miércoles, 5 de septiembre de 2018

ADOPTADO POR UN EXTRATERRESTRE


De niño me gustaba escuchar una famosa canción que se llamaba "Los Marcianos llegaron ya" de Rosendo Ruíz (1955), interpretada por la orquesta Aragón; en aquel entonces la escuche por primera vez en las películas mexicanas de los años dorados, me hacían tararearla, divertirme y soñar con mi inocencia de niño, volando mentalmente fuera de este mundo. En mi adolescencia, escuche términos como Extraterrestre como algo natural, por la famosa película E.T., y años más tarde, ya de adulto, la palabra Alienígena, que realmente pensé que era lo mismo, hasta que el Señor me cambió mi forma de pensar y de caminar por la vida. Isaías 55:8 “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová”.
   
Alienígena es una palabra que proviene etimológicamente de dos vocablos latinos con ciertas derivaciones: “alienus” que significa ajeno, distinto o diferente, y “gen” = origen, engendrado, nacido, utilizado mucho para designar a todo extranjero (extraño), forastero (que viene de otro sitio), no es oriundo del lugar, por lo general se refiere a un ser fuera de este mundo, que es diferente o no pertenece a los terrenales, es decir extraterrestre.

Cuando Dios creo al mundo, todo era bueno y en gran manera, quiere decir que el plan original del Señor era poner un orden y llenarla de su presencia, darnos señorío y autoridad sobre toda la tierra, fuimos engendrados al recibir de su aliento de vida, éramos ciudadanos de su reino, pero por nuestra torpeza, por ignorar la palabra que el Señor ordenó, por no acatar sus instrucciones, por estar escuchando un alienígena del mal y obedeciendo su voz, entregamos nuestro señorío a satanás nos convertimos en extranjeros, en un alienígena del reino de los cielos, el cual estaba presente en la tierra, hasta que fuimos expulsados a otro reino, a una tierra maldita por causa de nuestro pecado. Génesis 1:31 “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera…”; Job 34:13 “¿Quién visitó por él la tierra? ¿Y quién puso en orden todo el mundo?”; Génesis 1:26 “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”; 1 Corintios 14:11 “Pero si yo ignoro el valor de las palabras (Del Señor), seré como extranjero (Alienígena) para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí (Extraterrestre)”; Juan 18:36 “Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo…”; Génesis 3:17 “Y al hombre dijo: …maldita será la tierra por tu causa…”;  Génesis 3:24 “Echó, pues, fuera al hombre…”.

¿Por qué soy un ALIEN – ajeno – diferente – extraño – extranjero?  

1.   Porque el reino se ha acercado y yo prefiero mantenerme alejado de Cristo, dentro de lo terrenal, fuera de su gracia. Lucas 10:11 “…el reino de Dios se ha acercado a vosotros”; Efesios 2:12 “En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo”; Juan 3:31 “…El que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla…”.
2.   No se nos ha revelado que la ciudadanía que debo anhelar es la de los cielos; por lo tanto debo despojarme del viejo hombre, del vicio, los deseos engañosos, vistiéndome con ropas de santidad y justicia. Filipenses 3:20 “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”; Efesios 4:22-24 “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”.
3.   Porque no queremos hacer la voluntad del Padre. Mateo 7:21 “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”.
4.   Por no estar vestido como celestial, sino que permanezco con mi ropas terrenales llenos de inmundicia e iniquidad, lleno de pensamientos terrenales, animales y diabólicos. Mateo 22:10-13 “…y las bodas fueron llenas de convidados. Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Más él enmudeció. Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera…”; Santiago 3:15 “porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica”.
5.   Nos negamos a que el Señor injerte el GEN – engendre – cree en mí, naciendo de nuevo. Juan 3:3 “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”; Juan 3:5 “…el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”; Romanos 11:23 “Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar”.
6.   Hacemos del pecado una práctica religiosa, no hay frutos dignos de arrepentimiento. 1 Juan 5:18 “Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca”; Mateo 3:8 “Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento”.
7.   Porque no queremos venir al Señor para edificación, no oramos, no clamamos, no le tememos, no invocamos su nombre con un corazón limpio, le buscamos para nuestros deleites o  intereses ocultos. 2 Crónicas 6:32-33 “Y también al extranjero que no fuere de tu pueblo Israel, que hubiere venido de lejanas tierras a causa de tu gran nombre, y de tu mano poderosa, y de tu brazo extendido, si viniere, y orare hacia esta casa, tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y harás conforme a todas las cosas por las cuales hubiere clamado a ti el extranjero; para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te teman así como tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo he edificado”.

Como hemos sido adoptados, injertados en la vid, a través de Jesucristo, ser Extraterrestre, extranjero del reino terrenal (extraterrenal), Señor del reino de los cielos, quién venció al mundo porque no se conformó con lo que ofrecía sino que buscaba con ahínco lo celestial, solo a través de Él nos preservaremos, seremos libre de toda maldad y perversión de donde quiera que provenga (diablo, mundo o carne) y nos ha hecho extranjeros de este Egipto al hacernos morir y resucitar en Cristo, convirtiendo nuestra alma para su honor y gloria. 1 Juan 5:4 “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe”; Efesios 1:5 “En amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”; Deuteronomio 10:19 “Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis...”; Colosenses 3:5 “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría”; 2 Timoteo 4:18 “Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén”.

Oremos: Señor me he estado comportando como un Alien ante ti, porque ajeno a tu palabra había estado, reconozco que no me he comportado como ciudadano del reino de los cielos, embajador tuyo no he sido en esta tierra, me he enredado en las cosas de mundo siendo igual a los lugareños y he dejado de hablar con denuedo de tu reino, perdóname, perdona mis pecados. Ahora, quiero Padre Santo que me permitas ser adoptado como tu hijo, hazme acepto, por amor a tu hijo Jesucristo, no mires mi iniquidad, mis vestido de inmundicia, ya fueron lavados con tu sangre preciosa en la cruz, permite ingresar a recibir tu ciudadanía celestial, quiero ser un extraterrestre, uno que haya vencido al mundo, que me olvide de lo terrenal, que someta su alma a tu voluntad y llegar a decir un día: Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Señor enséñame con el poder de tu Espíritu a vivir en santidad, no quiero presentarme ante ti, el día de las bodas, con ropas indignas, guarda mi corazón, te lo entrego, guía mis pasos, que mis oraciones sean de alabanza y adoración, que destilen perfume grato que agrade en tu presencia. Bendito seas mi Dios, porque solo en ti veo la luz que aparta toda tiniebla de mi vida, sigue trayendo palabra revelada y que me siga transformando, que no caiga la semilla revelada entre las piedras o espinos, sino que crezca en tierra fértil y produzcan frutos de santidad y honra, que haya conversión y testimonio. Amén

2 comentarios:

  1. Gracias por compartir tan buena y rica información para nutrir nuestra fé y conocimiento de nuestro amado Salvador Jesús ... Bendiciones para usted.. .Soli Deo Gloria!! 🙏

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  2. A la orden, pero la gloria es de Dios, quien la selecciono a Ud para recibir esta palabra que edifica para honor y gloria de nuestro Señor. Gracias por comentar

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