miércoles, 1 de agosto de 2018

CAÍN, CAÍN, ¿QUÉ HAS HECHO?



   La hermandad es una relación sentimental profunda que desarrollan dos o más personas a lo largo de sus vidas; que puede ser originada por lazos familiares, de sangre, fraternidad, adopción entre otras, donde prevalecen ciertos vínculos espirituales, emocionales o físicos. Es una relación que puede permanecer de manera eterna, a través de un conjunto de acciones, formas de actuar o repuestas que la definen, y que por lo general están fundamentados en compromiso, identificación, empatía, acompañamiento, solidaridad y amor.

   La hermandad puede ser quebrantada por la maldad, egoísmo, fastidio, celos, ensañamiento, deseos desordenados, mi falta de firmeza en el Señor y por mi propia concupiscencia: Génesis 4:6-7 “Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él”, trayendo como consecuencia muerte, destierro, ocultismo, aberraciones, falta de afecto natural, olvido del primer amor. Es entonces cuando el Señor nos pregunta: Génesis 4:10 “… ¿QUÉ HAS HECHO?…”; Muchas cosas he hecho contra mi hermano y la palabra así lo confirma para ello mostramos un botón:

LO QUE HE HECHO CONTRA MI HERMANO:
1. Engañarlo y tomar su bendición, su herencia, pudiendo recibir más de lo que anhela mi torpe corazón. Génesis 27:35 “…Vino tu hermano con engaño, y tomó tu bendición”; Santiago 4:3 “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”. Levítico 25:14 “…no engañe ninguno a su hermano”.
2.  Lo desprecio, aborrezco en mi corazón y al final lo vendo, porque ando en tinieblas. Génesis 45:4 “…Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto”; Levítico 19:17 “No aborrecerás a tu hermano en tu corazón;…”; 1 Juan 2:9 “El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas”.
3. Quebranto su confianza y vivo calumniándolo. Jeremías 9:4 “…en ningún hermano tenga confianza; porque todo hermano engaña con falacia, y todo compañero anda calumniando”.
4.  Le robo, violo su afecto natural, lo persigo y guardo rencor. Amós 1:11 “…porque persiguió a espada a su hermano, y violó todo afecto natural; y en su furor le ha robado siempre, y perpetuamente ha guardado el rencor”.
5.   Vivo oprimiéndolo, descubriendo su desnudez, pensando mal en todo momento. Zacarías 7:10 “no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano”.
6.   Me enojo con él. Mateo 5:22 “Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego”.
7.  Le encuentro mil defectos, pero soy incapaz de mirar los míos. Lucas 6:41-42 “¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano”.
8.   Le pongo piedras de tropiezo, busco cualquier ocasión para hacerlo caer. Romanos14:13 “…más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano”.
9.  Lo ofendo e irrespeto al Cristo que vive en él. 1 Tesalonicenses 4:6 “que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado”.
10. Vivo murmurando en privado o en público de sus acciones haciéndome juez, trayendo condenación a mi vida. Santiago 4:11 “Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez”.
11. Dejo de amarlo. 1 Juan 4:20 “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”.
12. Lo menosprecio. Romanos 14:10 “…¿Por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo”.
13.  Vivo armando redes, chismes, traición por falta de rectitud ante los ojos de Dios. Miqueas 7:2 “…ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan por sangre; cada cual arma red a su hermano”.

Ahora, ¿CUÁL ES MI CONDICIÓN?
1. Andar ciego, permaneciendo en tinieblas y muerte, la luz de Cristo no me alumbra. 1 Juan 2:11 “Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos”. 1 Juan 3:14 “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte”.
2. Tener cerrado mi corazón, ya el amor de Dios no mora en mí. 1 Juan 3:17 “…ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?”.
3. Vivir en enemistad y no soy capaz de amonestarle en el Señor en amor. 2 Tesalonicenses 3:15 “Más no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano”.
4.   De vergüenza ante el Señor, los incrédulos y débiles en la fe. 1 Corintios 6:5-6 “Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos, sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos?”.
5.  Ser un asesino, homicida espiritual, tratando de justificar mi condición ante el Señor. Marcos 13:12 “Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán”; 1 Juan 3:15 Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él; Génesis 4:9 “…¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?”.

¿QUÉ DEBO HACER POR MI HERMANO A PARTIR DE HOY?
1.  Con corazón humilde, exaltar a mi hermano, dando honor y gloria al Señor por su vida, ayudándolo a vestir de honra en oración, sin hacer acepción por su condición social o espiritual, hermoseando su vida. Éxodo 28:2 “Y harás vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para honra y hermosura”; Santiago 1:9 “El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación”.
2. Amarlo incondicionalmente, haciéndome copartícipe en la tribulación, en la enfermedad, en la necesidad con mucha paciencia. 1 Juan 4:21 “Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano”; Apocalipsis 1:9 “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo,…”
3. Perdónalo, perdónalo y seguirlo perdonando y gozarnos cuando se arrepienta. Mateo 18:21 “Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?”; Mateo 18:35 “Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas”; Lucas 15:32 “Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado”.
4.  Sacrificarme, poner la otra mejilla, para no ofender o ser piedra de tropiezo a mi hermano, el Señor Jesucristo fue a la cruz y enmudeció sin abrir su boca y recibió honor y gloria. 1 Corintios 8:13 “Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano”; Romanos 14:21 “Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite”. Isaías 53:7 “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca”.

5. Vivir en paz y armonía, gozándome de la presencia del Señor. Salmo 133:1 “Mirad cuan bueno y delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía”. 

REFLEXIÓN FINAL
   Cuando el Señor se presente ante nosotros, el preguntará donde está tu hermano, que hiciste con la oveja que te di al cuido, por qué no te reconciliaste, no lo reprendiste, te pusiste de acuerdo con él, por qué no permaneciste en mi luz de amor para con él, donde está el perdón que te enseñe, por qué cerraste tu corazón, fuiste más obstinado que ciudad fortificada, por qué no intercediste por su vida, no os he dicho que a paz fuiste llamado. Génesis 4:9 “Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano?...”; 1 Juan 2:10 “El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo”; Mateo 5:23-24 “… si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”; Lucas 17:3 “Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale”; Proverbios 18:19 “El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, Y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar”; Mateo 18:15 “Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano”; Hebreos 7:25 “Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”; 1 Corintios 7:15 “…pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios”.

Oremos: ¡Oh Señor que vergüenza tengo ante ti!, hoy he descubierto que no soy digno de estar en tu presencia, reconozco que he aborrecido a mi hermano en mi corazón, he murmurado de él, he descubierto su desnudez, me he enojado, he criticado, juzgado hipócritamente sabiendo que yo soy peor, lo he ofendido e irrespetado, aunque no lo parezca siento que lo he dejado de amar, porque el amor del Padre no está en mí. Perdóname, perdóname mi Señor. Gracias porque abriste mis ojos, gracias por darme la oportunidad de rectificar y no condenarme para la eternidad y quedar expuesto ante fuego del infierno; porque mayor hubiese sido mi condenación ya que conociendo tu palabra no la cumplo, la oigo y la desecho, se me revela y no hay conversión. Palabra dura es está Padre de los cielos, pero sé que viene de ti porque me partió mi alma en dos, ha sacado la contaminación que he guardado durante años en mi corazón. Gracias Señor, mil gracias. Ahora, quiero pedirte por mi hermano, por ese a quien le he hecho daño, lo presento ante tu altar, revístelo con tu presencia, trae honor, honra, exáltalo en tu presencia, intercede por él ante el Padre, hermosea su vida con tu Espíritu, enséñame a amarlo incondicionalmente, que pueda yo ser copartícipe de sus tribulaciones, ayudándolo a sostener en oración, porque es mejor dos que uno, dame tu paciencia, paz, gozo y amor para perdonarlo y perdónalo por sus ofensas y pecados; Señor recibe mi oración de intercesión, bendícelo, prospéralo en su alma y espíritu, que nunca falte el pan en su casa, que viva en camino de luz y guárdalo de todo mal. Gracias Señor por ser un Dios bueno, glorioso, excelso y lleno de gran poder y bondad. Te necesito, te anhelo; tu eres santo y digno de alabar, exaltar. Te amo mi Señor, glorifícate en mí, recuérdame está palabra a cada instante y que permanezca en mi corazón continuamente. Bendito seas Padre poderoso. Amén

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