirtiéndonos en impíos.
Oremos: Mi Señor tu eres un Dios bueno y precioso, me
diste de tu perdón y hasta ahora lo había menospreciado, que torpeza la mía, piedra
de tropiezo había sido mi insensatez e imprudencia, mi falta de conversión y un
arrepentimiento defectuoso, lleno de religiosidad, que prefería pecar y pecar
sin considerar que cada vez que lo hacía, estaba pisoteando tu preciosa sangre;
Señor con revelación quiero pedirte perdón, ya no quiero decirle a lo malo bueno,
ni a lo bueno malo, sigue trayendo palabra filosa, más cortante que espada de
dos filos que penetre hasta los tuétanos, lo más profundo de mi ser y abra mi
alma en dos y permita sacar la inmundicia que hay en mí. Gracias Señor, porque
puedo pedirte perdón con entendimiento, sé que he odiado y he guardado rencor,
por eso te pido perdón, no quiero pensar
vengarme ni siquiera por las ofensas de otros, prefiero pasar por el oprobio
con tu bendición, que por la dulzura de los deseos de venganza que traen muerte amarga.
Señor ten misericordia de mí, mi corazón tiene vergüenza ante tu presencia, recíbelo
y límpialo, para que un día pueda ser digno de ti y pueda sentarme a tu lado y
disfrutar de tu hermosa presencia. Te amo Padre de los cielos, bendito sea tu
nombre. Amén.
Palabra directa a condición cierta. La Revelacióacion es cuando logro aplicar la Palabra a mi condición de vida real. Entonces hallo revelación, sino todo queda en conocimiento que solo envanece y hace ruido y no transforma. Bendito seas Douglas! Dios te siga usando. Cuando las cosas de la vida nos llevan a mirarnos con la verdad de Dios que alumbra, entonces entramos en la verdad que nos hace libres. Pq hablar y hablar es facil,pero se trata de ser hacedores de la verdad y primero en nosotros antes q en otros. Cada quien tiene su responsabilidad propia ante el Padre y asume los frutos de lo que siembra o vive. Pues q fácil es hechar culpas a otros, cuando todo lo que ocurre en nuestras vidas es nuestra responsabilidad y esa sinceridad es la q necesitamos ante el E.S. Espada filosa! Ojala corte y desarrolle el verdadero caracter a la estatura de Cristo!! Un abrazo mi hermano!!
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