La hermandad es una relación sentimental profunda
que desarrollan dos o más personas a lo largo de sus vidas; que puede ser
originada por lazos familiares, de sangre, fraternidad, adopción entre otras,
donde prevalecen ciertos vínculos espirituales, emocionales o físicos. Es una
relación que puede permanecer de manera eterna, a través de un conjunto de
acciones, formas de actuar o repuestas que la definen, y que por lo general
están fundamentados en compromiso, identificación, empatía, acompañamiento,
solidaridad y amor.
La hermandad puede ser quebrantada por la maldad, egoísmo,
fastidio, celos, ensañamiento, deseos desordenados, mi falta de firmeza en el
Señor y por mi propia concupiscencia: Génesis
4:6-7 “Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha
decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres
bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te
enseñorearás de él”, trayendo como consecuencia muerte, destierro, ocultismo,
aberraciones, falta de afecto natural, olvido del primer amor. Es entonces
cuando el Señor nos pregunta: Génesis 4:10 “… ¿QUÉ HAS HECHO?…”; Muchas cosas
he hecho contra mi hermano y la palabra así lo confirma para ello mostramos un
botón:
1. Engañarlo
y tomar su bendición, su herencia, pudiendo recibir más de lo que anhela mi
torpe corazón. Génesis 27:35 “…Vino tu hermano con engaño, y tomó tu bendición”;
Santiago 4:3 “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros
deleites”. Levítico 25:14 “…no engañe ninguno a su hermano”.
2. Lo
desprecio, aborrezco en mi corazón y al final lo vendo, porque ando en
tinieblas. Génesis 45:4 “…Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que
vendisteis para Egipto”; Levítico 19:17 “No aborrecerás a tu hermano en tu
corazón;…”; 1 Juan 2:9 “El que dice que está en la luz, y aborrece a su
hermano, está todavía en tinieblas”.
3. Quebranto
su confianza y vivo calumniándolo. Jeremías 9:4 “…en ningún hermano tenga
confianza; porque todo hermano engaña con falacia, y todo compañero anda
calumniando”.
4. Le
robo, violo su afecto natural, lo persigo y guardo rencor. Amós 1:11 “…porque
persiguió a espada a su hermano, y violó todo afecto natural; y en su furor le
ha robado siempre, y perpetuamente ha guardado el rencor”.
5. Vivo
oprimiéndolo, descubriendo su desnudez, pensando mal en todo momento. Zacarías
7:10 “no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni
ninguno piense mal en su corazón contra su hermano”.
6. Me
enojo con él. Mateo 5:22 “Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su
hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano,
será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará
expuesto al infierno de fuego”.
7. Le
encuentro mil defectos, pero soy incapaz de mirar los míos. Lucas 6:41-42 “¿Por
qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga
que está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame
sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo
tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien
para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano”.
8. Le
pongo piedras de tropiezo, busco cualquier ocasión para hacerlo caer. Romanos14:13
“…más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano”.
9. Lo
ofendo e irrespeto al Cristo que vive en él. 1 Tesalonicenses 4:6 “que ninguno
agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo
esto, como ya os hemos dicho y testificado”.
10. Vivo
murmurando en privado o en público de sus acciones haciéndome juez, trayendo
condenación a mi vida. Santiago 4:11 “Hermanos, no murmuréis los unos de los
otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y
juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino
juez”.
11. Dejo
de amarlo. 1 Juan 4:20 “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano,
es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede
amar a Dios a quien no ha visto?”.
12. Lo
menosprecio. Romanos 14:10 “…¿Por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos
compareceremos ante el tribunal de Cristo”.
13. Vivo
armando redes, chismes, traición por falta de rectitud ante los ojos de Dios. Miqueas
7:2 “…ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan por sangre; cada cual
arma red a su hermano”.
Ahora, ¿CUÁL ES MI
CONDICIÓN?
1. Andar
ciego, permaneciendo en tinieblas y muerte, la luz de Cristo no me alumbra. 1
Juan 2:11 “Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en
tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos”. 1
Juan 3:14 “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a
los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte”.
2. Tener cerrado mi corazón, ya el amor de Dios no mora en mí. 1 Juan 3:17 “…ve a su
hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de
Dios en él?”.
3. Vivir
en enemistad y no soy capaz de amonestarle en el Señor en amor. 2
Tesalonicenses 3:15 “Más no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a
hermano”.
4. De
vergüenza ante el Señor, los incrédulos y débiles en la fe. 1 Corintios 6:5-6 “Para
avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que
pueda juzgar entre sus hermanos, sino que el hermano con el hermano pleitea en
juicio, y esto ante los incrédulos?”.
5. Ser
un asesino, homicida espiritual, tratando de justificar mi condición ante el
Señor. Marcos 13:12 “Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre
al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán”; 1 Juan
3:15 “Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún
homicida tiene vida eterna permanente en él”; Génesis 4:9 “…¿Soy yo acaso guarda
de mi hermano?”.
¿QUÉ DEBO HACER POR MI HERMANO A PARTIR DE HOY?
1. Con
corazón humilde, exaltar a mi hermano, dando honor y gloria al Señor por su
vida, ayudándolo a vestir de honra en oración, sin hacer acepción por su
condición social o espiritual, hermoseando su vida. Éxodo 28:2 “Y harás
vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para honra y hermosura”; Santiago 1:9 “El
hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación”.
2. Amarlo
incondicionalmente, haciéndome copartícipe en la tribulación, en la enfermedad,
en la necesidad con mucha paciencia. 1 Juan 4:21 “Y nosotros tenemos este
mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano”; Apocalipsis 1:9
“Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino
y en la paciencia de Jesucristo,…”
3. Perdónalo,
perdónalo y seguirlo perdonando y gozarnos cuando se arrepienta. Mateo 18:21 “Entonces
se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que
peque contra mí? ¿Hasta siete?”; Mateo 18:35 “Así también mi Padre celestial
hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus
ofensas”; Lucas 15:32 “Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque
este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado”.
4. Sacrificarme,
poner la otra mejilla, para no ofender o ser piedra de tropiezo a mi hermano,
el Señor Jesucristo fue a la cruz y enmudeció sin abrir su boca y recibió honor
y gloria. 1 Corintios 8:13 “Por lo cual, si la comida le es a mi hermano
ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano”; Romanos
14:21 “Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano
tropiece, o se ofenda, o se debilite”. Isaías 53:7 “Angustiado él, y afligido, no
abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de
sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca”.
5. Vivir en paz y armonía, gozándome de la presencia del Señor. Salmo 133:1 “Mirad cuan bueno y delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía”.
5. Vivir en paz y armonía, gozándome de la presencia del Señor. Salmo 133:1 “Mirad cuan bueno y delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía”.
REFLEXIÓN FINAL
Cuando el Señor se presente
ante nosotros, el preguntará donde está tu hermano, que hiciste con la oveja
que te di al cuido, por qué no te reconciliaste, no lo reprendiste, te pusiste
de acuerdo con él, por qué no permaneciste en mi luz de amor para con él, donde
está el perdón que te enseñe, por qué cerraste tu corazón, fuiste más obstinado
que ciudad fortificada, por qué no intercediste por su vida, no os he dicho que a paz fuiste llamado. Génesis 4:9 “Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu
hermano?...”; 1 Juan 2:10 “El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en
él no hay tropiezo”; Mateo 5:23-24 “… si traes tu ofrenda al altar, y allí te
acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante
del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y
presenta tu ofrenda”; Lucas 17:3 “Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano
pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale”; Proverbios
18:19 “El hermano ofendido es más
tenaz que una ciudad fuerte, Y las contiendas de los hermanos son como cerrojos
de alcázar”; Mateo 18:15 “Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y
repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano”; Hebreos
7:25 “Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se
acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”; 1 Corintios 7:15
“…pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso,
sino que a paz nos llamó Dios”.
Oremos: ¡Oh Señor
que vergüenza tengo ante ti!, hoy he descubierto que no soy digno de estar en
tu presencia, reconozco que he aborrecido a mi hermano en mi corazón, he
murmurado de él, he descubierto su desnudez, me he enojado, he criticado,
juzgado hipócritamente sabiendo que yo soy peor, lo he ofendido e irrespetado,
aunque no lo parezca siento que lo he dejado de amar, porque el amor del Padre
no está en mí. Perdóname, perdóname mi Señor. Gracias porque abriste mis ojos,
gracias por darme la oportunidad de rectificar y no condenarme para la
eternidad y quedar expuesto ante fuego del infierno; porque mayor hubiese
sido mi condenación ya que conociendo tu palabra no la cumplo, la oigo y la
desecho, se me revela y no hay conversión. Palabra dura es está Padre de los
cielos, pero sé que viene de ti porque me partió mi alma en dos, ha sacado la
contaminación que he guardado durante años en mi corazón. Gracias Señor, mil
gracias. Ahora, quiero pedirte por mi hermano, por ese a quien le he hecho daño, lo
presento ante tu altar, revístelo con tu presencia, trae honor, honra, exáltalo
en tu presencia, intercede por él ante el Padre, hermosea su vida con tu
Espíritu, enséñame a amarlo incondicionalmente, que pueda yo ser copartícipe de
sus tribulaciones, ayudándolo a sostener en oración, porque es mejor dos que
uno, dame tu paciencia, paz, gozo y amor para perdonarlo y perdónalo por sus
ofensas y pecados; Señor recibe mi oración de intercesión, bendícelo, prospéralo
en su alma y espíritu, que nunca falte el pan en su casa, que viva en camino de
luz y guárdalo de todo mal. Gracias Señor por ser un Dios bueno, glorioso, excelso
y lleno de gran poder y bondad. Te necesito, te anhelo; tu eres santo y digno
de alabar, exaltar. Te amo mi Señor, glorifícate en mí, recuérdame está palabra
a cada instante y que permanezca en mi corazón continuamente. Bendito seas
Padre poderoso. Amén
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